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Viedma, 20 de septiembre de 2004.
Una comunidad mapuche no podrá ser querellante
Es en una intrincada investigación por manejos con tierras

NEUQUEN (AN)- En un fallo dividido, la Justicia le denegó a una comunidad mapuche la posibilidad de ser querellante en una causa penal, en la que se investiga una intrincada maniobra con tierras en las cuales está asentada la familia.

La agrupación mapuche Marifil había sido aceptada como querellante en la causa por el juez de Instrucción, pero los abogados de los imputados apelaron. El recurso fue presentado por Jorge García Osella, en representación de Zulma Trabucco y Luis Schell, y por José Ignacio Gerez, defensor de Jorge Oberholzer y Raúl Capossio, que son los cuatro imputados en la causa.

En el caso de Gerez, a cuyas argumentaciones accedió “Río Negro”, planteó que la agrupación mapuche “no ostenta la cualidad de persona particularmente ofendida por un delito de acción pública”, requisito que menciona el Código Procesal en su artículo 70, “imprescindible para constituirse en calidad de querellante”.

Los imputados fueron acusados de negociaciones incompatibles con la función pública, fraude a la administración pública y falsificación de instrumento público. Gerez remarcó que la agrupación “no pudo verse particularmente ofendida por el accionar de los imputados, cuando no aparece como titular de los bienes jurídicos supuestamente lesionados”.

El camarista Emilio Castro señaló, en uno de los párrafos de la resolución, que en efecto los Marifil “no han demostrado el carácter de particularmente ofendidos por los supuestos delitos que pretende acusar”.

“En este caso concreto y tal como se presenta esa agrupación, ni siquiera se está invocando un derecho o vínculo originario o ancestral con la tierra, sino un derecho, interés o situación derivados de nuestra legislación positiva”, agregó Castro. “La posición amplia, por generoso que fuera el tribunal, no puede llegar tan lejos que borre los límites del artículo 70”.

Lo acompañó con su voto otro camarista, José Andrada: “no se advierte cuál sería el interés que concretamente fundamentaría su legitimación como parte querellante”.

En minoría quedó la tercera camarista, Cecilia Luzuriaga, quien señaló que “la agrupación Marifil, denunciante, prima facie aparece interesada en el destino de las tierras en conflicto, desde que la ocupación de aquellas habría sido ocultada por los imputados con la finalidad de fraguar su compra y expropiación, y por lo mismo, estarían en juego sus intereses, más allá de lo que en definitiva resulte de la dilucidación del caso”.

En definitiva y por mayoría, la Cámara rechazó la instancia de la agrupación para ser tenida por parte querellante. En consecuencia, declaró “nulo y sin ningún efecto su requerimiento de elevación a juicio”.
 
 

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