El 14 de diciembre de 1989, las fuerzas democráticas chilenas vencen en las elecciones presidenciales organizadas por la ex dictadura militar de Pinochet. Con ello, inauguran un nuevo período en la historia de Chile: el de la recuperación democrática o transición a la democracia. La fuerza social que posibilitó el triunfo de la Concertación de Partidos por la Democracia[1], se construyó sobre la base de un abanico de actores sociales, donde figuraban también las minorías étnico nacionales de Chile.

Liwen - Kinche Rukan ka Mapuche Azkompüllü
Centro de Estudios y Documentación Mapuche Liwen
Temuco Chile, enero 1994.


El 14 de diciembre de 1989, las fuerzas democráticas chilenas vencen en las elecciones presidenciales organizadas por la ex dictadura militar de Pinochet. Con ello, inauguran un nuevo período en la historia de Chile: el de la recuperación democrática o transición a la democracia. La fuerza social que posibilitó el triunfo de la Concertación de Partidos por la Democracia[1], se construyó sobre la base de un abanico de actores sociales, donde figuraban también las minorías étnico nacionales de Chile.

En efecto, sólo 13 días antes de la elección (1ro. de diciembre de 1989), los pueblos indígenas de Chile habían firmado un acta de compromiso con el candidato presidencial de la Concertación. En dicho documento, las partes se comprometían una a apoyar al nuevo gobierno y la otra a hacer suya la demanda de los pueblos indígenas de Chile. Esa acta fue el fruto de una negociación donde se expresaban mutuas conveniencias. Entre otras, la posibilidad de una nueva ley indígena para los pueblos indígenas de Chile, y la legitimación de la Concertación ante los pueblos indígenas de Chile --en especial del pueblo mapuche-- con la consecuente posibilidad de disputar un voto mapuche a su favor.

Necesitaba la Concertación el voto mapuche? En el contexto de la lucha política de esos años y a fin de reconstruir el Estado de Derecho, importaba sumar fuerza ante los representantes del continuismo. En consecuencia, frente al dilema de tener como espectadores neutrales a parte de los pueblos indígenas --y en particular sus organizaciones-- o aliados, la opción última resultaba conveniente. Lo anterior explica por qué la Concertación, teniendo por antecedentes haber ganado el plebiscito del 1988, un análisis poco optimista respecto al comportamiento del electorado mapuche[2] y conocimientos de la debilidad del movimiento mapuche, estuvo dispuesta a buscar la integración de éstos en la cruzada anti autoritarismo.

El presente trabajo se sitúa en este nuevo período de la historia de Chile. La interrogante que mueve este estudio puede ser planteada como sigue. Dado que el ciclo[3] de movilización abierto en 1978 se agotó, el movimiento mapuche[4] actual originado en ese ciclo se encuentra en crisis. La emergencia de nuevas organizaciones mapuches (Partido de la Tierra y la Identidad y Aukiñ Wallmapu Ngulam) expresará el nacimiento de un nuevo ciclo reivindicativo mapuche?

1. Protagonistas de la contienda estado nación chileno/minoría étnica nacional mapuche al fin de la dictadura comienzo de la transición democrática

A comienzos del período de transición, el universo de organizaciones mapuche se componía de numerosas estructuras con variadas formas y propósitos. Enrique Besnier, coordinador del Proyecto Derechos Humanos y Pueblos Indígenas de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, jerarquizó ese universo de la siguiente forma:

Uno es el estrato de la organización comunitaria, donde existen instancias tradicionales y otras de carácter occidental que se 'nuclean' como comités campesinos de hecho o como organizaciones vecinales funcionales. Están luego las instancias organizacionales de carácter más local, entre las que cabe mencionar, en el caso de la Novena Región, los grupos 'Rehue' y 'Roble Huacho' y la Asociación Mapuche de la provincia de Malleco. Finalmente existen las organizaciones que ...tienen aspiraciones de existir a nivel nacional...[5].

Por el interés que revisten las organizaciones del tercer nivel a los propósitos de este trabajo, me ocuparé exclusivamente de ellas.

1. 1. Los mapuches

Siete organizaciones mapuche[6] existían en la coyuntura del plebiscito de 1988. Ellas habían participado más o menos activamente en el desarrollo de la campaña por recuperar la democracia. Sus nombres: Ad mapu, Nehuen Mapu, Lautaro Ñi Ayllarehue, Asociación Nacional del Pueblo Mapuche de Arauco, Callfulican, Choin Folil Che y Centros Culturales Mapuches. Todas ellas tenían por tronco común, los Centros Culturales Mapuches, organización nacida el 12 de septiembre de 1978 como respuesta al decreto ley 2.568. En el año 1981 los Centros Culturales Mapuche, forzados por las autoridades militares y para facilitar algún nivel de interlocución, cambiaron su nombre al de Asociación Gremial de Pequeños Agricultores y Artesanos Mapuche - Admapu. Esto es, pasaron de una existencia de hecho a otra de derecho.

Admapu fue radicalizando sus demandas en la medida que no hubo interlocución con la dictadura, pasando a ser instrumentalizada por la izquierda a partir de los años 1983 1985. Este hecho motivó la auto-marginación de algunos de sus dirigentes y bases campesinas, que dieron origen a nuevas organizaciones. Así, en 1985 se funda Nehuen Mapu y posteriormente en el mismo año Centro Cultural Mapuche A.G.. En 1987, un nuevo desprendimiento de Ad mapu dará origen a Callfulican, Lautaro Ñi Aillarehue y la Asociación Mapuche Arauco. Una división por en 1987 de Centro Cultural Mapuche A.G.. dará origen a Choin Folil Che.

Estas organizaciones son integracionistas, diferenciándose unas de otras por su relación de dependencia con una institución estatonacional diferente (es conocida la vinculación de Ad mapu con el partido comunista, Nehuen Mapu con la democracia cristiana, Lautaro Ñi Ayllarehue y la Asociación Mapuche Arauco con el partido socialista, Callfulican fue formada por ex militantes socialistas, Centro Cultural Mapuche fue creada por un ex-militante de alto rango del partido comunista). La integración promovida por estas organizaciones, no implica renunciar del todo a la cultura propia, sino se trata de una integración con ella. Finalmente, un número no despreciable de dirigentes mapuche en ellas, tienen o han tenido la experiencia de haber militado en partidos políticos, lugar en donde han recogido ideología y experiencia política.

Organizaciones coordinadas en Futa Trawun Kiñewan Pu Mapuche[7].

