La responsabilidad de políticos y ONGs en la venta de tierras a extranjeros. La preocupación pública surgida sobre la extranjerización de la tierra en las costas patagónicas ha abierto un nuevo espacio de debate en la ciudad. Incluso contribuye a reposicionar la responsabilidad que les compete a las autoridades para identificar operaciones que puedan dejar en manos extranjeras sectores estratégicos de nuestra provincia. En este marco, también quedan abiertos importantes interrogantes sobre el rol que tienen algunas ONG ambientalistas ligadas a inversores y financiaciones externas, y a la carencia de explicaciones públicas sobre sus objetivos declamados y sus acciones reales. Continuando con la línea investigativa que desprendió el Diario El Chubut, al descubrir a los empleados de Joe Lewis aprovisionándose en Madryn y sumar al aporte que en la edición de ayer hacía nuestro Diario al preguntar públicamente ¿Por qué algunas ONG locales no se pronuncian ante la extranjerización de la tierra? es que conviene profundizar en la trayectoria y relación del magnate Douglas Tompkins, el mayor comprador externo de tierras en la Argentina y, por ejemplo, la Fundación Patagonia Natural. Diario El Madryn, 21 de diciembre de 2006
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jueves, 21 de diciembre de 2006
Debate que abarca malversación de confianza pública
La responsabilidad de políticos y ONGs en la venta de tierras a extranjeros
.La preocupación pública surgida sobre la extranjerización
de la tierra en las costas patagónicas ha abierto un nuevo espacio de
debate en la ciudad. Incluso contribuye a reposicionar la responsabilidad que
les compete a las autoridades para identificar operaciones que puedan dejar
en manos extranjeras sectores estratégicos de nuestra provincia.
En este marco, también quedan abiertos importantes interrogantes sobre el rol que tienen algunas ONG ambientalistas ligadas a inversores y financiaciones externas, y a la carencia de explicaciones públicas sobre sus objetivos declamados y sus acciones reales.
Continuando con la línea investigativa que desprendió
el Diario El Chubut, al descubrir a los empleados de Joe Lewis aprovisionándose
en Madryn y sumar al aporte que en la edición de ayer hacía nuestro
Diario al preguntar públicamente ¿Por qué algunas ONG locales
no se pronuncian ante la extranjerización de la tierra? es que conviene
profundizar en la trayectoria y relación del magnate Douglas Tompkins,
el mayor comprador externo de tierras en la Argentina y, por ejemplo, la Fundación
Patagonia Natural.
Algo de historia
Parafraseando la reseña de la colega Arencibia de Eco, cabe recordar
que sobre el año 2002 se creó la fundación Patagonia Land
Trust (PLT), cuya directora por aquel entonces era Kris Tompkins, esposa de
Douglas Tompkins. La misión de esta estructura privada era comprar tierras
que luego destinaría a la conservación. La historia -que está
envuelta por una gran polémica- comenzó en la década del
'80 cuando crearon una fundación en Chile. El objetivo fue poder concretar
el proyecto de "protección privada" del Bosque Pumalín.
Para ello el matrimonio fue comprando tierras hasta totalizar 300.000 hectáreas
en Chile, ubicadas a la altura de la provincia argentina de Chubut.
Se dice que, hoy, el principal emprendimiento en Argentina es sin embargo Monte
León. Se trata de 62.750 hectáreas en la costa de Santa Cruz.
Con la intervención de la Fundación Vida Silvestre. Patagonia
Land Trust donó esas tierras al Estado con la condición que allí
se establezca un Parque Nacional. Pero compró las propiedades cercanas
que incluyen las estancias El Rincón y Dor Aike. Proponiendo a las autoridades
que esas dos zonas se sumen al sistema de áreas protegidas de Argentina.
