. Para la Conadi, Philippe Boiry es sólo “un personaje anecdótico, sin mucha relevancia”. “Jamás hemos tenido un monarca” fue la reacción general frente al francés, pariente de Orelié Antoine de Tounens. En pie de guerra amanecieron ayer las comunidades mapuches de la Novena Región frente a un folclórico ciudadano francés llamado Philippe Boiry, quien se autodenomina el “Príncipe de la Araucanía” y, como tal, acaba de premiar con sendas medallas de honor a dos indígenas de la zona. Boiry asegura ser descendiente de Orelié Antoine de Tounens, aquel excéntrico aventurero galo que en 1860 fue proclamado por algunos caciques como “Rey de la Araucanía y la Patagonia”. Y valiéndose de ese título, el septuagenario europeo, con residencia en París, decidió entregarle un reconocimiento al estudiante universitario Pedro Cayuqueo y al abogado José Lincoqueo, ambos por su lucha en pos de la autonomía mapuche. Estímulos que cayeron de la peor forma en los alrededores de Temuco. “Esto no solamente nos parece pésimo, sino que es una locura. Los mapuches jamás hemos tenido un rey ni un príncipe. Esta persona vino hace 20 años y nosotros lo echamos de nuestras tierras, y nuestros hermanos no tienen por qué reconocer ni recibir nada de él”, dijo José Santos Millao, líder y vocero de la organización Ad-Mapu. Lo mismo opinó José Nahín, dirigente del “Consejo de todas las tierras”, quien incluso llamó a los dos premiados a explicar su posición: “Nuestra raza jamás se ha unido a los extranjeros, y los hermanos deberían aclarar qué es lo que recibieron, y si es verdad que en dicho premio venía un dinero destinado a toda la comunidad, porque eso es lo que se comenta”, explicó. Conadi: un chiste. Para Guillermo Lincolao, director del Centro Mapuche de Estudios y Acción, cualquier cosa que Philippe Boiry haga es discutible. “Esta persona no es alguien importante para los mapuches, pero tampoco estoy de acuerdo con recibir sus premios. El compró unos títulos de nobleza y cree que eso le da prestigio”, subrayó. Aroldo Cayún, en cambio, director de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), estimó que las medallas de Boiry no pasan de lo anecdótico. “Yo conocí a esta persona en los años 90, pero sigo opinando lo mismo que entonces: que es un personaje anecdótico sin mucha relevancia. Aquí tenemos problemas importantísimos, y lo que él diga o haga nos tiene sin cuidado”. Quien sí está de acuerdo con los designios de Philippe Boiry es Reynaldo Mariqueo, un mapuche de 57 años que vive en Bristol, Inglaterra. “Esta persona ha tratado de ayudar a nuestro pueblo, y sus títulos son legales según varias cortes europeas, porque en 1860 mis hermanos (mapuches) efectivamente buscaron ayuda en el extranjero, con Orelié Antoine de Tounens”, explicó el secretario general de la agrupación Enlace Internacional Mapuche (Mapu International Link). Las Ultimas Noticias, 13 de Julio de 2004