NGOL.- Rodeado de gran expectación de la audiencia y de la concurrencia, además de insólitos e inesperados contratiempos técnicos y humanos, declararon ayer detrás de un biombo los dos testigos protegidos o secretos en el juicio oral por leyes antiterroristas en contra de dos loncos mapuches y de una asistente de párvulos. Ambos testigos de cargo presentados por los fiscales acusadores, ofrecieron pruebas testimoniales sobre la supuesta participación del lonco Pascual Pichún y Patricia Troncoso en el atentado incendiario que la noche del 12 de diciembre de 2001 destruyó la casa habitación del fundo Nancahue, en Traiguén, de propiedad del ex ministro de Agricultura en el gobierno de Aylwin, Juan Agustín Figueroa Yávar. El Mercurio 5 de abril de 2003
5 de Abril de 2003
Angol:
Un distorsionador de voces para proteger su anonimato no resultó
y un magistrado retransmitió las preguntas de las partes a un testigo
sordo.
IVÁN FREDES
ANGOL.- Rodeado de gran expectación de la audiencia y de la concurrencia, además de insólitos e inesperados contratiempos técnicos y humanos, declararon ayer detrás de un biombo los dos testigos protegidos o secretos en el juicio oral por leyes antiterroristas en contra de dos loncos mapuches y de una asistente de párvulos.
Ambos testigos de cargo presentados por los fiscales acusadores, ofrecieron pruebas testimoniales sobre la supuesta participación del lonco Pascual Pichún y Patricia Troncoso en el atentado incendiario que la noche del 12 de diciembre de 2001 destruyó la casa habitación del fundo Nancahue, en Traiguén, de propiedad del ex ministro de Agricultura en el gobierno de Aylwin, Juan Agustín Figueroa Yávar.
El primer hecho anecdótico ocurrió la tarde del jueves último cuando ambos testigos protegidos no pudieron declarar a última horas porque no portaban sus cédulas de identidad. De esta forma, el tribunal no pudo acreditar si tales personas eran las que decían ser, explicó el presidente de la sala, el magistrado Waldemar Koch.
El segundo contratiempo tuvo lugar en la mañana de ayer, apenas iniciado el relato del llamado Testigo 1, un campesino de mediana edad, al que se le suspendió el uso del distorsionador porque dicho recurso técnico hacía inaudible su testimonio. Tampoco se usó en el segundo testigo protegido.
Un tercer hecho que provocó tensión y nerviosismo en la sala se produjo con el Testigo 2, un anciano que padecía de sordera y que leía los labios, el que tenía dificultad para escuchar, entender y responder las preguntas.
El propio presidente de la sala, el magistrado Koch, debió actuar como facilitador o intermediario de las preguntas que formulaban las partes intervinientes en el juicio y que retransmitía en un tono mucho mayor y más pausadamente.
El Testigo 1 declaró que un día, por casualidad, estando en la casa de Pascual Pichún, escuchó una conversación entre éste y Patricia Troncoso ("La Chepa"), donde ambos comentaban que los dueños del fundo Nancahue debían entregar 600 hectáreas a la comunidad Temulemu, de lo contrario quemarían el bosque y su casa.
Consultado por la defensa si entonces avisó al dueño del predio sobre tales hechos, respondió: "Señorita, con todo respeto, no soy inquilino del señor Figueroa. Si hubiese sido subalterno... por ahí le habría avisado...".
A su vez, el Testigo 2 relató que la noche en que quemaron la casa, (12 de diciembre de 2001), Pascual Pichún salió de su casa con la cara pintada, un pasamontaña y una escopeta. En esa fecha, dicho testigo alojaba en la casa de Pichún, para quien trabajó por algunos meses.
El magistrado Koch, que tenía a su vista al Testigo 2, y éste al juez, por la posición del biombo y el estrado, debió retransmitir las preguntas que formulaban los fiscales, querellantes y defensores, por cuanto no escuchaba las interrogantes por un problema de sordera que lo afecta y se ayudaba leyendo los labios del juez.
El Testigo 2, de avanzada edad, también campesino y con poca facilidad de expresión, reiteró una y otra vez la misma declaración inculpatoria contra Pascual Pichún.
A la hora de los contrainterrogatorios de la defensa de Pichún, Troncoso y Aniceto Norín, las preguntas tendientes a debilitar la credibilidad de sus testimonios hicieron caer en reiteradas contradicciones a ambos testigos.
La fiscalía del Ministerio Público precisó ayer que el calificativo de "testigo sin rostro" es un intento de desacreditarlos y de cuestionar su veracidad.
Nulidad pendiente
La Sala Penal de la Corte Suprema se abstuvo de conocer de un recurso de nulidad presentado por la defensa de Pascual y Rafael Pichún, condenados a cinco años de libertad vigilada por el ataque incendiario a un camión. Ambos son hijos del lonco Pascual Pichún, quien enfrenta un juicio oral en Temuco. El máximo tribunal remitió los antecedentes a la Corte de Apelaciones de Temuco para que se pronuncie sobre la admisibilidad del recurso de nulidad.
TECNOLOGÍA
PROBLEMAS: mal funcionamiento de sistemas tecnológicos provocaron
demora en audiencias.
© El Mercurio S.A.P