Por
Gloria Díaz Caris.
Toda la identidad ancestral de la Región
de la Araucanía se expone en el recién inaugurado Museo Mapuche Pucón,
ubicado en esta localidad. Se trata de una muestra que exhibe la riqueza
de las formas, diseños y decoración, donde destacan máscaras y símbolos
de poder propios de esta cultura.
Gonzalo Ulloa es el coleccionista que
se entusiasmó con la idea de recolectar piezas luego de que sus abuelos
comenzaran con el tema. Se interesó principalmente por los objetos de
piedra "debido a su singularidad y a que son poco vistos", asegura la
historiadora del arte Nicole Barreaux, encargada del museo.
Todo este despliegue sirve para demostrar
la capacidad de una cultura que se empezó a cohesionar a partir del
año 1000 después de Cristo y que se fue adaptando a las influencias.
Nicole Barreaux explica que "el pueblo
mapuche como tal no es una cultura homogénea porque cada grupo tiene
sus singularidades, pero sí tienen un idioma común".
Los unen además ciertas costumbres, por
ejemplo, en el mundo mapuche el hombre es el joyero y la mujer la que
se adorna. Esta, "mientras mayor era su estatus social más grandes y
pesadas eran sus joyas, lo que estaba relacionado también con el estatus
de su hombre", detalla la historiadora.
La plata sólo la comenzaron a utilizar
después de la arremetida española, poniéndole un sello propio. "Fueron
capaces de generar algo muy singular, a pesar de ser una técnica foránea",
afirma la encargada.
La máscara
Una novedad que exhibe el museo son las
máscaras, en cuya confección se ocupó como principal material la piedra.
Aunque no se conoce su data se presume que las más recientes pertenecen
al siglo XVI ó XVII, por lo menos.
En la muestra existe un ejemplar con
crin de caballo, lo que, según la guía, explica el hecho de que se utilizaban
en la época de ocupación española, "sabiendo que la representación del
europeo es siempre de barba y bigote".
La máscara, como símbolo, siempre ha
sido el apropiarse de otro, por lo que se la relaciona con algún rito
utilizado tanto en personas como en estatuas.
Estas tienen una mayor importancia en
la muestra ya que las joyas han sido ampliamente conocidas y estudiadas,
mientras que las máscaras tienen un valor relacionado con lo inédito.
Costumbres
Los mapuches son un grupo poco cohesionado,
"no siguen a un líder y tampoco tienen una estructura jerárquica muy
fuerte", afirma Nicole Barreaux. Entonces, la manera utilizada entre
ellos para influir sobre otros y convencerlos de las habilidades de
líder, era expresarse muy bien.
Así, les inculcaban a los niños desde
muy pequeños la fuerza física y la capacidad de expresión, existiendo
registros de hasta ocho horas seguidas de discurso.
El emblema de poder en tiempos de guerra,
tal como se muestra en el museo, tiene forma de hacha y se llama Toquicura,
que quiere decir líder de piedra. El mandamás durante los combates no
es necesariamente el líder político.
Teniendo en cuenta que la oratoria en
los mapuches es fundamental, el poder político estaba representado por
el choroy, un loro de la Araucanía que es muy parlanchín.
Sus dioses
Se trata de una sociedad poligámica,
donde el hombre con mayor estatus es el toqui en el momento de guerra
y el lonco en momento de paz. Ambos son dentro de la tribu posee el
mayor poder adquisitivo para comprar las joyas más grandes a sus mujeres.
Un material de uso cotidiano era la cerámica,
"es utilitaria y la ocupaban para guardar chicha, agua y granos", cuenta
la historiadora del arte.
Esta, se ha asociado también a ajuares
funerarios, por lo que se cree que posee un significado relacionado
con un buen viaje, teniendo en cuenta una importante cantidad de cultos
que presenta esta cultura. "Los mapuches tienen un panteón de divinidades
y dioses muy grande, los tallaban o representaban de distinta manera
en madera o en piedra", concluye la encargada del museo. |