Las organizaciones antes nombradas, a partir de 1987 formaron una alianza conocida como Futa Trawun Kiñewan Pu Mapuche, que pervivió hasta 1989. El discurso de las organizaciones coordinadas en Futa Trawun Kiñewan Pu Mapuche, al estar en relación con partidos chilenos fue variado. Las organizaciones miembro de esta alianza trataron de hacer congeniar la ideología y política de sus respectivos partidos partidos, con los intereses del pueblo mapuche. "No existe inconveniente alguno (dirán militantes de una de estas organizaciones) en tener militancia política y poder integrar a las organizaciones étnicas, 'en un proyecto de alianza nacional mapuche popular"[8]. Sin embargo, no es fácil percibir el discurso de partido, en la escasa documentación que producen las organizaciones mapuche (declaraciones públicas, actas de congresos o programas, pero nunca reflexiones propias). En general, el discurso de partido es oculto y se disculpa. "Algunos dirigentes son demócratas cristianos, estamos de acuerdo; pero no recibimos órdenes del Partido Demócrata Cristiano y tampoco no lo vamos a hacer"[9]. Pero la práctica de estas organizaciones mapuche siempre las delata. Terminaban divididas a la hora de tomar posición frente a problemas nacionales. Y, curiosamente, de lado del referente estato-nacional con el cual se le suponían vínculos.

El desmembramiento de ésta alianza, es el resultado del trabajo que algunas de estas organizaciones mapuche (Callfulican, Asociación Mapuche Arauco y Choin Folil Che), comenzaron a realizar con la Comisión Técnica de Pueblos Indígenas (organismo dependiente del Programa Derechos Humanos y Pueblos Indígenas de Chile de la Comisión Chilena de Derechos Humanos). Dos de las tres organizaciones (Callfulican, Asociación Mapuche Arauco) comparten una historia. Entre sus líderes había militantes socialistas que producto de las divisiones del partido socialista, terminaron formando parte de fracciones socialistas diferentes. En consecuencia, en su origen, esas organizaciones --junto a Lautaro Ñi Ayllarehue-- expresaran una lucha política al interior de un partido chileno operando en asuntos mapuche, antes que una realidad mapuche propiamente tal.

Los socialistas mapuche que dieron vida a Callfulican, terminaron abandonando la fracción socialista en que militaban, y renunciando a establecer nuevas militancias. Por ello Callfulican fue desarrollando una actitud anti-partido, que finalmente la alejo de las organizaciones del Futa Trawun Kiñewan Pu Mapuche, en tanto ellas expresaban una voluntad política de dependencia. Callfulican comenzó ha proclamar un discurso de independencia política y autoidentificación-afirmación, que aterrizó finalmente en la creación del PTI

...Es notoria la necesidad de fortalecer una Instancia Política Propia que atienda a nuestras características culturales propias, a la superación de la pobreza y marginación de nuestra sociedad, a proponer proyectos de infraestructuras, especialmente en el plano educativo y silvoagropecuario pertinentes. Pero ésto implica madurez real en el plano político, sociocultural, económico entre otros, ya que también implica cambios y efectos sociales. Todo ésto es un proceso integrado que requiere de un mediano plazo y largo plazo, que debe ser difundido con fuerza en y con nuestra Sociedad mapuche[10].

Organizaciones nacidas luego del plebiscito de 1988

Dos organizaciones comienzan a dar sus primeros pasos con posterioridad al plebiscito del 1988 y antes del ascenso de Patricio Aylwin a la presidencia. Se trato del Partido de la Tierra y la Identidad (P.T.I.) y la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas de Chile. En ambas, se pueden encontrar raices que se remontan a las diferencias políticas al interior de Ad mapu --Congresos Nacionales de 1983, 1985, y 1987-- pero las trascienden. Ellas no nacieron para disputar un espacio en la sociedad mapuche, sino se propusieron ser organizaciones supra étnicas. En otras palabras, se propusieron involucrar otras minorías estatonacionales.

Del trabajo en procura de una Propuesta Constitucional de los Pueblos Indígenas por la Comisión Chilena de Derechos Humanos, nacería en marzo del 1989 el Partido de la Tierra y la Identidad. Los seminarios sobre proyecto constitucional tuvieron el mérito de poner en contacto a representantes mapuches, aymaras y rapanui, favoreciendo el intercambio de percepciones. Las lecturas del momento político de algunos representantes mapuche, aymaras y rapanui, confluyeron hacia la creación de un partido supraétnico, aprovechando el espacio que se abría con la democratización del país.

La idea de terminar con los intermediarios en la representación de las minorías ante el Estado, así como la coyuntura eleccionaria del 1989, alentaron el deseo de llevar al parlamento a "genuinos representantes indígenas". El propósito de tal decisión fue presionar a la sociedad "para que se hagan leyes más o menos adecuadas y que permitan asegurar nuestra sobrevivencia"[11]. El interés de "tener a 1 o 2 diputados que estén en las comisiones para el asunto indígena"[12], junto al deseo de establecer relaciones políticas y participar de coaliciones que resultaran beneficiosas a los pueblos indígenas, será la causa que dará nacimiento al Partido de la Tierra y la Identidad.

Considerando el derecho natural y el deber de cada ciudadano de participar activamente en el proceso político, un sector importante de ciudadanos indígenas y no indígenas nos hemos propuesto participar en la toma de decisiones políticas de las Regiones y de la Nación, interpretando organizadamente los anhelos y aspiraciones de un sector fundamental del país. Para ello hemos decidido formar el "PARTIDO DE LA TIERRA Y LA IDENTIDAD" (P.T.I.)[13].

Posteriormente, en enero de 1990, Callfulican, Choin Folil Che y la Asociación Mapuche Arauco, sumada a organizaciones urbanas de Santiago (Liga Araucana Millelche, Centro Cultural Mapuche Cerro Navia, Folil Che Aflaiai, Consejo Mapuche Cerro Navia, Centro Mapuche Blas Cañas, Agrupación de Profesores Mapuche Amul Kewun, Consejo Mapuche Santiago, comunidad Callaqui, valle de Quinquen y otras), Valdivia, (Junta de Caciques Butahuillimapu Valdivia), Osorno (Junta de Caciques Butahuillimapu Osorno), y Chiloé (Junta de Caciques Butahuillimapu Chiloé), más representaciones Aymaras, Atacameñas y Rapa Nui, dieron origen al Consejo Nacional de Pueblos Indígenas de Chile. A través de esta instancia, que reunía a 27 organizaciones indígenas, se buscaba interlocución con el Estado, a objeto de "sensibilizarlo y comprometerlo con las demandas de reconocimiento constitucional y de legislación"[14] a favor de los pueblos indígenas.

Aukiñ Wallmapu Ngulam

Aukiñ Wallmapu Ngulam[15] nace a fines de diciembre de 1989, como consecuencia de un rompimiento en la alianza Partido Comunista Partido Socialista Comandante (PSc) al interior de Ad mapu. La política del PSc enfatizará el llamado a los chilenos a no votar en el plebiscito de 1988 toda vez que se lo suponía viciado y fraudulento. La política anterior, defendida apasionadamente en la Conferencia Nacional de Ad mapu 1988, es la que conducirá al quiebre. Los comunistas comienzan tímidamente en 1987 y a plenitud en 1988, a virar su estrategia de "Rebelión Popular" por una de participación en el proceso electoral, mientras los socialistas comandantes afirman su intención de sabotear el acto electoral tras su proclama: "La mitad del pueblo votando, la mitad del pueblo luchando".