Si hasta ahí el aporte del millonario era visto como una simple decisión
de promover el cuidado inofensivo de la naturaleza, tal vez comiencen a quedar
algunas dudas ante otros datos. Como si faltara algo, Patagonia Land Trust es
dueña también de 100.000 hectáreas en los Esteros del Iberá
que pertenecían a la familia Blaquier. Además Tompkins adquirió
otras 100.000 hectáreas en Corrientes y 4.000 en el Delta del Paraná,
cuyo dueño era el empresario Gregorio Pérez Companc, por las que
pagó 15 millones de dólares. Las tierras serían administradas
por DRT Investment LLC y Vacas LLC, dos empresas del magnate norteamericano.
Operaciones que dejan algo de inquietud si uno se pone a pensar sobre cómo
y en qué idioma le tendremos que hablar en poco tiempo a este nuevo y
gran dueño de parte del territorio argentino.
Tierras por baratijas
Tal como relata la colega en un extenso artículo rescatado por la Red
Eco, la historia de la extranjerización de las tierras tiene también
su pata política que data de bastante tiempo, y cuyas gestiones fueron
tal vez la que "abrieron la tranquera" para la apropiación
externa de la tierra.
Hace unos años, en la embajada argentina en Londres, una comitiva encabezada
por el entonces subsecretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la provincia
de Chubut, Ricardo Irianni, durante la gestión del ex gobernador José
Luis Lizurume, participó de una mesa redonda denominada 'Patagonia, tierra
de diversidad y oportunidades, posibilidades de inversión en el sector
oficial'.
El objetivo de este encuentro había sido algo así como mostrar
los productos de la Patagonia y las oportunidades que brinda la región
para los inversores extranjeros en el área forestal.
El entonces embajador argentino en Reino Unido, Vicente Berazategui, inauguró
el evento en aquella oportunidad haciendo referencia a los lazos que unen al
Reino Unido con la Patagonia, mencionado la colonia galesa establecida en 1865
y el posterior poblamiento de la región por parte de escoceses, irlandeses
e ingleses. Aunque obvió mencionar a las Islas Malvinas.
La comitiva brindó a los participantes datos sobre la producción,
infraestructura y exportación de los principales productos de Chubut
y sobre todo hizo hincapié en que la Patagonia es una tierra de "oportunidades"
para invertir, sobre todo en el sector forestal. Este intercambio sería
uno de los tantos donde cierto sector político fomentó las ventas,
los que iremos aportando en sucesivas ediciones para conocimiento del lector.
La gestión que faltaba
Tiempo después, un artículo del Diario Jornada daba cuenta que
una empresa denominada 'Estepa S.A.' había adquirido el campo 'La Esperanza'
ubicado a 70 kilómetros de la ciudad de Puerto Madryn. Esta sociedad
se reconocía integrada por la Fundación Patagonia Natural (fundación
argentina financiada por la UNCCD Information Network, Convención de
la ONU para combatir la desertificación) con el 52 por ciento de las
acciones, y por la Word Land Trust, de origen inglés, que posee el resto.
El presidente de la fundación y amigo personal del multimillonario Douglas
Tompkins, a quien declaró por aquel entonces asesorar "ad honorem"
para adquirir campos en la Patagonia con el objetivo filantrópico de
"conservación" de las tierras y la fauna fue una de las personas
de las gestiones claves para legitimar estas operaciones en la zona de Península
Valdés a partir del "visto bueno" político y de una
de las principales ONG de la región.
De este modo, el norteamericano Tompkins, que ya poseía 80.000 hectáreas
en las estancias cordilleranas de Monte León, Dor Aike, El Rincón
y Sol de Mayo, lograba capturar así una zona que posee las reservas de
aguas potables de las más puras en el planeta.
Sin ánimo de estigmatizar, es correcto sin embargo mencionar que el caso
de 'La Esperanza' no es el único ni mucho menos. En Argentina, las tierras
vendidas a extranjeros y las que están en venta llegan a aproximadamente
16.900.000 hectáreas. En muchos casos, la intervención de fundaciones
permite la aceptación social de este tipo de meganegocios, por la confianza
que las comunidades depositan en sus consejos, basándose en los loables
fines conservacionistas y los profesionalizados staff que suelen integrarlas,
muchos de cuyos miembros apenas son participados de una mínima parte
de las transacciones en las que se encuentran involucradas las ONG.
Fuente: El diario de Madryn