Jorge González, Presidente de la Confederación de los Trabajadores Forestales, "No existe ninguna constancia de enfrentamiento donde los trabajadores forestales tuvieran alguna participación. Nosotros no tenemos nada que defender de las forestales..." "Esos enfrentamientos han sido con los guardias y los carabineros, que en la práctica se han convertido también en guardias de las forestales. Se ha llegado, incluso, a que estén cuidando las maquinarias. Es muy difícil que un trabajador se baje de la máquina... Para eso, las empresas han creado verdaderas fuerzas de choque, que son los guardias..." El Siglo, Nº 922 - Del 12 de Marzo al 18 de Marzo de 1999 

 Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
 
Nº 922 - Del 12 de Marzo al 18 de Marzo de 1999http://www.elsiglo.cl

Entrevista  Jorge González:
"Los trabajadores Forestales nos Vamos a Meter a la Pelea: Esto Recién Empieza"

En las últimas semanas, el conflicto que enfrenta a las comunidades mapuches en la Octava y Novena regiones con las empresas madereras, ha llenado páginas. Casi siempre, marcadas por una verdadera mitología informativa que busca restarle adhesión a las demandas del pueblo mapuche. Como parte de esa mitología se ha dicho que los trabajadores de las empresas que laboran en los territorios en conflicto reciben el hostigamiento de las comunidades, son amenazados y hasta son atacados. Para Jorge González, Presidente de la Confederación de los Trabajadores Forestales, se trata simplemente de mentiras. Refuta estas versiones a partir de un hecho claro y objetivo: un número importante de la mano de obra de esas empresas son también mapuches. Además, afirma que, lejos de los optimistas cálculos de gobierno en cuanto a que la situación se puede calmar en el corto plazo, la situación cada día se extenderá más y nuevas fuerzas se pueden incorporar en favor o coincidiendo con la lucha del pueblo mapuche.

- El conflicto entre las comunidades mapuches y las empresas madereras se ha convertido en un hecho nacional. ¿Cuál es la visión de la situación desde la perspectiva de los trabajadores del sector?
"Nuestra visión del conflicto, como organización, la tenemos muy clara: desde un primer momento hemos estado al lado de quienes luchan por una causa justa. Porque aquí el problema es la tierra y, por lo tanto, era imposible que los trabajadores de la madera, donde un porcentaje muy alto son mapuches, no repaldáramos su movimiento. El problema es que las empresas son dueñas de todo, sólo les falta comprarse el aire. Si el gobierno pudiera verderles el aire, estoy seguro que lo haría. Para nosotros es muy fácil entender las demandas del pueblo mapuche y comprender la razón de su movimiento. Por eso, cuando escuchamos hablar de que hay infiltrados, que vienen extremistas, por ejemplo, nosotros sabemos que son mentiras. Aquí el problema es la tierra, que les ha sido usurpada a las comunidades. Cualquier otra explicación es rebajar al pueblo mapuche, es no entender nada de lo que está pasando, es enterrar la cabeza. Si es la visión con la cual se están tomando las decisiones políticas, entonces jamás se resolverá el problema y, peor aun, seguirá creciendo".

- Sí, pero la reivindicación histórica de la propiedad de las tierras tampoco deja mucho margen para una solución.
"Lo que pasa es que esas tierras les fueron entregadas en tiempos de la Unidad Popular a las comunidades mapuches para que las plantaran, las explotaran y se pudieran beneficiar de sus riquezas. Esa política tenía una razón muy simple: esas tierras siempre fueron de las comunidades mapuches, por eso se les reconoció la tenencia de la tierra y el gobierno les entregó herramientas económicas, créditos, insumos, para que pudieran explotarlas y beneficiarse de sus riquezas. Durante el régimen militar esas tierras les fueron quitadas y fueron vendidas a las empresas, que están en manos de las transnacionales y de los grandes grupos económicos. El señor Matte Larraín es dueño de Forestal Mininco, para nombrar un caso. Hoy, el gobierno quiere resolver la situación comprándole la tierra, pero el tema es qué tierras están dispuestas a vender las madereras".