Dos consignas, nucleadas bipolarmente, darán cuenta de la nueva fragmentación de Ad mapu. El divorcio se consumará una vez ocurrida la elección presidencial y parlamentaria de 1989. Entre fines de diciembre del 1989 y marzo de 1990, los automarginados-expulsados discuten su suerte e irrumpen en la escena política regional, bajo la formula de Comisión 500 años de Resistencia para evolucionar hacia mediados del 1990 a Aukiñ Wallmapu Ngulam

El fin de las militancias políticas de los socialistas que dieron forma a Aukiñ Wallmapu Ngulam sea por la extinción del PSc (1990-1991) o bien tratese de un rompimiento motivado por su debilidad les permitirá afirmar su independencia política y posteriormente un discurso fundamentalista y anti partido. Aukiñ Wallmapu Ngulam no se contenta con demandar una ley como las otras organizaciones, más bien quisieran que el Estado aceptará una elaborada por ellos, en tanto "la" organización representativa del pueblo mapuche. En su proyecto de ley marcan una diferencia fundamental con el resto del movimiento mapuche, ellos cuestionan que un Estado nacional les gobierne en su territorio (territorio mapuche), mientras los restantes parecen aceptarlo como un hecho que no se discute.

ONGs mapuche

Finalmente, forman parte del universo organizado mapuche de la transición, las ONGs mapuche. Definidas como organismos no gubernamentales, corresponden al modelo de asociaciones de profesionales y técnicos mapuche, que sin pretensiones de representatividad del pueblo mapuche ante el Estado, buscan un protagonismo en materias como el desarrollo. Al momento de inaugurarse el gobierno democrático, las instituciones habían logrado una legitimidad en la sociedad mapuche y la sociedad estatonacional, así como un impacto no despreciable en el ejercicio de sus programas. Pero, por sobre todo, habían favorecido que cuadros profesionales mapuche intervinieran en los problemas mapuche.

Cinco ONGs existían al momento de la transición: Sociedad Newen, Casa de la Mujer Mapuche, Sociedad Lonko Kilapan, Sociedad Pelondugun y el Centro de Estudios y Documentación Mapuche Liwen[16]. De ellas, las cuatro primeras actuaban sobre la población campesina mapuche, mientras la última está más bien restringidas al medio urbano. Sociedad Newen obtuvo existencia jurídica a partir de 1982, aunque sus orígenes remontan a 1975. Su trabajo se enmarca en el desarrollo rural de las reducciones mapuche y su propósito es el fortalecimiento del principio de solidaridad en la comunidad.

La Casa de la Mujer Mapuche no es en rigor un proyecto en manos de mapuche, viviendo estos últimos años un proceso paulatino de traspaso desde manos profesionales no mapuche a mapuche. Nació en 1982 como proyecto abocado a las mujeres campesinas mapuche, en la idea de favorecer su desarrollo y su capacidad de generar recursos a partir del trabajo artesanal. Sociedad Lonko Kilapan nace en 1986 aunque sus origenes se remontan a 1984 producto del éxodo de técnicos y profesionales mapuche del Instituto Indígena, que buscan protagonismo en el desarrollo mapuche. Su acción se desarrolla en el campo de las asesorías, capacitaciones y transferencia tecnológica y también en el terreno de la promoción y el desarrollo de la cultura mapuche y su organización.

Sociedad Pelondugun inició una existencia legal a partir de 1989, aunque inoficiosamente trabajo desde 1985; su acción cubre los campos de asesorías, capacitaciones, apoyo y fomento a la producción mapuche, así como investigación científica sobre la realidad mapuche y la edición de publicaciones. Centro de Estudios y Documentación Mapuche Liwen (CEDM-Liwen) nace en 1989 con antecedentes en 1987 . Su preocupación ha sido la constitución de un centro de documentación sobre la temática mapuche y étnico nacionalitaria, y la reflexión política de la situación de dominación en que viven los mapuche.

Todas ellas conformaron a partir de finales de 1989, una coordinación de instituciones mapuches que ha tenido desde entonces una destacada presencia en la región mapuche, con participación tanto en la acción movilizaciones contra la celebración del Quinto Centenario en 1990, el desalojo de mapuche pewenche en el valle de Quinquen, la construcción de la represa en Alto Biobio , reflexión organización y participación en seminarios, foros y charlas sobre desarrollo mapuche , difusión y extensión organización de eventos culturales y rescate de tradiciones como el we tripantü , publicaciones edición de revistas, boletines y cartillas informativas , etc.

A excepción de CEDM Liwen, las instituciones no han desarrollado un discurso propio que le dé un perfil a cada una. En principio, el discurso de la autonomía, comprendida como un gobierno regional autónomo, con una asamblea regional autónoma y un estatuto de garantías para los habitantes de la región (discurso de CEDM Liwen), ha sido una formula más/menos aceptada al interior de la Coordinadora de Instituciones Mapuche y sólo resistida por los militantes de partido estatonacionales (especialmente localizados en Sociedad Lonko Kilapan con vínculos con el Partido por la Democracia (PPD)). Este último juicio me permite establecer una pequeña clasificación en el sentido de las ya hechas anteriormente. CEDM Liwen, S. Newen, S. Pelondugun, Casa de la Mujer Mapuche, representan instituciones sin vinculaciones políticas aunque las hayan tenido en el pasado y con una fuerte posición de autoafirmación étnica o nacionalitaria. En cambio Lonko Kilapan (y últimamente se ha agregado una nueva ONG mapuche: Xen Xen) se debaten en una doble fidelidad pues existen personas que militan en partidos chilenos (PPD) y otras que no.

1. 2. Los chilenos

El gobierno, el parlamento y la justicia, es decir el Estado, han representado históricamente tres instancias operando en lo estratégico bajo la lógica histórica de asimilar/incorporar al mapuche al estado-nación chileno. No obstante, dado la recuperación democrática y los conflictos de intereses en la sociedad chilena, dichos poderes se encontraban en manos de fuerzas políticas con discursos distintos. En otras palabras, en la transición a la democracia, cada uno de estos poderes aparece controlado por voluntades políticas distintas. Estas voluntades políticas distintas representan modelos de sociedad y de convivencia social no necesariamente antagónicos, pero sí lo suficientemente diferentes como para mantenerse distantes.

Fuerzas democráticas y el control del gobierno

El gobierno, en manos de la Concertación, ha postulado --bajo la influencia de una pequeña pero influyente corriente indigenista-- la necesidad de "una verdadera integración a partir del reconocimiento de la diversidad cultural que existe en el país"[17]. A esta integración se le quiso dar rango constitucional, puesto que ello "no atenta contra la unidad nacional, ni en sus aspectos políticos, ni sociales"[18.].

