Diez días antes de su arresto había sido fotografiado en un cerro, pero en esa ocasión el ex estudiante de Antropología permaneció en el terreno alto y nunca quedó al alcance de la policía, que mantuvo la vigilancia hasta el martes pasado.
Cuando Emilio Berkhoff (27) apareció la noche del martes en el sendero de La Puntilla, en Puerto Choque, un detective lo acechaba arrodillado entre los árboles. Esperaba el momento en que estuviera a su alcance el ex estudiante de Antropología que permanecía prófugo hace 40 días y es sindicado como uno de los principales instigadores de la violencia mapuche en el sur del país.El policía lo había visto antes, caminando por el mismo lugar, la fría madrugada del 4 de mayo, pero Berkhoff nunca descendió del cerro y no le quedó más que fotografiarlo. Estuvo a menos de 500 metros del requerido, y solo tenía su imagen en papel.
Entonces, el también llamado "Gringo" había perdido varios kilos, estaba rapado y lucía una barba incipiente. Su ropa estaba sucia y desgastada, y llevaba un banano cruzado en el torso.
La foto del requerido tan cerca era una muestra patente de que la investigación daba resultados, aunque esto no daba consuelo al detective ni a su equipo.
¿Berkhoff volvería a estar a unos escasos metros de ellos?, se preguntaban entonces los PDI. Y la respuesta arribó a la jornada inmediatamente siguiente.
Oscurecía y el activista se mostraba otra vez arriba de la colina. Sin embargo, al igual que anteriormente, era imposible aprehenderlo. Y se agregaba una dificultad a la detención: en su bolso llevaba un arma de fuego.
¿Cómo estar más cerca?
Este inconveniente obligaba a los detectives a detenerlo por sorpresa, había que evitar una balacera. El prófugo debía llegar ileso al tribunal, donde ya fue imputado por el porte ilegal de un revólver .38.
Así, buscaron una forma de acercarse sigilosamente sin que el prófugo lo advirtiera. Se les ocurrió disfrazarse de leñadores, por lo que consiguieron unos cascos y motosierras.
Un grupo de detectives salía cerca de las 6 de la madrugada en busca de Berfhoff, puesto que a esa hora comienzan a moverse los trabajadores de la madera. Y otro equipo lo hacía en la tarde, cuando concluía la faena.
En varias oportunidades los detectives estuvieron casi al lado del prófugo, pero no contaban con las condiciones necesarias para asegurar su captura. Nunca andaba solo, llevaba su arma y contaba con el apoyo de una gran cantidad de vecinos.
Mientras algunos detectives intentaban arrestarlo entre los bosques, otros trataban de dar con la casa en que se refugiaba para pasar la noche. Resulta que cuando ubicaban una vivienda, el prófugo ya se había movido a otra, en un sector lejano.
Los policías presumen que Berkhoff jamás durmió más de una noche en el mismo lugar, lo que daba cuenta de una extensa red de protección. Se ocultó en Puerto Choque, un sector que es emblemático para la cúpula de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).
Allí vivieron los dos cabecillas de la organización terrorista: Héctor Llaitul, el jefe militar, y Ramón Llanquileo, uno de los violentistas más tenaces. Actualmente, están recluidos en el módulo especial para mapuches en la cárcel El Manzano, de Concepción.
El vínculo de los vecinos con la organización es tal, que habitualmente, cuando las patrullas de Carabineros o la PDI pasan por la carretera, se avisan entre ellos para esconder a los prófugos. Tampoco colaboran cuando las policías buscan a los autores de los atentados. Mantienen un silencio cómplice, dicen los investigadores.
En los instantes que la policía aparecía en la zona, Berkhoff huía a hacia los bosques y los cerros y pernoctaba en una carpa. Sin embargo, en el último mes, el frío lo obligó a permanecer en los sectores residenciales.
Pesquisa a Niemeyer
Un cúmulo de antecedentes del paradero de Berkhoff surgió durante la investigación para dar con el también prófugo Hans Niemeyer, el sociólogo imputado por la detonación de un artefacto explosivo en un banco en Macul, quien también se ocultó en Puerto Choque.
Así, sumados a los datos que habían obtenido en terrero, los detectives establecieron que el apodado "Gringo" se movía a pie entre las comunidades mapuches de Cañete, Contulmo y Tirúa, todas ribereñas al lago Lleulleu.
