La “esquizofrenia” que sufrió el gobierno generó que el personaje clave en el rol de “facilitador”, el arzobispo Ricardo Ezzati, se marginara de la reunión, toda vez que en los puntos principales no estaban contempladas las medidas para terminar con el ayuno de los comuneros y sólo se enfocara el debate a la concreción del Plan Araucanía, texto elaborado por La Moneda para que la región eleve sus cifras económicas y de competitividad y no para solucionar las históricas demandas de nuestras minorías étnicas.
Las palabras que pronunció el Presidente Sebastián Piñera en la convención de Naciones Unidas, hablan de un país comprometido con el respeto de los Derechos Humanos y la democracia “en todo tiempo, lugar y circunstancias”. También de que la gran solución del conflicto mapuche, que tiene hace 77 días a más de tres decenas de dirigentes sin ingerir alimentos, es el Plan Araucanía y la “mesa de diálogo” que se constituyó a medias y con una pata coja en el cerro Ñielol. Y, además, que su Gobierno promueve el “reconocimiento constitucional” de los pueblos originarios “dejando atrás la estrategia de la asimilación para seguir la estrategia de la integración”.Sin embargo, el lado B del discurso mostró el verdadero sentir del Mandatario, sobre todo luego de señalarle al planeta que es una “paradoja que hayamos luchado tanto por salvar a los 33 mineros y tengamos simultáneamente a 34 comuneros mapuches que atentan contra sus vidas”.
Paralelamente, en Chile, y tal como lo resumió el senador Alejandro Navarro, hay una Derecha con “dos almas” que impide avanzar en la resolución de la crisis: una UDI represiva y conservadora que no quiere negociar las reformas a la Ley Antiterrorista ni a las leyes de seguridad, representada por el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, y un RN más abierto al diálogo, encarnado en jefe del gabinete, Rodrigo Hinzpeter.
Eso sí, tal “esquizofrenia” gubernamental generó que el personaje clave en el rol de “facilitador”, el obispo de Concepción Ricardo Ezzati, se marginara de la publicitada reunión, toda vez que en los puntos principales de la cita no estaban contempladas las medidas para avanzar en el término del ayuno de los comuneros y sólo se enfocara el debate a la concreción del Plan Araucanía, texto elaborado por el intendente Andrés Molina para que la zona eleve sus cifras económicas y de competitividad en relación con las regiones del Maule, Biobío, Los Ríos y Los Lagos y no para solucionar las históricas demandas de nuestras minorías étnicas.
Peor aún, los familiares de los dirigentes en ayuno y los principales líderes del sector tampoco se hicieron presentes en el “cónclave” y uno de los que creadores del plan, Hugo Alcamán, increíblemente no fue invitado. Incluso hasta última hora no se sabía si llegaban voceros de las iglesias Católica y Evangélica, como el arzobispo de Temuco, Manuel Camilo Vial.
Y para rematar, tras el primer acercamiento que se dio la noche del jueves entre Larroulet y los portavoces de los comuneros, Erick Millán, Natividad Llanquileo y Pamela Pezoa (pareja de Héctor Llaitul, ver entrevista en pág. 12 y 13), éstos coincidieron en que la respuesta a las peticiones de los dirigentes en ayuno “el Gobierno no tiene nada en concreto”.
Eso sí, el mismo Ezzati y el subsecretario de la Presidencia, Claudio Alvarado, ex diputado con mucho más manejo que Larroulet, volvieron a la carga con el abogado de Llaitul, Adolfo Montiel, y los demás familiares y dirigentes, en lo que muchos llamaron la “mesa del pellejo” que hasta el cierre de esta edición no llegó a buen puerto.
MARKETING FALLIDO
Otro tópico que se trató en la visita de Piñera a Nueva York, fue el intento de mantener a nuestro país en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Como si fuera tan fácil tomando en cuenta la existencia de presos políticos y la aplicación del Código de Justicia Militar que no corresponde en lo relativo al debido proceso, tópico que fue denunciado por el ex juez Juan Guzmán (el mismo que llevó a la justicia a Augusto Pinochet) y por el cual presentará una demanda internacional a nombre de la ONG Asociación de Juristas Americanos en contra del Estado.
De la misma manera, los parlamentarios Hugo Gutiérrez y Alejandro Navarro anunciaron que recorrerán Sudamérica para evitar que Chile siga en tal instancia internacional, básicamente porque estaríamos “moralmente inhabilitados”.
Además, así como el Mandatario mencionó el Plan Araucanía, omitió la aplicación de la Ley Antiterrorista y el uso de los testigos sin rostro a la hora de los juicios, mecanismos jurídicos que rayan en la inconstitucionalidad. Para peor, el reconocimiento por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos ante el caso de discriminación que sufrió la jueza Karen Atala, quien perdió la tuición de sus tres hijas por decisión de la justicia (en mayo de 2004) por ser lesbiana y convivir con su pareja, la historiadora Emma de Ramón, dejó la imagen de Chile a nivel global en un muy mal pie.
Por cierto, en el análisis interno queda el pésimo manejo legislativo del gobierno, que nunca buscó consensuar una salida exitosa al conflicto y sólo se enfocó en soluciones administrativas entre cuatro paredes. Sin ir más lejos, el jefe de la bancada de diputados de la UDI, Patricio Melero, manifestó que la “única mesa de diálogo posible es el Parlamento”. Por otro lado, RN, el partido del Presidente, acusó falta de comunicación de parte del Ejecutivo. Y no sólo eso, su timonel, Carlos Larraín, dijo que los representantes de la Alianza parecían “segundones” luego de ver que sus esfuerzos no eran tomados en cuenta, por lo cual exige ajustes en el equipo.
Entre tanta maraña de excusas -que incluyó la falta de quórum en sala este martes por tratarse de una sesión extraordinarialos gremialistas Ramón Barros, Gustavo Hasbún y Juan Lobos rechazaron la idea de legislar, que igual fue aprobada, e Ignacio Urrutia se abstuvo de sufragar. Acto seguido, la vocera de Palacio, Ena Von Baer, optó por responsabilizar a la oposición luego que la Cámara no llegara a acuerdo sobre los cambios a esta legislación, que, ojo, fue usada en tiempos de democracia por los mismos que hoy exigen las reformas.
¿RATING O BOOMERANG?
Independiente del uso mediático del Plan Araucaria que anunció con bombos y platillos el Presidente en Naciones Unidas y de las negociaciones de última hora que lideró el gobierno en la Novena Región, queda la sensación de que nuevamente la actual administración mueve sus hilos usando el people meter ciudadano en vez de sus propias convicciones.
La mesa de diálogo fue la plataforma ideal de Piñera en el redebut de la Derecha chilena en el concierto mundial después de 50 años, como también el uso político del rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José. Si eso no es publicidad engañosa, entonces será el rating el que pronto podría transformarse en boomerang y así ajusticiar la tan manoseada verdad oficial de los que nos gobiernan.
Por Guillermo Arellano