No obstante, siendo la Concertación --soporte político del gobierno-- una alianza supra partidaria, su discurso político no es único. Al coexistir en la Concertación partidos de izquierda (Partido Socialista de Chile (PS), Partido Democrático de Izquierda (PDI), Partido Por la Democracia (PPD)), centro (Partido Radical (PR), Partido Demócrata Cristiano (PDC)), y centro derecha (Social Democracia (SD))[19] sin decantar sus diferencias de fondo, la Concertación es más una colección de discursos que un referente con ideas únicas. Por lo demás, las fuerzas políticas que integran la Concertación, se agrupan a la vez en dos subpactos conocidos como concertaciones chicas. El subpacto PS, PPD, PDI, cuyo abanderado es el economista socialista Ricardo Lagos; y el subpacto PDC, PR, SD, cuyo líder es el recientemente electo Presidente de la República Eduardo Frei. Según lo anterior, hay un sector de izquierdista renovada y otro de centro derecha cohabitando en armonía, pero que no dejan de participar de visiones distintas frente a la cuestión indígena. Por ello, el discurso del gobierno --esencialmente integracionista-- tiene más de una versión. En su versión más buen salvaje se desarrolla como sigue:

...además de constituir las raices de nuestra nacionalidad, representan hoy día un cumulo de valores que la sociedad chilena busca afanosamente. A pesar de la difícil condición material en que viven, poseen valores, tradiciones y patrones culturales que la sociedad moderna ha perdido o ha olvidado. Son un permanente llamado de atención para amplios sectores del país, en especial para su juventud. La fuerza moral que les ha permitido sobrevivir en difíciles circunstancias es una reserva de enorme riqueza que tiene nuestra sociedad"[20].

Y en su versión nacionalista dominante del siguiente modo:

Una cosa es que se generen los mecanismos para que ellos desarrollen su cultura, su lengua y sus raices, pero otra es esa suerte de hacer un Estado dentro de otro Estado. Eso es inaceptable. En Chile somos trece millones de chilenos[21].

El parlamento, una trinchera de las fuerzas del status quo

Aylwin ganó con el 54 % de los votos, pero el resultado de la elección parlamentaria fue diferente. Bajo el sistema electoral binominal y la institución de los senadores designados, la Concertación quedo en minoría en la cámara de senadores y mayoría en la cámara de diputados.

Las fuerzas políticas que expresan la mantención del statu quo son Renovación Nacional (RN), la Unión Demócrata Independiente (UDI) y La Unión de Centro Centro (UCC). También, marginalmente, el Partido del Sur de la región mapuche. Los dos primeros nacen desde el régimen de Pinochet y están conformados por elementos que participaron de él. Sus diferencias parecen estar en el énfasis que se da a la obra del régimen militar, cuestión a lo que los primeros admiten cambios en función de mejorarlas mientras los segundos preferirían conservarlas. La UCC juega a una especie de oportunismo, situándose justo en medio de la Concertación y la derecha, buscando alianzas según convenga a sus propósitos de institucionalizarse como partido. En este bloque se ubican los discursos asimiladores, que van a recurrir permanentemente a los supremos intereses patrios, la unidad de Chile, la raza síntesis, etc.

Creo que los indígenas de Chile le deben a la llegada de los españoles, mucho de lo que hoy exhiben: una cultura mezclada con una cultura del viejo continente; con una filosofía de vida y con creencias que en su conjunto constituyen hoy una verdadera nación latinoamericana, cuyos cimientos son difíciles de socavar[22].

La justicia, un baluarte histórico del status quo

Finalmente, el poder judicial siempre ha sido incondicional de los grupos de poder. Escudándose en el "imperio de la ley", ha manifestado una vocación histórica a favorecer en sus fallos a los usurpadores de tierras mapuche. Así, cuando la fuerza y la violencia de la rapiña a expoliado tierras mapuche, el poder judicial se ha mostrado complaciente y ha favorecido a los nuevos "conquistadores". Un caso ilustrativo lo constituye el reciente conflicto en el valle de Quinquen[23]. Allí, la propiedad es reconocida a ocupantes que exhiben títulos inscritos en el conservador de Bienes Raices de Temuco, con no más de 70 años de antigüedad. Mientras, la población mapuche pewenche, que ha vivido allí desde antes de la fundación de la república, y que jamás ha vendido a nadie sus tierras, esta amenazada de desalojo.

1. 3. Poderes morales y poderes reales

Los mapuche

Los mapuches entraron a la transición democrática (diciembre, 1989) divididos en al menos tres bloques (se sumaría más tarde la Comisión 500 años de Resistencia). El primero representado por aquellas organizaciones coordinadas en la Futa Trawn Kiñiwan Pu Mapuche (siete organizaciones en principio para terminar reducidas a cuatro y con Nehuen Mapu con un pie afuera y otro dentro). El segundo, por las organizaciones vinculadas al trabajo de la Comisión Técnica de Pueblos Indígenas de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (27 organizaciones entre mapuche, aymara, rapa nui, atacameñas). Finalmente, el representado por las ONGs mapuche, que fundaron en 1990 una Coordinadora de Instituciones Mapuche.

Estos bloques operaban dispersos y en un clima de recriminaciones y desconfianzas mutuas. Las organizaciones del primer bloque eran reconocidas como organizaciones instrumentales de los partidos chilenos, y como tales, obedientes a los mandatos de los partidos chilenos. "... necesitamos decir derechamente que no es bueno para la causa del Pueblo Mapuche que exista una gran cantidad de organizaciones que dicen representarla, creemos si que son legítimas pero vemos con preocupación como algunos obedecen claramente a posiciones ideológicas, a caudillismos estériles, a beneficios puntuales y a causas ajenas a las necesidades de nuestros hermanos"[24].

Las organizaciones del segundo bloque, en cambio, eran acusadas de ser utilizadas por la Comisión de Derechos Humanos. En tanto tal, se les reprochaba abandonar la responsabilidad de construir desde el propio pueblo mapuche, las propuestas de solución a la problemática mapuche:

Esta Coordinadora Unitaria de organizaciones mapuche, está dispuesta a denunciar y rechazar todo tipo de utilización de parte de organismos particulares y estatales que han encontrado en el pueblo mapuche motivos para beneficiarse egoístamente. Justificándose en un mal llamado APOYO hacia los indígenas y que durante estos años han proliferado en forma desmesurada. Ante esto se afirma que sólo las organizaciones del pueblo mapuche realizarán las gestiones tendientes al desarrollo del pueblo mapuche en forma real e íntegra[25].

Ambos bloques, con el propósito de acercarse al poder, levantaron candidaturas a diputados (1989) con resultados negativos. Su débil inserción en la sociedad mapuche y respaldo político por la sociedad mapuche quedo entonces en evidencia. Sólo un mapuche llegaría al parlamento, pero no representando a los mapuche en estricto sentido. "La tesis mía no es una tesis indigenista: yo soy un parlamentario de un partido político y los candidatos indigenistas que se presentaron como tales en la zona, se perdieron todos. Yo no me presenté como candidato indigenista, sino como candidato DC". Y más aún: "Nunca me he planteado como un candidato mapuche. No, yo soy diputado demócrata cristiano y por lo tanto, no sólo represento al sector mapuche, sino que a todo el sector de la ciudad. Esto es lo que mucha gente no logra entender. Yo no me he encasillado"[26].