Berkhoff se las rebuscaba para mantener contacto con su pareja, Peggy Bocaz, y sus dos hijos pequeños -que residen en la zona-, aunque nunca concurrió a su hogar. Intuía que ese sería el primer lugar en que lo buscaría la policía.
No obstante, hubo un hecho que lo delató y selló su destino: Los leñadores se enteraron de que, si bien cambiaba frecuentemente de domicilio, comúnmente se le veía por el sendero de La Puntilla, en el sector de Tranaquepe.
Un grupo de detectives, entre los que se encontraba quien lo había fotografiado, decidió esperarlo por las noches en las inmediaciones del camino.
Fue a las 22:30 horas del martes que el policía y el prófugo se volvieron a ver. Esta vez, el prófugo bajó del cerro y los efectivos le cayeron encima. Intentó escapar: corrió y forcejeó con los policías, sin embargo, no llegó más allá de tres metros.
Traía su bolso, que contenía un revólver .45 con su número de serie borrada, cartuchos calibre 22 y 32, dos cuchillos, un radiotransmisor, varias mudas de ropa y una pañoleta negra.
Las balas que no eran las precisas para el revólver -que estaba cargado con cinco tiros- estaban cubiertas con cinta adhesiva para que calzaran dentro del cañón.
Una vez reducido el detenido, los detectives lo sacaron rápido de la zona -para evitar un posible rescate- y lo trasladaron al cuartel de la PDI en Cañete.
Otros cargos
Mientras estuvo junto a los detectives, el llamado "Gringo" no dijo palabra alguna. Las guardó para la prensa, que ayer esperaba que saliera de la unidad policial al juzgado de garantía. Entonces, el arrestado gritó: "Mi detención obedece a las presiones de las forestales transnacionales para seguir saqueando el territorio mapuche... Soy un preso político y asumo mi prisión con dignidad".
En el tribunal, el fiscal Álvaro Hermosilla le formuló cargos por porte ilegal de arma prohibida y municiones, y la próxima semana lo imputará por robos e incendios en siete ataques ocurridos en el sur del Biobío. Se le investiga por atentados a instalaciones, vehículos, conductores y cuidadores forestales, ocurridos entre junio de 2012 y enero de 2013, en la zona de Lleulleu.
La madre de Berkhoff, Elisa Jerez, expresó que su hijo "es un hombre íntegro, digno. Por eso abraza una causa tan noble como la mapuche".
El ex estudiante de Antropología quedó en prisión preventiva, con el objetivo de asegurar su comparecencia en las próximas audiencias.
En tanto, el detective que arrestó a Berkhoff miraba ayer aquella fotografía que por varias noches no le permitió dormir, pero tenía una nueva, en la cual aparecía uno de sus compañeros llevando detenido al prófugo.
40 días estuvo prófugo de la justicia Emilio Berkhoff, luego de incumplir la medida cautelar de arresto domiciliario.
Presidente Piñera: "Nadie puede pretender estar por encima de la ley"
El Presidente Sebastián Piñera llegó a Talcahuano para entregar viviendas a damnificados del 27-F e inaugurar la primera fase de reconstrucción de la base naval. En entrevista a una red de emisoras de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi), manifestó su alegría por la detención de Emilio Berkhoff en Tirúa. "Me alegro de que haya sido detenido, porque las personas tienen que responder ante la justicia. Nadie puede pretender estar por encima de la ley, y Berkhoff, cuando se fuga, lo que está diciendo es que él no acepta ni respeta el Estado de Derecho y la ley".
El Mandatario sostuvo que "va a tener un debido proceso y, si es culpable, va a tener que responder por sus faltas y por sus culpas, porque hay una cosa que está clara: algunos piensan que la solución a los problemas es la violencia, las bombas molotov, matar a la gente, incendiar los galpones, incendiar las praderas, incendiar las plantaciones, atentar contra los carabineros. Ese no es el camino".
También reiteró que "a este gobierno no le va a temblar la mano para combatir con todo el rigor de la ley y dentro del Estado de Derecho a los delincuentes, los violentistas y terroristas que creen que pueden pasar por encima de los derechos de todos los demás".
El ministro del Interior, Andrés Chadwick, explicó que es "un paso positivo que las distintas acciones que está desarrollando la policía en la zona de La Araucanía avanzan para poder ir esclareciendo las acciones violentistas".
ÓSCAR SAAVEDRA y FABIÁN ÁLVAREZ