Con mi mayor respeto, quisiera decir que la agenda la fijo yo, o sea, a mí no me fijan la agenda. Yo soy el Presidente de la República, y por lo tanto si ellos quieren enviarme una carta, me la envían y si quieren venir a verme, pues yo veré si los puedo recibir. Pero eso de que he sido citado no sé dónde, por ningún motivo". Con estas palabras, el Primer Mandatario, Ricardo Lagos, se refirió a la polémica que se generó hace unos días, tras su fallida venida hasta Puerto Saavedra, donde fue esperado por dirigentes lafquenches. Austral, 14 de marzo de 2004 

 

Año LXXXVIII - Nro. 31.822 - Domingo 14 de marzo de 2004

"Al Presidente nadie le fija la agenda"

Una reunión desayuno sostuvo el Presidente Lagos con Diarios Regionales.

"Con mi mayor respeto, quisiera decir que la agenda la fijo yo, o sea, a mí no me fijan la agenda. Yo soy el Presidente de la República, y por lo tanto si ellos quieren enviarme una carta, me la envían y si quieren venir a verme, pues yo veré si los puedo recibir. Pero eso de que he sido citado no sé dónde, por ningún motivo".

Con estas palabras, el Primer Mandatario, Ricardo Lagos, se refirió a la polémica que se generó hace unos días, tras su fallida venida hasta Puerto Saavedra, donde fue esperado por dirigentes lafquenches.

Las apreciaciones fueron entregadas el pasado viernes, en el marco de la segunda reunión desayuno sostenida por el Presidente de la República y Diarios Regionales, con presencia de Directores de Medios desde Arica a Puerto Montt.

En la ocasión, y ante una consulta de El DIario Austral de La Araucanía respecto de este impasse, Lagos indicó que "yo fui invitado en febrero a una celebración, que tenía que ver con la forma como había culminado el proceso con los lafquenches respecto del borde costero y la utilización de los recursos naturales. No era una reunión para discutir otros temas, era una celebración, un acto promulgatorio de aquello. Desgraciadamente no se pudo hacer, porque falleció un lonko ese mes, entonces planteamos la posibilidad de hacerla con posterioridad".

De acuerdo con lo señalado por el Primer Mandatario, "en el intertanto, la celebración se transformó en algo distinto, porque me dijeron que me querían entregar notas, cartas, había molestias de no sé qué cosas, y entonces me cambiaron el acto. Ahora, me parece muy bien que a mí me entreguen cartas y petitorios. Cada vez que voy a celebrar algo y entregar algo, usted sale con más cartas que llegó, claro. Va a entregar uno y le piden cuatro".

AGENDA

"Lo segundo es que recibí informaciones, en el sentido que ellos tenían una percepción de que yo era un invitado de, y yo tenía la percepción de que era al revés, que yo los estaba invitando a ellos. Entonces yo pedí que se clarificaran", agregó Lagos. "Simultáneamente -es cierto- tuve que abordar el tema de Televisión Nacional y eso me obligó a tener un conjunto de reuniones acá en Santiago con los miembros del directorio, y en vista de que la celebración (en la Novena Región) se había transformado en algo distinto decidí suspenderla. Y yo con mi mayor respeto quisiera decir que la agenda la fijo yo, o sea, a mí no me fijan la agenda, yo soy el Presidente de la República, y por lo tanto si ellos quieren enviarme una carta me la envían y si quieren venir a verme, pues yo veré si los puedo recibir. Pero eso de que he sido citado no sé dónde, por ningún motivo. El Presidente no va donde lo citan, los que pueden citar al Presidente son determinadas instituciones".

CONFLICTO

MAPUCHE

-¿Cuál es su visión del conflicto mapuche actualmente?

-Creo que está mucho más encausado. Usted ha visto lo que pasó este verano y creo que eso habla bien de lo que estamos haciendo. Tenemos que seguir trabajando en eso. Estamos hablando en ese sector de 2 mil comunidades y se está trabajando con 450 comunidades en el proyecto Orígenes. Ahora, el proyecto Orígenes está funcionando y estamos en la segunda etapa, de cuáles van a ser los nuevos proyectos que se harán caminar. Creo también que se ha podido demostrar que ciertos proyectos emblemáticos, complejos, como Ralco y otros, alcanzaron un buen consenso y eso también ayudó a destrabar, por así decirlo, determinado tipo de situaciones. Y espero próximamente también -terminé de leer en el verano el largo informe de la Comisión Verdad que presidió el ex presidente Aylwin- dar a conocer los ligamentos básicos de una política que está sólida, en donde creo también que tenemos tareas pendientes, como el convenio 169, el reconocimiento de los pueblos, una reforma constitucional, que me parece que son elementos que nos permiten avanzar en la dirección correcta, y por lo tanto yo soy bastante optimista respecto de la forma en que esto ocurre. Ahora, hay algunos sectores que son un poco discrepantes, pero el grueso de las comunidades indígenas están en esta dirección. Creo que eso es lo importante.

-El tema reconocimiento histórico al rol, a la fuerza del pueblo mapuche en Chile...¿se ha basado en esa materia?

-Yo creo que sí. Yo creo que el informe, que es muy completo en ese sentido, no pretende establecer "la verdad histórica", pero sí efectivamente es lo que ocurrió, o sea, hay una parte muy bien lograda en ese sentido. Decir, bueno, mire lo que ocurre a finales del siglo XIX, la incorporación de los Aymarás como resultado de la expansión hacia el norte de Chile después de la Guerra del Pacífico, lo que ocurre con Policarpo Toro y la incorporación de los Rapa Nui en la Isla de Pascua, lo que ocurre con posterioridad en la región de la Araucanía o lo que ocurre con el proceso de explotación ganadera en Tierra del Fuego y Punta Arenas, a través de las concesiones...si usted piensa, esos cuatro elementos que significan expandirse o tomar posesión, por así decirlo, del territorio, hacen entrar en conflicto con sociedades étnicas originarias y en consecuencia ahí se produce este, llámenlo ustedes choque de civilizaciones, un proceso que algunos han denominado integración forzada, que son las radicaciones que se hacen en el sur de Chile y que desde finales del siglo XIX y hasta 1930 más o menos, produce un proceso difícil, y luego las distintas políticas del Estado que apuntaban en otra dirección, de ver cómo se pueden resolver los temas.

 


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