La Concertación

Las Concertación ganó en las elecciones del 1989 el ejecutivo (presidencia). Con este triunfo, la Concertación conquisto la posibilidad de gobernar el estado-nación, y comenzar a dar solución a los problemas acumulados en tantos años de dictadura. A la vez, la Concertación pudo acceder al poder legislativo, con lo cual abrió camino a las reformas que su programa promovía. Los escaños al interior de este bloque se distribuyeron como sigue: 13 senadores para la DC, 4 para el PS, 3 para PR, 1 para PPD y 1 para SD. En los diputados, 38 para la DC, 17 para el PS, 7 para el PPD, 6 para PR, 2 para la SD y 2 para el MIDA.

Pero la llegada de la Concertación al parlamento no tuvo la espectacularidad de la llegada a la presidencia. Su mayoria en las preferencias electorales, sólo se transformo en relativa en el poder legislativo. En efecto, la correlación de fuerzas en el Senado quedaba entonces de éste modo: 9 senadores designados por Pinochet más 16 senadores de derecha electos, hacían un total de 25. Mientras la Concertación sólo reunía 22 senadores. En otras palabras, mayoría para la derecha o el statu quo. En la cámara de diputados: la derecha obtuvo 48 congresistas, mientras la Concertación 72. Para la Concertación sus diputados representaron el quorun necesario (4/7) para promover reformas constitucionales. Pero ésto no valía de mucho dado que ellas debían ser ratificadas por un senado con mayoría de derecha.

En este cuadro, cualquier proyecto propiciado por Concertación en la cámara de diputados, podía ser rechazado en la cámara de senadores. La necesidad de lograr acuerdos políticos con la derecha se impuso entonces como la vía para lograr algunos cambios, sólo que en esos términos no se podía aspirar a mucho. Las últimas elecciones de diciembre 1993 han mantenido la correlación de fuerzas al interior del parlamento y hasta se podría decir que han beneficiado a la derecha. En la elección de 1993, la derecha ganó dos diputados sobre los que tenía en perjuicio de la Concertación. Así las cosas, la Concertación hoy día no reune el quórum de cuatro séptimos que le permitía propiciar enmiendas constitucionales, quedando a merced de la derecha.

La Derecha

Con los resultados anteriores, la derecha podía respirar tranquila. Es cierto que se presentó dividida a las elecciones presidenciales, pero la composición del nuevo parlamento no podía más que dejarla satisfecha. Visto los resultados, la repartición de escaños parlamentarios en su interior quedo como sigue. 13 senadores para RN, 2 para la UDI, 1 independiente y 9 designados. En cuanto a los diputados, 32 para RN, 14 para UDI y 2 independientes.

2. Conflicto estado nación chileno/minoría étnica nacional mapuche al fin de la dictadura comienzo de la transición democrática

Cuando el 11 de marzo de 1990, Patricio Aylwin juró como nuevo Presidente de Chile, las esperanzas de justicia social de millones de chilenos, entraron con él al palacio de gobierno. Entre quienes favorecieron con su voto al candidato de la Concertación, había conciencia de que a diferencia del régimen militar autoritario, la nueva democracia --particularmente el nuevo gobierno-- favorecían una solución a las demandas sociales. Cual más cual menos, todos los protagonistas de este periodo de la historia de Chile, al dar su voto a la Concertación hicieron sus apuestas en el sentido de dar satisfacción a sus reivindicaciones. El movimiento mapuche también hizo la suya, fundada en su percepción del conflicto.

1. 1. El conflicto en la percepción del movimiento mapuche

Al final de la dictadura, el movimiento mapuche exigía la derogación y reemplazo de los decretos leyes 2.568 y 2.750. Esta demanda expresaba un alto nivel de consenso en las organizaciones mapuche. Ellas, a muy temprano dictarse las leyes de Pinochet y ante la imposibilidad de negociar, frenar la división de las reducciones y entrega de títulos de dominio particulares, adoptaron esta demanda como central. Ilustrativo de ello, son las resoluciones de los congresos de las organizaciones y sus declaraciones públicas. Admapu en su IV Congreso Nacional de 1985 acuerda: "1. Exigir la inmediata derogación del Decreto Ley 2.568 por atentar en contra de la integridad social y cultural del pueblo mapuche"[27].

En la mismo dirección, la Asociación Arauco se propondrá: "Luchar por la derogación inmediata del Decreto Ley N 2.568 que aparte de crear la división de nuestras tierras, pretende terminar con nuestro Pueblo Mapuche"[28].Y, Nehuen Mapu, argumentará que: "Nuestros avances han sido a costa de grandes sacrificios, porque conocemos lo que es la injusticia y la represión, porque hemos tenido que soportar leyes como el D.L. 2.568 que atenta contra nuestro pueblo y es etnocida"[29]. Por último, una declaración del 14 de junio de 1987, dando cuenta de la creación del Futa Trawun Kiñewam Pu Mapuche, comunica que las organizaciones que lo componen se proponen dialogar sobre los temas que les unen. Entre estos, el "reemplazo del D.L. 2.568 por una Ley Indígena de acuerdo a las necesidades y aspiraciones del pueblo mapuche, elaborada con la participación directa de sus organizaciones"[30].

En resumen, una síntesis de las demandas comunes de seis de las principales organizaciones mapuche (Ad mapu, Nehuen Mapu, Choiñ Folil Che, Asociación Mapuche Arauco Región del Bio Bio, Partido de la Tierra y la Identidad y Comisión Nacional 500 Años de Resistencia Mapuche (Aukiñ Wallmapu Ngulam)), destaca en un lugar privilegiado la derogación de los decretos leyes 2.568 y 2.750, así como el reconocimiento Constitucional de los pueblos indígenas. La lista contempla además, la condonación de deudas, atención médica gratuita, provisión de agua potable, electrificación rural, educación bilingüe, indemnización o devolución de tierras usurpadas, asistencia técnica y capacitación para los campesinos mapuche, y formación de profesionales con becas universitarias[31].

1. 2. El conflicto en la percepción de las fuerzas democráticas estato-nacionales

Aunque en los tiempos previos a la transición a la democracia, la demanda del movimiento mapuche aparecía en segundo plano frente a la reclamación política de poner término a la dictadura; no quita que como demanda étnico-gremial fuera central. Así lo entendieron las fuerzas democráticas, quienes hicieron los mejores esfuerzos por incorporarla a sus programas, de manera de capitalizar el descontento del movimiento mapuche.

