mpresa forestal dispuso las faenas para la explotación de cinco mil hectáreas de pino y no están dispuestos siquiera, a arreglar el camino a los pequeños campesinos mapuches y chilenos. Son 22 kilómetros que unen a estas familias humildes con la educación, la salud, el bienestar. “Pero Forestal Mininco las destroza y pisotea nuestra dignidad”.Con no poca frecuencia, aparece Cholchol en las páginas noticiosas, con una carga dura, negativa. Es frecuente señalar que en los campos de esta comuna joven y con ganas de surgir, algunos hechos que obtienen un rechazo unánime. En seguida, aparece el estigma de una comuna belicosa, polémica y con pocos deseos de trabajar en cuanto proyecto productivo se presente en la zona.El concejal Arnoldo Ñanculef Huaiqinao, es uno de ellos. Sabe y conoce a su comuna. Por ello, ante la consulta de los graves hechos que periódicamente ocurren en sus tierras –y que pocos son aclarados por la justicia- nos señala algunos ejemplos que de las cosas que allí opcurren pero que no aparecen en los medios.“Peñi, allí hay ganas de trabajar y salir adelante”, nos dice con rostro serio. “Pero te voy a contar un solo hecho que retrata la realidad de los hechos y como actúan algunos huincas, pese a que estamos en otros siglo”. Diario El Gong, 4 de octubre de 2006
“FORESTAL MININCO SIEMBRA DISCORDIAS ¿QUÉ ESPERA COSECHAR?'
por cronica
( Arnoldo Ñanculef Huaiquinao, concejal de Cholchol, pone el dedo en la yaga: )
Empresa forestal dispuso las faenas para la explotación de cinco mil hectáreas de pino y no están dispuestos siquiera, a arreglar el camino a los pequeños campesinos mapuches y chilenos. Son 22 kilómetros que unen a estas familias humildes con la educación, la salud, el bienestar. “Pero Forestal Mininco las destroza y pisotea nuestra dignidad”.
Con no poca frecuencia, aparece Cholchol en las páginas noticiosas, con una carga dura, negativa. Es frecuente señalar que en los campos de esta comuna joven y con ganas de surgir, algunos hechos que obtienen un rechazo unánime. En seguida, aparece el estigma de una comuna belicosa, polémica y con pocos deseos de trabajar en cuanto proyecto productivo se presente en la zona.
El concejal Arnoldo Ñanculef Huaiqinao, es uno de ellos. Sabe y conoce a su comuna. Por ello, ante la consulta de los graves hechos que periódicamente ocurren en sus tierras –y que pocos son aclarados por la justicia- nos señala algunos ejemplos que de las cosas que allí opcurren pero que no aparecen en los medios.
“Peñi, allí hay ganas de trabajar y salir adelante”, nos dice con rostro serio. “Pero te voy a contar un solo hecho que retrata la realidad de los hechos y como actúan algunos huincas, pese a que estamos en otros siglo”.
Su relato tiene que ver con con una de las empresas forestales que operan en la zona. Tienen dispuesto todo para la explotación de cinco mil hectáreas de pino. Incluso las faenas de tala ya comenzaron y se encuentran “acanchando”. Luego viene el traslado a las plantas y la exportación. “Mira, vamos a tener flotas de camiones con carro día y noche, transitando por nuestros caminos, desde noviembre en adelante”.
Sin duda, se trata de una oportunidad. Trabajadores de todo tipo, pero para el concejal, no hay prácticamente nada de ocupación de mano de obra local, sino que la mayoría viene de afuera.
EL PROBLEMA: FORESTAL MININCO
Pero, ¿cuál es el problema, concejal?. “Es que la empresa forestal Mininco comienza a explotar sus bosques, extraerá la madera y no están dispuestos a invertir ni un solo peso en la mantención del camino. ¿Cómo vamos a soportar que la gente no se enoje, cuando se encuentran con empresas poderosas, que extraen riquezas sin devolver una pequeña parte de sus ganancias y que además, destrozan sus caminos?
La respuesta del concejal, explica en parte, algunos de los graves problemas de imagen de de esa comuna. De vez en cuando llegan las quejas de algunos empresarios que reclamen que los indígenas no los dejan trabajar. Pero –como en este caso- el reverso de la medalla está cargada de hechos injustos de empresas contra las comunidades.
“En este caso, dice Ñanculef, se trata de cerca de 50 familias del sector Malalche Alto, distante a unos 22 kilómetros de Cholchol. En ese sector están las cinco mil hectáreas de plantaciones de Mininco”.
Para llegar a ese sector, se ocupa un camino público de ripio, que ahora está sólo en regular estado. Tiene un tramo de 3,5 kilómetros que está en pésimas condiciones. Las micros no pasan y mucha gente debe caminar cinco kilómetros para llegar hasta el lugar donde espera la locomoción. En ese sector, hay más de 23 comunidades, por lo menos. Adivine peñi, cómo estarán de preocupados porque después no les va a quedar camino”.
Para encontrar alguna solución, el concejal Arnoldo Ñanculef se reunió con dirigentes de comunidades como de campesinos “huincas”, con el representante de la empresa. “Pero, esa persona, Alvaro Espina, no tiene ningún interés de llegar a alguna solución. No llegó a la reunión y sólo nos respondió en otro encuentro que le interesa explotar el fundo La Pradera y después volver en unos 20 años más.
Las familias que viven por ese sector, por experiencia, saben que después de la explotación de un bosque, quedan destruidos los caminos, puentes y alcantarillas y que pera reparar, Vialidad no está dispuesta con los recursos de inmediato. Por eso quedan aislados. Esta empresa no tiene ninguna responsabilidad con los caminos. No tienen conciencia del daño social que causan. Ojalá que los peñis en la ciudad sepan cuánto cuesta salir del campo en invierno, para ir al colegio, al pago o realizar cualquier trámite. Sin caminos no hay locomoción. Y son pocos los que tienen vehículos, porque son pobres”.
NO SON TODOS…
Pero el concejal Ñanculef reconoce que de esta situación, no todas las empresas forestales actúan de la misma forma. “Hay dos forestales más que están trabajando en Cholchol: Masisa y Bosques Cautín. Ellos se preocupan de esto y sostienen reuniones con la gente y acuerdan alguna forma de arreglo, directamente en el camino, o realizan aportes a la Municipalidad. Así da gusto trabajar”.
Agrega, que hace un tiempo, Masisa compró un terreno y lo puso a disposición de la Municipalidad para construir una escuela. Bosques Cautín tiene encuentros permanentes con la gente, llega a soluciones, regala toda la leña a los campesinos y se preocupa que los cupos de empleo sean para los cholcholinos. Es decir, estos huincas tienen otra visión, otra lógica y consideración con los comuneros y los pequeños agricultores”.
Y demostró con hechos. “En Huamaqui, Bosques Cautín tienen una mesa de diálogo con los comuneros y allí llegan a acuerdos y arreglan cualquier problema; Masisa, también tiene un punto de diálogo permanente con la gente de Cullinco Alto y Bajo”.
Pese a estar acostumbrados a los avatares de la discriminación, Ñanculef no ceja. “No importa; tenemos paciencia. Espero que ganen harta plata pero no se quejen porque después tienen problemas con sus vecinos. Que los demás empresarios sepan que lo que reclamamos es justicia. Pero Forestal Mininco sólo siembra la discordia la discordia en Cholchol. Algún día tendremos empresas huincas más conscientes con los pobres y con los mapuches”.