Mesas directivas entre el Gobierno y comunidades definirán en qué invertir o si crean políticas públicas.

N. GUTIÉRREZ y S. HENRÍQUEZ
Dos nuevas Áreas de Desarrollo Indígena (ADI) se crearán en la provincia de Arauco (Región del Biobío) y en las comunas de Ercilla y Collipulli (Región de La Araucanía). La iniciativa, anunciada en el mensaje presidencial del 21 de mayo, implica intervenir las zonas donde se concentran las reivindicaciones de tierras de las comunidades mapuches más radicales.
Allí se ha registrado la mayor cantidad de atentados a predios particulares y violentos incidentes, que en los últimos cinco años dejaron dos mapuches y un carabinero muertos.
También significa invertir recursos en una zona con escuelas de muy bajo nivel, postas sin remedios, caminos interiores poco transitables en invierno, y con familias dedicadas a la ganadería y agricultura de subsistencia.
Se espera que dentro de este año en esas dos zonas se creen mesas directivas con el Gobierno y líderes de las comunidades para consensuar en qué inyectar recursos o iniciar políticas públicas según se necesite.
Los gobiernos regionales cuentan hoy con una glosa de desarrollo territorial que les permitiría iniciar el proceso con una inversión del orden de $2 mil millones, pero el grueso de los recursos deberá salir de los ministerios sectoriales.
"Anteriormente se usó la política de 'dividir para reinar'. Se crearon comunidades para integrar, hubo divisiones entre líderes. Ahora queremos sentarnos con los loncos y priorizar cuáles son las zonas que se van a integrar, y cuáles son las necesidades", dice el director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Jorge Retamal.
Agrega que no se dejará de lado la entrega de tierras, y que el objetivo es "restablecer las confianzas". Un punto que comparte el intendente de La Araucanía, Andrés Molina, quien cree que el proceso busca crear un ambiente de paz en la zona.
"A nadie le gusta vivir en un clima de violencia y con presencia de Carabineros. Por eso queremos buscar una forma distinta de relacionarnos con las comunidades y dar pasos importantes para mejorar el ambiente en esa zona", afirma Molina.
Las propuestas son resistidas por las comunidades más radicales. "Lo que queremos es recuperar nuestras tierras ancestrales, y ahí sí tendremos diálogo", dice Víctor Queipul, líder de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, en Ercilla. Jorge Huenchullán, de la misma comunidad, advierte que si el tema de la tierra no se incluye "continuarán las manifestaciones".
Según Retamal, "precisamente para ver ese tema tenemos que instalar una mesa directiva".


25 mil ha abarcará la ADI en Collipulli y Ercilla. Esta última comuna tendrá el 90% del territorio. Los límites aún deben definirse.
16 lofts (conjunto de comunidades que viven en un mismo sector), 40 comunidades y 3 mil posibles beneficiados hay en esa zona.
21.000 personas y 200 comunidades se favorecerán en la ADI de Arauco. Hoy ya existe una que ayuda a 30 comunidades y a 1.200 mapuches.
Educación: punto común
Actualmente sólo un 12% de los mapuches habla y entiende su lengua.
La apuesta de Conadi en las nuevas ADI es fortalecer fuertemente la educación y darle mayor énfasis al plan de completar 10 mil hablantes de mapudungun este año para evitar su pérdida, tema que interesa sobremanera en las comunidades.
"Eso es algo que realmente nos gustaría conversar, pero que los planes se hagan con consulta a nuestros antiguos, a nuestras machis, que no nos impongan nada", dice Víctor Queipul, de la Comunidad Autónoma de Temucuicui, en la comuna de Ercilla.
Agrega que "nuestra máxima aspiración sería, por ejemplo, un liceo intercultural, y así evitar que nuestros chicos tengan que partir lejos, a Victoria y Angol, a estudiar".
En Ercilla, en particular, las autoridades afirman que el tema educacional ha sido crítico. "Nos cuesta mucho llegar y cada año teníamos bajos puntajes en el Simce" dice el alcalde, José Vilugrón.
A nivel regional la política ha sido optimizar recursos: de 467 escuelas unidocentes se privilegió concentrar en 300 con más de un profesor y repartir mejor los alumnos.