- Pero la solución de comprar la tierra es rebatida por algunos sectores. Por ejemplo, diputados de derecha argumentan que el pueblo mapuche nunca ha sido campesino y, por tanto, entregarle tierras no resuelve nada e impide el desarrollo de la región.
"Esas opiniones muestran una ignorancia increíble de la historia. Además, que me muestren dónde está el desarrollo de la región. A menos que el gobierno entienda por desarrollo las ganancias que se llevan las empresas. Ninguna comuna ha logrado superar sus problemas y, por el contrario, las empresas son cada vez más poderosas. Si aquí hasta los alcaldes son poco menos que empleados de las forestales. Por eso es que en este sector soplan vientos de rebeldía hasta en las empresas contratistas..."

- ¿Cómo es eso de vientos de rebeldía...?
"Porque las empresas contratistas están expuestas a los dictados de las forestales. Por cualquier cosa les quitan los contratos, les imponen los costos. Claro, al final el costo lo pagan los trabajadores, que son más explotados, pero esas empresas también sufren el poder de las transnacionales".

- Pero desde la perspectiva de los intereses de los trabajadores forestales, el movimiento mapuche por la devolución de la tierra, ¿no pone en riesgo sus fuentes laborales?
"Por ningún motivo. Le doy un ejemplo: cuando se producen los incendios, las empresas forestales cesan los trabajos y recuperan el seguro, y luego vienen los subsidios que el Estado les entrega, que no son pocos para este tipo de situaciones, en especial para replantar. Finalmente, está la explotación que ellas hacen del bosque quemado. O sea, el negocio es redondo, porque la posibilidad de pérdida es mínima. Por eso, la actitud del gobierno es vergonzosa, porque ha respaldado y se ha plegado a las forestales, que están aplicando en la zona en conflicto una política de explotación que nunca se ha habá visto en Chile, por temor a que lleguen las comunidades mapuches".

LAS CONSECUENCIAS PARA LOS TRABAJADORES FORESTALES

- En general las condiciones de trabajo en el sector siempre han sido denunciadas como extremas. ¿En estas últimas semanas ustedes han recibido denuncias de un incremento de la explotación?
"Se le hace muy difícil a los trabajadores que están en la zona de conflicto hacer esas denuncias, pero a nuestra Confederación llegan trabajadores conocedores de la zona, llegan dirigentes de base que están informando de la situación que se vive en esos campamentos y las condiciones inhumanas en que están trabajando".

- Precisamente uno de los temas que mayor repercusión pública ha alcanzado, son los enfrentamiento entre los mapuches y los trabajadores forestales. ¿Es efectiva esta situación?
"No existe ninguna constancia de enfrentamiento donde los trabajadores forestales tuvieran alguna participación. Nosotros no tenemos nada que defender de las forestales..."

- Pero los enfrentamientos han existido.
"Esos enfrentamientos han sido con los guardias y los carabineros, que en la práctica se han convertido también en guardias de las forestales. Se ha llegado, incluso, a que estén cuidando las maquinarias. Es muy difícil que un trabajador se baje de la máquina... Para eso, las empresas han creado verdaderas fuerzas de choque, que son los guardias..."

- Aunque los guardias también son trabajadores. Así, por lo menos, se defienden las empresas.
"Está demostrado que los guardias están recibiendo preparación de ex agentes de seguridad de la dictadura, de ex CNI. Nosotros somos trabajadores, somos una confederación, y no andamos reuniendo pruebas o investigando, pero son muchas las denuncias que existen respecto a esta situación. El deber del gobierno es investigar a fondo. Pero su política ha sido de respaldo sin discusión a los empresarios. Hay que comprender la verdadera profundidad del problema. El conflicto supera incluso a los loncos de las comunidades: son las comunidades las que se levantan reivindicando la recuperación de la tierra. El origen del conflicto y los enfrentamientos está en esa realidad: a esa demanda se le ha respondido con represión. Esto está recién partiendo. Lo que las autoridades y los empresarios olvidan, es que una parte importante de los trabajadores forestales son mapuches".

- Desde ese punto de vista, frente a esa situación, ¿ustedes no han tenido algún tipo de contacto y coordinación con las comunidades?
"No tengo antecedentes de coordinación entre los trabajadores que están en los territorios en conflicto y las comunidades mapuches. Usted sabe que al trabajador forestal lo llevan desde el pueblo hasta el bosque mismo y son muy pocos los campamentos que quedan. Pero nosotros, como confederación, desde hace mucho tiempo que venimos dialogando con las organizaciones del pueblo mapuche. En primer lugar, hemos aprendido a respetar a esas organizaciones y a comprender su lucha. Por supuesto que hemos discutido cómo avanzar en los intereses y demandas que nos son comunes, para hacer soberanía en estos territorios. Hacer soberanía porque es la defensa del pueblo al que pertenecen miles de trabajadores forestales, y porque se trata también de defender la tierra y los recursos naturales de la explotación de las grandes transnacionales".

