Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
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Opinión
Lunes 20 de Diciembre de 1999
Punto de vista
Causa mapuche en impasse

En el gran conglomerado humano que forma en pueblo mapuche coexiste una diversidad de corrientes de opinión en relación a los modos de actuar para la conquista de sus legítimas reivindicaciones. El contexto de las informaciones de la prensa huinca induce a estimar que existirían cuatro tendencias principales. Una que, supuestamente, preferiría la práctica de actos de fuerza. La segunda, que sugiere una propuesta de constitución de alguna forma de entidad política separada del resto de la nación chilena. La tercera, orientada a reconquistar derechos y ganar mayores espacios de participación social, política y cultural para el pueblo mapuche en el marco básico de la institucionalidad chilena, impulsando las reformas pertinentes y realizando manifestaciones públicas no violentas. (Como fue la convocatoria del 12 de octubre en el puente del Biobío). Y la cuarta, que comparte una actitud pasiva, de mera expectativa peticionaria de lo que puedan dar buenamente las autoridades, los patrones o los caudillos electoreros.

La sección anterior es una simplificación excesiva. El pueblo mapuche está aun lejos de haberse dado una división política ideológica precisa y de alguna permanencia. Es más acertado suponer que son amplia mayoría los que están dispuesto a cambiarse de una posición a otra o que tienen simpatías por algunos componentes que pertenecen a determinadas posiciones de otras diferentes, más en apariencia que en el fondo. Podríamos decir que la mayor proporción del pueblo mapuche se halla en un estado de fluidez política.

En el futuro o a mediano plazo el pueblo mapuche podría aglutinarse con mayor firmeza y duración en torno a una, entre varias, posición política frente al gobierno y la sociedad civil chilena, que pueden ser de enfrentamiento más radical, con violencia moderada o fuerte, de diálogo altivo, digno y pacífico o de rencorosa conformidad, más simulada que sincera. Es evidente que el comportamiento de las principales contrapartes huincas, los agentes políticos y los propietarios de tierras, influirá, de modo determinante en las actitudes que adopten a futuro los segmentos más políticamente eficaces del pueblo mapuche. Una actitud de fuerza, confabulada de parte de los sectores huincas, fomentará la adhesión mapuche a las posiciones más radicalizadas; pues les proporcionará el prodigioso aglutinante político de ofrecer la oportunidad de combatir unidos en contra de un enemigo claramente odioso.

El manejo autoritario del presidente Frei Ruiz-Tagle de la Conadi y Conama, aceleró una cohesión básica del pueblo mapuche. Sectores importantes de mapuches más ilustrados perdieron su fe en la Conadi y se han aproximado a los grupos más radicales. Ya no esperan nada de una bondad altruista de los huincas.

Una derogación clara, franca y honesta de la supeditación de Conadi al poder discrecional del Presidente de la República, otorgando facultades de autogobierno indígena a una nueva Conadi, es la única señal de buena fe, capaz de reconquistar una confianza mapuche en las instituciones propuestas por los huincas. (La última elección de consejeros de Conadi arrojó datos muy significativos. Se inscribió menos de un 20% de los indígenas con derecho a hacerlo y de esa, tan magra proporción, votó menos de un 25%. Esto quiere decir que apenas un 5% del universo político indígena ha estado dispuesto a ofrecer candidatos para su selección regia por el Presidente de la República. Una vez que éste designe a los consejeros de su gusto, éstos representarán algo como el 2% de los pueblos indígenas. Sorprende que no se publiquen ridiculizaciones de esta situación. Y más nos va sorprender, cuando nos percatemos que estas peculiaridades de grotesco abuso de proceso democrático sea conocida más en el extranjero que en Chile.

Lo avanzado trabajosamente y de buena fe por el gobierno de Patricio Aylwin para ganar la confianza de los pueblos originarios lo perdió con desaprensiva facilidad Frei Ruiz-Tagle. El próximo gobierno hereda esta victoria a lo Pirro de Endesa y sus muy lamentables efectos a mediana y largo plazo.

Sí, la causa mapuche está en impasse. No se le ve un desenvolvimiento claro, por el momento. En gran medida todo depende de la racionalidad de los huincas que son contrapartes directos de los mapuches.

Carlos Neely I.


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