Un documento de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (marzo 1990), destacaba entre las demandas específicas del Pueblo Mapuche, la siguiente. "Recuperación de la vigencia de los Títulos de Merced y de Comisario de Realengo y la derogación del decreto ley 2568 y modificaciones posteriores"[32]. La Concertación recogió esta demanda y la expresó del siguiente modo: "desarrollar y proponer al gobierno, una nueva legislación acorde con los principios y metas de la Corporación y los Pueblos Indígenas"[33]. La propuesta de las fuerzas políticas democráticas se enfocara así, sobre el reconocimiento constitucional, la creación de un instrumento legal para facilitar el desarrollo de los mapuche y garantizar la protección de sus tierras y recursos (nueva ley indígena en sustitución de los decretos leyes 2.568 y 2.750), la ratificación del Convenio 169 del OIT, y la consideración de casos específicos como las represas hidroeléctricas en el Bio Bio y el caso de Quinquen.

1. 3. El conflicto en la percepción de las fuerzas conservadoras estato-nacionales

Si bien, dado la voluntad política de los nuevos gobernantes, el escenario político no era confrontacional (como ocurría en los años de dictadura); no es menos cierto que involucraba igualmente tensión. Las fuerzas representantes del continuismo, se mantenían fieles a las ideas expresadas en los decretos leyes. 2.568 y 2.750. En el nuevo escenario político, la derecha se parapetaba en el parlamento para bloquear las reformas que el país deseaba, entre ella la mapuche

La posición de la derecha frente a la cuestión mapuche, era mantener el statu quo y defender la política asimilacionista del régimen anterior. Esta posición se manifiesta en declaraciones como la de Alfonso Marquez de la Plata Irarrazaval (ex Ministro de Agricultura de la dictadura), quien en reacción a la intención declarada por Aylwin de derogar los decretos leyes 2.568 y 2.750 y suspender la división de comunidades indígenas (intención más bien simbólica, dado que la vasta mayoría de las comunidades ya se encontraban divididas cuando el nuevo gobierno asumió) dijo:

La aplicación del D.L. 2568 fue un éxito a pesar de la oposición de algunos políticos que nunca han creído en la propiedad privada y que quisieron, como ahora, convencer a la opinión pública que los campesinos mapuches son "comunitarios" ... el iniciar experiencias colectivas en el campo a fines del siglo veinte, cuando se derrumban las economias socialistas, parece algo surrealista[34].

1. 4. Interpretación del conflicto

Si bien no es fácil hablar de una percepción única entre los mapuche, está claro que la posición del movimiento mapuche frente a los decretos leyes, era de total rechazo. Pero esto no era lo único que preocupaba al movimiento mapuche. También se encontraba muy enraizado en las organizaciones mapuche la demanda por "reconocimiento constitucional". Esta demanda impugnaba el carácter monoétnico que la Constitución de 1980 reconoce al estado-nación.

En el discurso anti dictadura del movimiento mapuche, la pluriétnicidad de Chile, así como su multiculturalidad y polilingüísmo, debían quedar garantizados en la Constitución. Esto se concebía como la formula que impediría en el futuro que los derechos de los pueblos minoritarios no fueran cuestionados arbitrariamente en otra administración. La demanda por reconocimiento constitucional, aunque no definida más allá de eso, se transformaba de este modo en una cuestión estratégica para el movimiento mapuche. Ella cruzaría todos los programas de las organizaciones que lo componen. "Exigimos al grupo de Estudios Constitucionales que en la nueva carta fundamental de la República, se reconozca y considere la plena existencia del pueblo mapuche y las otras minorías étnicas del país"[35].

La Concertación de Partidos por la Democracia tenía claro según se desprende de sus documentos que había que dar salida a la demanda del movimiento mapuche por derogar los decretos leyes 2.568 y 2.750. Esas leyes habían sido excomulgadas por el movimiento mapuche, y en tanto tales, identificadas y denunciadas como las causantes de todos los males que el pueblo mapuche venía experimentando.

La necesidad de una nueva ley indígena era la condición sine qua non para apaciguar los ánimos del movimiento mapuche. Sólo así se podría comprometer el voto mapuche e integrar el movimiento mapuche al proyecto de recuperar la democracia. Por lo demás, se trataba de una cuestión de "reparación", según se desprende del ambiente de la época, cargado de una revalorización de la democracia y del espíritu de justicia. Espíritu de justicia que es el resultado de la conculcación de derechos cívicos por tantos años, a un país con una larga tradición democrática.

Pero no se trataba de hacer una ley indígena "para" los mapuche sólo por cumplir. Estos habían impugnado la ley indígena de la dictadura, entre otras cosas, porque no les permitió participar en su elaboración, enterándose del contenido del texto cuando ya estaba promulgada. En el contexto de la recuperación de la tradición democrática del país, los mapuche reivindicaban la recuperación de la tradición de participación en la elaboración de la ley. En efecto, y para no retroceder tanto en el tiempo, en la dictación de la ley inmediatamente anterior a la de Pinochet ley 17.750 del gobierno de Salvador Allende los mapuche habían participado en la generación del proyecto de ley. Los parlamentos de Ercilla en 1969 y Temuco en 1970 fueron el mecanismo para promover la participación mapuche en la generación de ese proyecto de ley, y el movimiento mapuche tenía esto muy fresco en la memoria.

Se trataba entonces de una nueva ley indígena "con" la participación de los mapuche. Por lo cual, hacer de la generación del proyecto un hecho lo más participativo posible, le entregaría al texto --una vez sancionado-- una legitimidad que comprometería el respeto del movimiento mapuche. El asunto de la participación entrañaba entonces una cuestión táctica que no debía ni podía ser descuidada por el nuevo gobierno. Efectivamente, obedeciendo a esa voluntad política --y al trabajo que ya había desplegado la Comisión Chilena de derechos Humanos y su Programa de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas-- la Concertación asumió el esfuerzo de convocar a los Pueblos Indígenas para pedirle una opinión respecto a una nueva ley indígena.

Entre las principales ideas que les proponemos se encuentra el reconocimiento de los pueblos que Uds. integran, de sus culturas e identidades propias así como la protección de sus tierras y recursos naturales a través del ordenamiento jurídico constitucional y legal. También proponemos una Corporación Nacional de Desarrollo Indígena que posibilite vuestra participación en la resolución de los problemas que les afectan y la creación de un Fondo Nacional de Etnodesarrollo que permita el fomento de su agricultura, ganadería y artesanía[36].

Por su parte, los nostálgicos del régimen militar, que habían apostado a liberar tierras mapuche al mercado (en la idea que pasaran a formar parte de latifundio, empresas forestales, turísticas u otras) vieron frustrados sus deseos con el triunfo de la opción NO en 1988 y luego de Patricio Aylwin en 1989. La Concertación tenía un explícito discurso contrario a los decretos leyes. 2.568 y 2.750, de donde quedaba claro para ellos que su preocupación sería tratar de conservar lo conquistado. Su labor desde el parlamento se reduciría entonces, a procurar que esa futura ley no fuera todo lo bueno que prometía y que obviamente iba en sentido opuesto a sus intereses y expectativas.