- Sin embargo, el gobierno argumenta que ésta sería una de las consecuencias más graves: que se afecte a un sector dinámico de nuestra economía, como generador de fuentes de trabajo, como del aporte que hace al país.
"Ese argumento es para la risa. Lo que tienen que hacer es devolverle la tierra a los mapuches, si no, esto no terminará. Esto es un problema de Estado. Se le debe dar autonomía política al pueblo mapuche y reconocerle sus derechos. Y eso es posible, porque la cantidad de tierras sub trabajadas que están en manos de las forestales es enorme. Yo tengo la convicción que el negocio es demasiado bueno para las forestales y no se van a echar para atrás. Más aun en medio de la actual situación económica de crisis, y que las empresas forestales han utilizado mentirosamente. El mercado asiático no era el más importante, en comparación al mercado norteamericano y europeo. La crisis se utilizó para despedir trabajadores, para explotar más. El problema es que las empresas están dominadas por el capital extranjero y el gobierno les ha entregado inmensos recursos y territorios. Tanto que habla el gobierno de soberanía y con nuestro recursos naturales no hace nada. En las regiones del sur, estoy convencido que no hay ni un solo alcalde ni pequeños empresarios que estén dispuestos a apoyar a las grandes empresas. Ellos también están presionados por la acción de esas empresas".

- ¿Por qué dice usted que este tema está recién empezando? La CONADI y el gobierno han declarado que tienen confianza en avanzar en el diálogo entre las empresas y los mapuches.
"Los trabajadores forestales no podemos compartir ese optimismo del gobierno, por una razón muy clara. Quienes están hablando de diálogo y que tratan de ser mediadores, como la CONADI, han perdido todo su peso e influencia. La Conadi no es hoy día un interlocutor válido. En esto también se equivoca el gobierno. En segundo lugar, no se ha estado escuchando al pueblo mapuche. Por eso, manteniéndose esa política de Estado, yo no creo que exista una solución rápida y armónica al conflicto. Los trabajadores forestales, dentro de nuestras precarias condiciones, estamos llegando al convencimiento que debemos meternos en el conflicto, a impulsar acciones por nuestras demandas, que en gran medida son coincidentes con las del pueblo mapuche. Este movimiento está creciendo".

- El meterse en el conflicto, ¿signfica que ustedes pueden llegar hasta desarrollar acciones coordinadas con las comunidades y las organizaciones mapuches?
"¿Y por qué no? Vamos a ir sindicalizar directamente a los lugares de trabajo donde se está en conflicto, a explicar la postura de los trabajadores forestales y a levantar la lucha contra la explotación inhumana que recibimos. A levantar la lucha contra las empresas. En ese objetivo, tenga la seguridad que nos vamos a encontrar con los mapuches. Le reitero, esto está recién empezando y mucha gente ni se imagina la magnitud que puede adquirir el conflicto".

FERNANDO SEPULVEDA
 
 

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"Aquí el problema es la tierra y, por lo tanto, era imposible que los trabajadores de la madera, donde un porcentaje muy alto son mapuches, no repaldáramos su movimiento. El problema es que las empresas son dueñas de todo, sólo les falta comprarse el aire. Si el gobierno pudiera verderles el aire, estoy seguro que lo haría". 

"Que me muestren dónde está el desarrollo de estas regiones. A menos que el gobierno entienda por desarrollo las ganancias que se llevan las empresas. Si aquí hasta los alcaldes son poco menos que empleados de las forestales. Por eso es que en este sector soplan vientos de rebeldía hasta en las empresas contratistas..."

"Los enfrentamientos han sido con los guardias y los carabineros, que en la práctica se han convertido también en guardias de las forestales. Se ha llegado, incluso, a que estén cuidando las maquinarias. Los guardias están recibiendo preparación de ex agentes de seguridad de la dictadura, de ex CNI. Nosotros somos trabajadores".

"El conflicto supera hasta a los loncos tradicionales: son las comunidades las que se levantan reivindicando la recuperación de la tierra. Esto está recién partiendo. Lo que las autoridades y los empresarios olvidan es que una parte importante de los trabajadores forestales son mapuches".
 


 
 
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