LA NACION LINE | 11.11.01 |
La Nación (Buenos Aires), 19 de noviembre de 2001.
RESISTENCIA.- La pregunta decía: "¿Existe en este hogar alguna persona que se reconozca descendiente o perteneciente a un pueblo indígena?"
Pero las comunidades aborígenes no están conformes con el único interrogante del censo vinculado con las etnias de todo el país: dicen que se sienten discriminados porque, en el cuestionario, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) no incluyó preguntas más específicas ni contempló la posibilidad de conocer cuáles son, concretamente, los reclamos de los indígenas.
Algunas de estas sensaciones sintieron ayer Luis Silvestre y las personas a las que él, maestro e integrante de la etnia toba, entrevistó en el Barrio Toba de Resistencia.
"La discriminación se siente igual, siempre somos tratados de forma diferente", respondió Ofelia, una de las personas censadas en el asentamiento Chilliyí, detrás de la escuela Aída Zolezzi de Florito.
Es que los habitantes del lugar consideran que la inclusión de una única pregunta sobre aborígenes en la planilla censal no es un indicador de igualdad, sino todo lo contrario.
Se preguntan por qué no se les consulta su opinión acerca
de si hay que respetar o no las leyes indígenas, o sobre sus reclamos
de tierra y de trabajo, o acerca de sus costumbres, idioma o religión.
"Nadie nos consultó"
"Cuando se hicieron las preguntas, nadie nos consultó", reprochó ayer Silvestre.
El gobierno nacional presentó la pregunta sobre aborígenes como un hecho destacado, porque es el primer censo que considera a los indígenas en un capítulo diferenciado del resto de los habitantes.
En encuestas anteriores, si bien eran censados, los aborígenes terminaban incluidos en las estadísticas generales, sin diferenciarse como una comunidad única.
Pero la innovación para la encuesta de este fin de semana no satisfizo a las comunidades, que exigen mayor profundidad en la temática aborigen.
La pregunta del censo 2001 es la segunda de la encuesta y da la posibilidad de marcar la pertenencia a 17 etnias de todo el país, entre las que están incluidas las tres del Chaco: toba, mocoví y wichí.
Los casilleros sólo olvidaron mencionar a la comunidad "avá guaraní", que es tildado por el encuestador en la categoría "otro pueblo indígena".
"Preparada en Buenos Aires"
"Se nota que la encuesta fue preparada en Buenos Aires. En muchos casos, los aborígenes se sienten como invadidos, avasallados en sus derechos", resumió ayer Elena Fernández, la jefa de radio del sector del asentamiento Chilliyí, un conglomerado de casitas humildes donde viven alrededor de 150 personas, la mayoría de la etnia toba, la población aborigen más numerosa de la provincia.
Como también hay "criollos" -como ellos los llaman-, los indígenas del lugar muestran su molestia porque la encuesta no incluye la posibilidad de conocer si, por ejemplo, una aborigen está casada con un blanco, como también los llaman.
"Acá hay parejas mixtas y ¿qué pasa si el cuestionario
sólo es contestado por la persona que no es aborigen? De nuevo no
vamos a ser tenidos en cuenta", sostuvo Silvestre, que es maestro de la
escuela del barrio.
"Muy breve y muy general"
"El cuestionario, si bien es muy importante que incluya una pregunta sobre nosotros, es muy breve y general respecto de nuestros derechos. Hacen falta preguntas más puntuales", agregó Silvestre.
Y Ofelia, que en ese momento estaba siendo encuestada, dio algunos ejemplos.
"No nos preguntan si hay que respetar las leyes aborígenes, ni
sobre nuestros pedidos de tierra y trabajo, ni sobre el respeto a nuestra
dignidad como etnia, nuestra religión o nuestra lengua", dijo en
una enumeración que sigue siendo incompleta.
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