3. Negociación del conflicto estado nación chileno/minoría étnica nacional mapuche en la transición democrática

Vencido el obstáculo de las elecciones presidenciales y parlamentarias del 1989, el camino para un período de negociación quedaba abierto. Sin embargo, éste no sería un camino de rosas. La sociedad estado-nacional vivió por años polarizada, y se trataba ahora era de convivir bajo los valores de la tolerancia y el respeto. La democracia retornaría paulatinamente al país, y no ha estado exenta de momentos de tensión (acuartelamientos militares de diciembre 1990 y julio 1993), protestas, paros y huelgas.

1. 1. El escenario político en la negociación del conflicto estado nación chileno/minoría étnica nacional mapuche

En el terreno de las relaciones Estado nación/minorías étnicas, algunas organizaciones no vinculadas al gobierno, como Aukiñ Wallmapu Ngulam, comenzaron a acaparar las noticias. En efecto, sus "recuperaciones" de tierra --con un impacto enorme en la sociedad estatonacional-- pusieron en jaque al ejecutivo, favoreciendo un reagrupamiento de la derecha en el parlamento. La acción en bloque de la derecha impidió que se avanzara en la discusión de una legislación para los indígenas. El gobierno debió retirar en 1991 el proyecto que había enviado a la cámara de diputados, esperando una vuelta a la calma. La promulgación de la nueva ley se fue aplazando hasta el final del período de gobierno de la Concertación.

1. En adelante Concertación.
2. Ver José Bengoa, "En Torno al Plebiscito", Nütram IV, n 4(1988): 7-23.
3. Un ciclo se caracteriza entre otros factores porque hay un rol protagónico de las organizaciones mapuches, así estén o no controladas por los partidos políticos. Desde este punto de vista un ciclo de movilización mapuche es un período en que la iniciativa en el enfrentamiento o en la negociación con el Estado está en manos del movimiento mapuche, gracias a su capacidad de movilización. La actitud del Estado (represión o negociación) es una respuesta a la movilización. Cuando esta capacidad de movilización desaparece (como fue el caso a fines del período de la dictadura), la negociación se puede dar, pero el protagonismo viene del Estado, quien la convoca organiza y dirige.
4. Para una caracterización del movimiento mapuche ver José A. Mariman, "Cuestión Mapuche, Descentralización del estado y Autonomía Regional," Caravelle 59 , (1992):195-199. También José A Mariman, "Movimiento Mapuche. Transición Democrática en Chile (1989-1993): Nuevo Ciclo Mapuche? Tesis, Universidad de la Frontera, 1993, 7-18. Todas las organizaciones aquí mencionadas operan en territorio mapuche.
5. "Problema Indígena", La Nación 11 Oct.1992: 2do. cuerpo.
6. Ver Estanislao Gacitúa, "Hacia un marco interpretativo de las movilizaciones mapuches en los últimos 17 años", Nütram n 28, (1992):22-44.
7. En principio pertenecieron a ésta alianza la Buta Huillimapu de Osorno, la Unión Araucana y la Sociedad Araucana de Temuco.
8. Fernando Quilaleo, Cristian Catricura y Galvarino Reiman, Ad mapu Santiago, entrevista, La Tercera , 02 Oct. 1992.
9. Mario Millapi, Presidente de Nehuen Mapu entrevista, Nütram V, n 2 (1989): 15.
10. Callfulican, Boletín Informativo (Temuco: octubre 1992).
11. Aroldo Cayún, entrevista , Nütram V, N 2 (1989): 6.
12. Cayún, entrevista 6.
13. Partido de la Tierra y la Identidad, "Declaración de Principios del Partido de la Tierra y la Identidad" (Santiago, Chile: PTI marzo 1989).
14. "Segundo acuerdo de los pueblos Indígenas de Chile, Niagara 27 y 28 de enero de 1990", Nütram VI, N 1 (1990): 10-11.
15. Ver José A. Mariman, "La Organización Mapuche Aukiñ Wallmapu Ngulam," Centro de Estudios y Documentación Mapuche-Liwen (no publicado) Denver, U.S.A., abril 1995.
16. Aquí se han considerado sólo las que operan en territorio mapuche.
17. José Aylwin y Enrique Besnier, "Demandas de los Pueblos Indígenas de Chile en la Transición Democrática (Santiago, Chile: Comisión Chilena de Derechos Humanos, Programa de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas, 1990): 18.
18. Aylwin y Besnier, Demandas .
19. Originalmente pertenecieron a la Concertación también, los partidos Izquierda Cristiana (fusionado hoy al Partido Socialista), Mapu, Humanista, y el Partido Alianza de Centro.
20. La Nación, Documento de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (Santiago, Chile: CEPI, 15 Oct. 1992).
21. Ricardo Lagos (precandidato presidencial de la Concertación (PPD) en visita a Temuco), entrevista, El Mercurio 06 Nov. 1992.
22. Francisco Bayo (diputado RN), opinión, Diario Austral 13 Oct.1992.
23. Ver José Bengoa. Quinquén. 100 Años de Historia Pehuenche , (Santiago, Chile: ediciones Chile América CESOC, 1992): 136.
24. "Propuesta de la Asociación Nacional Mapuche 'Nehuen Mapu'", Nütram edición especial (1989).
25. "Declaración pública de' Futa Trawn Kiñewan pu Mapuche", Nütram III, n 3 (1987): 3 4.
26. Francisco Huenchumilla (diputado),entrevista, Diario Austral 16 Oct. 1991.
27. Resoluciones del IV Congreso Nacional, de la Asociación Gremial de Pequeños Agricultores y Artesanos Mapuche AD MAPU, Nütram II, N 2 (1986): 4.
28. Nuestra Organización Mapuche "Arauco" Región del Bío bío" Nütram III, N 3 (1987): 6.
29. "Convocatoria al II Congreso Nacional de la Asociación Mapuche "NEHUEN MAPU", Nütram IV, n 4 (1988): 4.
30. Declaración pública del Futa Trawun 3.
31. Para un listado de las demandas de cada una de las organizaciones, ver "El Pueblo Mapuche a los Partidos Políticos a la Sociedad Chilena y al Futuro Gobierno democrático para Exigir la Presente Demanda", Nütram edición especial (1989): 25-28; Propuesta de la Asociación Nacional Mapuche "Nehuen Mapu" 29-46; "Resoluciones y Demandas de la Tercera Asamblea "Choiñ Folil Che", Nütram V, N 3 (1989): 29 30; Nuestra Organización Asociación Mapuche "Arauco" 5-7; Trepeiñ, órgano oficial del Partido de la Tierra y la Identidad PTI, septiembre 1992; "Propuesta de la Comisión 500 años de Resistencia", Nütram edición especial (1989):50-51.
32. Aylwin y Besnier, Demandas 12.
33. Aylwin y Besnier, Demandas 19.
34. "Las Comunidades Mapuches", editorial, El Mercurio , 06 Jun.1990.
35. Resoluciones del IV Congreso Nacional AD MAPU 4.
36. Aylwin y Besnier , Demandas 25.
37. Melillán Painemal, entrevista, Nütram IV, N 3 (1988): 8.
38. Resoluciones del IV Congreso Nacional AD MAPU 7.
39. Declaración Pública Futa Trawun 7.
40. Aylwin y Besnier, Demandas 4.
41. "Discurso del Presidente de la República con Motivo del Acto de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas", Nütram VI, N 2 (1990): 44.
42. Discurso del Presidente de la República con Motivo del Acto CEPI 44.
43. Sergio Diez (senador RN), entrevista, Diario Austral 22 Oct.1991.
44. Teodoro Rivera (diputado RN), entrevista, Diario Austral 22 Oct.1991.
45. Francisco Bayo (diputado RN), entrevista, Diario Austral 25 Oct. 1991.
46. Consorcio Agrícola del Sur Rechaza Ocupación de Predios Agrícolas, opinión, Diario Austral 24 Oct. 1991.
47. Chile, Acta de la Sesión 6 ,Cámara de Diputados 9 Jun. 1992.
48. Chile, Constitución política de la República de Chile , (Santiago, Chile: editorial Jurídica de Chile, 1990): 12.
49. Chile, Acta de la Sesión 6
50. Constitución 26.
51. Chile, Acta de la Sesión 6
52. Constitución 54.
53. Chile, Acta de la Sesión 6
54. Chile, Acta de la Sesión 6
55. Eduardo Castillo (jefe del proyecto de Pueblos Indígenas de la Comisión de Derechos Humanos de Temuco), entrevista, Qué Pasa 18 Oct. 1991.
56. José Santos Millao (consejero mapuche de la CEPI) discurso, El Mercurio 29 Sept. 1993.
57. Patricio Aylwin Azócar, discurso, El Mercurio 29 Sept. 1993.
58. Monseñor Sergio Contreras, entrevista, Diario Austra l 29 Sept. 1993.
59. Marcelina Neculqueo, entrevista, Diario Austral 29 Sept. 1993.
60. Sergio Diez Urzúa. "Derecho Internacional y Pueblo", Diario Austral 26 Nov. 1991.
61. Diez, Derecho .
62. "Proyecto y propuesta de los derechos fundamentales de la nación mapuche en las elecciones de presidente, senadores y diputados" (borrador), (Temuco, Chile: Aukiñ Wallmapu Ngulam, junio de 1993).
63. Decreto Ley 2.750 de 1979.

