La idea del senador Hossain Sabag de convertir el río Biobío en una cuenca navegable generó reacciones.Es viable técnicamente, pero económicamente costaría una fortuna incalculable: ''El río a fines del siglo pasado era navegable pero las condiciones de la cuenca hoy no son para nada las mismas de antaño'', dijo Claudio Meier, ingeniero civil, máster en Ingeniería Hidráulica de la ''Colorado State University'' y candidato a doctor en Hidrología.Diario El Sur, 22 de septiembre de 2000 

 

 


viernes 22 de septiembre de 2000

Experto Hidráulico comenta propuesta
Biobío navegable topa con
el problema de los costos

  • Proyecto que propone instalar compuertas fue recibido con escepticismo por los entendidos. Opinan el académico Claudio Meier y el presidente de Pro-Río, Enrique Matthei.
Por Leonardo Riquelme Corvalán.

La idea del senador Hossain Sabag de convertir el río Biobío en una cuenca navegable generó reacciones.

Es viable técnicamente, pero económicamente costaría una fortuna incalculable: ''El río a fines del siglo pasado era navegable pero las condiciones de la cuenca hoy no son para nada las mismas de antaño'', dijo Claudio Meier, ingeniero civil, máster en Ingeniería Hidráulica de la ''Colorado State University'' y candidato a doctor en Hidrología.

''En este siglo cambió enormemente el patrón del caudal, de descarga de agua, de sedimento y material en suspensión producto de la deforestación y la erosión, principalmente. Pero el estado actual corresponde al punto de equilibrio natural alcanzado por el río, entre el caudal y su cuenca'', agregó.

Para Meier la propuesta merece variadas consideraciones. La primera es la profundización que debería tener el Biobío. Estudios franceses indicaron que éste, entre Nascimiento y la desembocadura, tiene un depósito promedio de 80 metros de arena. El proyecto implica ganarle espacio al río de manera considerable.

''Como le estamos quitando tamaño y ancho, dado el equilibrio cuenca-cauce, éste comenzará a profundizarse y ahí vamos a tener problemas en las riberas. Esto obligaría a construir protecciones en ellas porque o si no empieza a buscar su salida'', señaló el experto.

Esto traería otra consideración: las crecidas. En muchas partes del mundo, cuando se realizan obras de protecciones, la gente construye en lo recuperado. El proyecto, asegura Sabag, valorizaría las tierras recuperadas y desarrollaría ahí un importante sector inmobiliario y comercial.

''Pero estas no debieran ocuparse en ello por el peligro latente que habría en el sector. Eso sí que podrían transformarse en forestales o agrícolas'', opinó Meier.

''Además, hacerlo navegable, como uno se imagina el Senna o el Missisipi, significaría, por lo menos, reconstruir toda la infraestructura del sector, incluidos los cuatro puentes (añade el ferroviario) porque al aumentar la profundidad sus pilares quedarían en el aire por lo que la estructura se vendría abajo. Además, tiene una altura que no considera barcazas bajo ellos. En definitiva, técnicamente es viable, pero, en mi modesta y preliminar opinión el análisis costo-beneficio arrojaría que hacerlo navegable resultaría demasiado caro'', concluyó el académico.


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