El estudiante  mapuche Víctor Callupe Norín, 16 años, desaparecido hace 58 días fue  hallado sin vida en el Río Pidenco de la comuna de Lumaco.  Austral, 24 de Octubre de 2001.

 
Año LXXXVI - Nro. 30.957Jueves 25 de octubre de 2001

¡ Estaba muerto !

Momentos dramáticos vivieron familiares del menor Víctor Callupe Norín, cuando les informaron que los restos correspondían al estudiante desaparecido.

"No hay nadie en la casa, la policía vino y se llevó a mi papá para buscar a mi hermano", relató un pequeño de rostro moreno que con inocencia ignoraba que el cuerpo sin vida del joven mapuche Víctor Callupe Norín, 16 años, desaparecido hace 58 días, había sido hallado flotando en el Río Pidenco de la comuna de Lumaco.

El cadáver que se encontraba en la ribera del afluente tapado por algunos matorrales y enganchado a una rama fue encontrado por Víctor Rojas Poblete, 25 años, en el instante que le daba de beber agua a su caballo.
 

HALLAZGO

 

 

Si bien el hallazgo se produjo la tarde del martes, sólo en la mañana de ayer el lugareño lo comunicó a la Fiscalía de Traiguén, decisión que habría tomado por temor a verse involucrado en algún proceso judicial.

Los restos que se encontraban en avanzado estado de descomposición fueron hallados a unos 300 metros del sector El Balneario, frente a las ruinas de un convento franciscano, lugar próximo al establecimiento educacional donde estudiaba el liceano.

Fuentes cercanas a la investigación precisaron que gran parte del cuerpo del estudiante estaba sumergido en el agua, aún vestía de uniforme y tenía algunos moretones en el rostro.

Si bien en un principio sólo era un hallazgo de cadáver, las dudas respecto a que los restos correspondían al joven mapuche se disiparon cuando personal de la Policía de Investigaciones encontró la cédula de identidad en la cartera de la camisa de colegio que vestía.

El menor, quien registraba domicilio en el sector de Anadela, un villorrio ubicado en las afueras de Lumaco, desapareció cerca de las 14 horas del 27 de agosto en los momentos que se dirigía a un taller de estructuras metálicas en el Liceo Municipal de esa comuna, donde cursaba el tercer año de enseñanza media.

Al lugar llegó el fiscal Raúl Bustos de la Fiscalía de Traiguén, quien el lunes recién pasado fue designado por el Ministerio Público como fiscal exclusivo para investigar la desaparición del menor.

Hasta el sitio del hallazgo también concurrió personal del Laboratorio de Criminalística (Lacrim) y efectivos de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, quienes realizaron diversos peritajes en el sitio del suceso con el fin de esclarecer la causa de muerte del estudiante.

Personal de las Fuerzas Especiales de Carabineros resguardaron el cierre perimetral para impedir el ingreso de personas que nada tenían que ver con el trabajo policial.

La noticia de que los restos del menor Víctor Callupe habían sido encontrados corrió rápidamente entre los habitantes de la localidad, quienes no demoraron en llegar hasta el sector donde la policía estaba realizando las primeras diligencias.

Un cerco de alambre separaba los 100 metros que había del sitio preciso del hallazgo y el medio centenar de personas que conmovidos se agolpó en el sector para presenciar el vasto operativo y solidarizar con la familia del estudiante.

Allí también estaba Sergio Callupe, padre del menor, acompañado de Irma Chehuan Ancamilla, tía del joven mapuche y otros parientes. A ratos un fuerte apretón de manos o un abrazo lleno de afecto ayudaban a mitigar la incertidumbre y la angustia provocadas por la espera.

Los familiares del joven mapuche comentaban que el lugar donde el menor fue encontrado había sido rastreado en varias ocasiones por buzos mariscadores, de Bomberos, Carabineros y de La Armada, por lo que el sitio del hallazgo les despertaba sospechas de la posible participación de terceros en lo ocurrido.

Los familiares del desaparecido querían pensar que todo era una equivocación y que Víctor Callupe estaba vivo en algún lugar, pero aquello no pasó de ser sólo una ilusión, porque momentos después se enteraron de la dolorosa realidad, fueron informados que los restos efectivamente correspondían al liceano desaparecido.

Para sacar el cadáver desde el río trabajaron cuatro buzos del Grupo Especializado de Rescate Subacuático (Gersa) de la Cuarta Compañía de Bomberos de Temuco. Con apoyo de un bote zodiac los buzos lograron sacar los restos del joven y luego el fiscal ordenó el levantamiento del cadáver.

El cuerpo del estudiante fue trasladado en un vehículo del Servicio Médico Legal de Temuco hasta las dependencias de esa unidad especializada, donde hoy se le practicará la autopsia correspondiente.

La necropsia deberá confirmar que los restos encontrados corresponden a Víctor Callupe Norín y arrojará antecedentes claves para la investigación, como la causa probable del deceso y la data de muerte. A esto se suman los exámenes toxicológicos para determinar si el menor había bebido alcohol y en qué cantidad o si consumió alguna otra sustancia que incidió en su muerte.

La autopsia también podría revelar si los moretones que el estudiante presentaba en el rostro fueron producto de alguna caída o si hubo participación de terceros.

El cuerpo del joven mapuche le será entregado mañana a los familiares, quienes lo trasladarán hasta Lumaco. Ayer trascendió que sus restos serán velados en su domicilio.

Texto y fotos:

Roberto Neira


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