Jefe de IX Zona de Carabineros, general Mauricio Catalán, dijo que severa autocrítica permitió término de prácticas erróneas.
 

TEMUCO (Iván Fredes).- En el marco de un inusual reconocimiento de irregularidades y errores cometidos por las fuerzas policiales para la mantención del orden público en la zona de conflicto índígena, el jefe de la IX Zona de Carabineros, general Mauricio Catalán, dijo haber instruido al personal institucional para corregir procedimientos y privilegiar el diálogo franco y directo para la superación de diferencias.

Las instrucciones en tal sentido forman parte de un documento policial interno filtrado a la prensa y que fuera redactado por el mismo oficial. El informe forma parte de un análisis interno sobre la actuación de oficiales jefes, subalternos y personal de nombramiento institucional, donde se formula una severa autocrítica a los procedimientos, destacando como hechos negativos "el trato grosero, ofensivo, vejatorio y altanero" hacia quienes alteran el orden, especialmente a los integrantes de la etnia mapuche.

En la Región de la Araucanía, particularmente en zonas rurales de Ercilla, Traiguén, Lumaco y Collipulli, son frecuentes los enfrentamientos entre funcionarios de fuerzas especiales de Carabineros y comuneros mapuches, que reivindican como propias tierras y bosques de pinos de empresas forestales.

El informe reservado, que data de junio del año pasado, fue enviado a la Fiscalía Militar de Cautín luego que comuneros mapuches interpusieran denuncias sobre maltrato y abusos contra personas de esa etnia, cometidos en su contra por funcionarios de Carabineros durante diversas movilizaciones reivindicativas o de protestas por la detención de comuneros.

El general Catalán reconoció ayer que, a través de un profundo análisis de la actuación policial, concluyó que los oficiales al mando carecían de capacidad y dominio respecto del personal subalterno, y que muchas veces concurrían a un lugar de conflicto con un ánimo confrontacional.

"Ese tipo de comportamiento irregular hace aparecer a Carabineros como enemigo de la etnia mapuche, en circunstancias de que las acciones de los indígenas no son contra la institución", anota el informe.

La corrección de ese tipo de actitudes, para que los procedimientos sean ajustados y proporcionales a las fuerzas en conflicto, fue el propósito de la autocrítica, manifestó la autoridad policial.

"De ninguna manera hay racismo. Hay errores y eso lo corregimos; para eso hacemos esos análisis", comentó el general Catalán, descartando categóricamente que los piquetes policiales enviados a las comunidades en conflicto para restablecer el orden público actúen con ese tipo de prejuicios.

"Eso no es así. Incluso, podemos decir que el 8 por ciento del personal en esta zona es de origen mapuche. Lo que ocurre es que a veces se sobrerreacciona", insistió el alto oficial policial.

Entre otras autocríticas, el informe precisa la falta de liderazgo de los oficiales a cargo del servicio, el uso incorrecto de elementos de protección, el empleo indiscriminado de la escopeta antimotines, la incapacidad para un debido copamiento del área del procedimiento, y el desconocimiento del concepto de legítima defensa, por cuanto en ocasiones se continúa disparando cuando los subvertores se han dado a la fuga.

El general Catalán sostuvo que cada procedimiento es revisado y analizado para corregir actuaciones erróneas e irregulares e instruir a los oficiales y personal subalterno sobre el correcto proceder en situaciones de conflicto.