Santiago de Chile, Domingo 29 de Octubre de 2000


VIII, IX Y X REGION:
98 Mapuches Postulan en 54 Comunas Sureñas

Machis, loncos y peñis compiten por conquistar sufragios de un universo potencial de 336 mil electores de esa etnia.
 

TEMUCO (Iván Fredes).- El machi Víctor Caniullán Coliñir es uno de los postulantes más atípicos a uno de los 341 sillones alcaldicios del país.

Con apenas 28 años, es la máxima autoridad espiritual y médica de la comunidad mapuche Quillén Alto, en la comuna de Carahue, Región de La Aruacanía, y el primero que ostentando tal jerarquía postula al municipio.

Pero no es el único. Otros 97 loncos o jefes y peñis o hermanos, como se autodenominan, postulan a ocupar similar número de cargos en 54 de las 125 comunas en tres regiones del sur del país - del Biobío, de La Araucanía y de Los Lagos- , las de mayor población mapuche según el censo de 1992, excluida la Región Metropolitana.

En estas tres regiones el universo electoral potencial de los mapuches es de aproximadamente de 336.676 electores, considerando los mayores de 18 años, aun cuando no existen datos ajustados respecto de los inscritos en los registros electorales.

Tampoco se dispone de un registro estadístico respecto del ancestro mapuche de los 98 candidatos, cuya pertenencia a esta etnia es estimada sólo en consideración a los apellidos de este origen.

Tampoco hay estudios certeros acerca de la intención del voto mapuche y su influencia en las urnas, aunque en las regiones mencionadas representan cerca del 18 por ciento del universo electoral.

Desde 1990 a la fecha sólo dos representantes mapuches han sido elegidos alcaldes. Uno de ellos es el ex edil Ponciano Román, de San Juan de la Costa (Región de Los Lagos) y otro el actual alcalde de Tirúa (Región del Bíobio), Adolfo Millabur.

La situación podría variar en las elecciones de hoy. Según un análisis de José Aylwin y Rubén Sánchez, del Instituto de Estudios Indígenas, en los últimos años se registra un fuerte proceso de organización territorial mapuche a través de asociaciones comunales e identidades territoriales (lafkenche, pehuenche, huilliche, nagche o wenteche). Estas buscan fortalecer sus derechos en los espacios geográficos que ocupan y una mayor participación con vistas a su desarrollo material y cultural.

A modo de ejemplo, en la Región del Biobío, con 52 comunas, en 13 de ellas postulan al municipio 18 candidatos mapuches; en Región de La Araucanía, con 31 comunas, en 22 de ellas lo hacen 53 candidatos indígenas: y en la Región de Los Lagos, con 42 comunas, en 19 postulan 27 candidatos mapuches.

En su mayoría integran pactos o subpactos en colectividades políticas tanto de izquierda como de centro y derecha. Sólo una minoría lo hace como independientes, con el exclusivo apoyo de sus comunidades.

Escaso Apoyo de
Sus Congéneres

Un análisis preliminar del Instituto de Estudios Indígenas, dado a conocer en un encuentro con candidatos de esa etnia, estableció que, por ejemplo, en las elecciones municipales de 1996 participaron 69 candidatos mapuches en la Región de La Araucanía, los que obtuvieron una votación de 15.222 sufragios, una cifra mínima en relación al potencial electorado indígena en la zona, estimado en 139.794 electores.

Los analistas políticos partidistas no han hecho proyecciones acerca de las preferencias del mundo indígena, pero considerando su votación potencial compiten por incluirlo en sus propias alianzas, aun cuando más como un aporte electoral que como representantes del conglomerado político.

Distinto es el caso en la comuna de Ercilla, donde postula como independiente Juan Catrillanca, lonco de Temu Cuicui, quien formalizó su inscripción con sólo 27 firmas.

"El mapuche no apoya a su hermano. Es un problema cultural. Aquí llegan los huincas con muchas promesas. Tiene buena palabra, traen vino y un sanguchito. Así se los ganan. No hay conciencia como pueblo y de la fuerza que tendríamos unidos", se lamenta Catrillanca.

Por su parte, el machi Víctor Caniullán, postulante a la alcaldía de Carahue, señala que su campaña dispuso de escasos recursos. "Algunos aportaron con un saco de papas, otros con flores y hubo harto trabajo en las comunidades".

Todos aspiran a representar ante el municipio local sus demandas por una mayor participación política para mejorar sus condiciones de vida, el mejoramiento de los caminos rurales, planes de desarrollo productivos, nuevas escuelas, mejor salud y su reconocimiento como pueblo con cultura, historia, lengua y necesidades propias, distintas a las del "Huinka".

Para el éxito de su campaña el lonco Juan Catrillanca participó incluso en torneos de palines o chueca y en nguillatunes, para pedir al Padre o Dios, Chao Ngenechén, el apoyo de sus comunidades en las urnas.


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