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Miércoles 30 de enero de 2008 / La Nación

Diversas opiniones sobre las posibiliades de integración y aceptación de los pueblos indígenas

Chile, un país multicultural

Retomar el diálogo y revisar de cerca las políticas públicas indígenas para este sector son parte de las tareas que tiene el nuevo comisionado. La más difícil será conseguir que la sociedad chilena asuma su multiculturalidad. ¿Estamos listos?

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Foto: AP

La primera tarea del nuevo comisionado presidencial para los Asuntos Indígenas, Rodrigo Egaña, fue la reunión de coordinación con la ministra de Planificación, Paula Quintana ayer en la mañana.

Tras el encuentro, se destacó que la primera tarea será reimpulsar el diálogo, tanto con las comunidades como con las organizaciones indígenas. Para ello es necesario, dijo Quintana, trabajar con la institucionalidad y con los distintos niveles de expresión que en nuestro país existen.

Es que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, encargó tres tareas básicas a Egaña, además del acercamiento y el diálogo: revisar cómo se están aplicando las políticas indígenas, lograr que en el Congreso se apruebe un paquete de medidas de alternativas destinadas al reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas e impulsar los cambios necesarios para que la comunidad chilena asuma plenamente su carácter multicultural.

La ministra Quintana señaló que en este aspecto se avanzará en "sensibilizar a toda la sociedad chilena en la necesaria y buena convivencia entre las distintas culturas que expresan nuestra realidad nacional; y también garantizar esta buena convivencia en un clima pacífico, para lo cual el Estado debe garantizar a todos los ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos".

Egaña insistió en que su preocupación fundamental "es hacernos cargo como sociedad de los problemas que tenemos hoy día, y en esa perspectiva trabajemos preventivamente. Prefiero que frente a muchos temas en los cuales podamos no estar de acuerdo, acordemos los desacuerdos a que en virtud de no trabajar los desacuerdos podamos tener situaciones disruptivas".

MÁS DE 200 AÑOS

Para Hernando Silva, miembro del Observatorio de Derecho de los Pueblos Indígenas, "Chile es un país multicultural y la solución del conflicto no está sólo en promover eso porque llevamos más de doscientos años en esta tarea".

A su juicio lo primordial es reconocer el derecho expreso del pueblo mapuche y respetar el Convenio 169 y la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas. Esa es la solución, reconocer los derechos políticos de los pueblos diferentes".

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, dijo a La Nación que aceptar la multiculturalidad no será simple. "Es un tema muy complejo porque hay sectores del país en condiciones de asumir la multiculturalidad y otros no, es por eso que resulta muy importante la propuesta del comisionado porque nosotros como Iglesia creemos que trabajar por la integración".

En este sentido dijo que respetar la cultura y cosmovisión de los mapuches será lo único que logrará la paz social. "Tenemos que integrarlos armónicamente de acuerdo a lo que son y creen, y poner el tema en el tapete porque mientras eso no se resuelva seguirá siendo tema de conflicto", señaló Goic.

Jorge Vergara, Roelf Foerster y Hans Gundermann, antropólogos e investigadores de la Universidad de Chile, dieron en conjunto su impresión a La Nación.

Según Gundermann, el comisionado tiene dos años para cumplir las metas propuestas pero "será muy difícil conseguirlas mientras no se abarque el tema desde un punto inclusivo".

Es que la mayoría de los mapuches están integrados a la sociedad. "Todos los niños van a las escuelas, nacen en hospitales y son pocos los espacios donde todavía existen monolingües o siguen aislados. Eso sí: han pasado a ser invisibles pues dejan de lado muchas de las costumbres ancestrales para moverse dentro del panorama actual urbano", señaló Foerster.

Es por eso que hablar de asumir un carácter multicultural es incorrecto según Gundermann. "Falta mucho para que eso ocurra. El mapuche pierde las características propias de su pueblo y se vuelve casi invisible a los demás. El tema es que no es su deber asumir ese costo".

Para Vergara, algo hay de políticas de integración. "Existen becas y ayuda de tipo social, con créditos o préstamo de maquinaria agrícola, por ejemplo. Eso viene incluso desde los 80 o antes, pero se ha hecho mucho más fuerte durante los gobiernos de la Concertación".

El problema es que muchas veces, estas ayudas "provocan algunas dificultades con sus propios vecinos wincas, que están en el mismo grado de pobreza pero el Estado ayuda a los indígenas y eso alimenta un poco de envidia".

El trabajo de aceptación es arduo, tanto para wincas como para mapuches y el resto de los pueblos indígenas.

Chile y sus culturas

Parte de la estrategia del recién nombrado comisionado para Asuntos Indígenas incluye un cambio importante en las políticas públicas a favor de las etnias, cómo se aplican estas políticas, la aprobación de iniciativas legales en el Congreso como el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas y realizar los cambios necesarios para que la comunidad chilena asuma su carácter multicultural.

Pero la pregunta es si como sociedad, ¿estamos realmente preparados para tener un Chile multicultural? ¿Puede el común de los chilenos aceptar y respetar tradiciones y cosmovisión de los pueblos indígenas?

Monseñor Alejandro Goic reconoció que parte de la sociedad está dispuesta a este cambio y a reconocer que no hay un solo Chile. Los comuneros mapuches abogan por el reconocimiento de los derechos políticos de los pueblos indígenas, mientras otros, expresan su negación al diálogo. Tolerancia, conciencia histórica y reconocer el aporte de los pueblos indígenas, es fundamental.