Dos días después de que un tsunami arrasara la isla en la que sus antepasados han vivido durante decenas de miles de años, un miembro de la tribu se encontraba desnudo en la playa y hacía señas a un helicóptero de la guarda costera que buscaba sobrevivientes. A continuación tomó su arco y disparó una flecha al helicóptero. Es una señal que se ha enviado desde la isla Sentinel durante un milenio: quieren que los dejen en paz. Aislados del resto del mundo, los miembros de la tribu tuvieron que aprender los signos de la naturaleza, sus sonidos y olores para sobrevivir. Funncionarios y antropólogos creen que el conocimiento tan antiguo de "leer" el movimiento del viento, el mar y los pájaros pudo haber salvado del violento maremoto de hace una semana a las cinco tribus indígenas de las islas de Andaman y Nicobar, en el archipiélago índico. "Ellos pueden oler el viento, evaluar la profundidad del mar con el sonido de sus remos. Tienen un sexto sentido que nosotros no poseemos", dijo Ashish Roy, un ambientalista local. Las tribus viven de la forma más antigua y nómada que el hombre conozca, congelados en su pasado paleolítico. Muchos crean el fuego frotando piedras, mientras que pescan y cazan con arcos y flechas. Viven en cabañas construidas con hojas y pajas. Y son muy hostiles a la presencia del mundo exterior. Según varios cálculos, hay de 400 a 1000 miembros de las tribus gran andamanese, onges, jarawas, sentinelese y shompens. Algunos estudios antropológicos de ADN trazan generaciones de hace 70.000 años. Oriundos de Africa, emigraron a la India cruzando Indonesia, indican algunos antropólogos. Al parecer, los indígenas desalojaron las casas mucho antes de que los tsunamis llegaran a las costas. Tras el maremoto, rescatistas detectaron 41 miembros de la tribu gran andamanese -en 2001 el censo era de 43- que habían huido de la isla Strait. Dijeron haber visto 73 onges -de los 98 del censo- que se escondieron en los bosques de Dugong Creek, en la isla Andaman. Sin embargo, se desconoce el destino de otras tres tribus. . La Republica (Uruguay), 27 de noviembre de 2004.