, además el siniestro consumió la casa habitación de la familia Cheuquepán por lo que las consecuencias fueron devastadores, aunque no hubo heridos. La ruka constituía uno de los principales centros de actividad mapuche de la Región Metropolitana y en ella fueron recibidas las delegaciones indígenas canadienses, la delegación Sami de Suecia, se realizaron múltiples congresos y encuentro y era un lugar de visita permanente de los estudiantes de La Pintana y otras comunas que la visitaban para informarse de la realidad mapuche. La ruka de la organización Kiñe Pu Liwén era una de las de mayores dimensiones de la capital, contaba con equipamiento visual y sonoro; amplias dotación de materiales explicativos de la cultura mapuche, instrumentos musicales, biblioteca, computador y otras especies de valor. El incendio se habría producido luego de que menores prendieran fuego a unos sillones en un sitio eriazo colindante con el terreno mapuche y las llamas de los pastizales alcanzaron la techumbre de coirón consumiendo la vivienda mapuche en dos minutos. La casa habitación en que vivía la familia Cheuquepán, una de las más entusiastas y públicas defensoras y promotoras de la cultura mapuche en Santiago, perdieron todos sus enseres por lo que las organizaciones indígenas de Santiago realizaron un llamado a solidarizar con “un centro que siempre dio acogida a las actividades de las diversas agrupaciones que trabajamos por la cultura en el mundo mapuche urbano” preciso el Consejero ante Conadi José Llancapán. La autoridad indígena señaló que se están preparando actividades de solidaridad que se concretarán en los próximos días. Consultado por la cuantificación de los daños Llancapán puntualizó que superaban los 10 millones de pesos y puntualizó que “esperó que las autoridades reconozcan la importancia de la Ruka de Kiñe Pu Liwén en La Pintana y contribuyan prontamente a su reconstrucción ya que esta es una desgracia lamentable” Finalmente el Presidente de la Comisión Jurídica Warranka, Arturo Coña Pirul llamó a las organizaciones que han levantado rukas en Santiago, que suman más de 10, a “ser precavidos y tomar las medidas para evitar estos desastres, en particular en estos semanas de intenso calor y ante cualquier tipo de agresión que pudiese dañar lo que con esfuerzo se ha levantado” (2004-12-31)