Referencias

* Aylwin Azócar, Patricio. (1993, Septiembre 29). Discurso de promulgación de la ley 19.253. Santiago, Chile: El Mercurio.
* Aylwin, José & Besnier, Enrique (marzo 1990). Demandas de los Pueblos Indígenas de Chile en la Transición Democrática . Programa de Derechos Humanos y Pueblos Indígenas de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, Documento de trabajo N 1.
* Bayo, Francisco. (1992, Octubre 13) Entrevista (diputado RN). Temuco, Chile: Diario Austral.
* . (1992, Octubre 25) Entrevista. Temuco, Chile: Diario Austral.
* Bengoa, José (1988). En torno al plebiscito. Nütram IV, n 4,.
* . (1992). Quinquen. 100 años de historia pehuenche. Santiago, Chile: Ediciones Chile América CESOC.
* Callfulican. (1992, Octubre). Boletín Informativo. Temuco, Chile: Autor .
* Catricura, Cristian, Quilaleo, Fernando & Reiman, Galvarino. (1992, Octubre 2) Ad mapu Santiago. Entrevista, Santiago Chile: La Tercera.
* Cayún, Aroldo. (1989). Nuestra inspiración ideológica surge del corazón de nuestros pueblos. Entrevista. Santiago, Chile: Nütram V, N 2.
* Chile. (1990, Abril). Constitución política de la República de Chile , Santiago, Chile: Editorial Jurídica de Chile.
* . Cámara de Diputados de la República de Chile (1992, Junio 9). Acta de la Sesión 6 . Valparaíso, Chile: Boletín Cámara de Diputados.
* . (1979, Marzo 23). Modifica la ley n 17.729 sobre protección de los indios y ubica las funciones del instituto de desarrollo indígena en el instituto de agricultura y desarrollo agropecuario. Santiago, Chile: Ministerio de Agricultura.
* . (1979, Julio 10). Modifica el titulo 1ro de la ley 17.729, determinada por el artículo 1ro. del decreto ley número 2.568 de 1979. Santiago, Chile: Ministerio de Agricultura.
* Contreras N., Sergio (Monseñor). (1993). Estamos viviendo un momento histórico. Temuco, Chile: Diario Austral.
* Diez, Sergio (1991), Octubre 22). Entrevista (senador RN). Temuco, Chile: Diario Austral.
* Gacitúa, Estanislao (1992). Hacia un marco interpretativo de las movilizaciones mapuches en los últimos 17 años. Nütram n 28.
* Huenchumilla, Francisco. (1991, Octubre 16) Entrevista. Temuco, Chile: Diario Austral.
* Lagos, Ricardo. (1992, Noviembre 6). Entrevista, Temuco, Chile: El Mercurio
* La Nación. (1992, Octubre 11). Problema Indígena. Santiago, Chile: Autor , segundo cuerpo.
* Mariman, José. (1992). Cuestión mapuche, descentralización del estado y autonomía regional, En UNESCO, Centre National de la Recherche scientifiqueet du Centre National des Lettres y la Universidad de Toulouse le Mirail (Eds.), Caravelle n 59 (189-205). Toulouse, Francia: Institut Pluridisciplinaire Pour Les Etudes Sur L'Amerique Latina de la Universidad de Toulouse Le Mirail.
* . (1993). Movimiento Mapuche. Transición Democrática en Chile (1989-1993): Nuevo Ciclo Mapuche? (Tesis Universitaria, Universidad de la Frontera, 1993). (No publicada).
* . (1995). La Organización Mapuche Aukiñ Wallmapu Ngulam. Denver, U.S.A: Centro de Estudios y Documentación Mapuche-Liwen (no publicado).
* Millapi, Mario. (1989). Presidente de Nehuen Mapu. Entrevista. Santiago, Chile: Nütram V, N 2.
* Marquez de la Plata Irarrazaval, Alfonso. (1990, Junio 6). Las comunidades mapuches. Editorial. Santiago, Chile: El Mercurio. Painemal, Melillán. (1988). Entrevista. Santiago, Chile: Nütram IV, N 3. PTI. (1989, Marzo). Declaración de principios del "Partido de la Tierra y la Identidad PTI". Santiago, Chile: Autor .
* Rivera, Teodoro. (1991, Octubre 22). Arriesgo mi futuro político. Entrevista (diputado RN). Temuco, Chile: Diario Austral.
* Santos Millao, José. (1993, Septiembre 29) Discurso en Nueva Imperial. Santiago, Chile: El Mercurio.

Documentos

* Convocatoria al II Congreso Nacional de la Asociación Mapuche "NEHUEN MAPU" . Santiago, Chile: Nütram IV, n 4.
* Declaración pública del Futa Trawun Kiñewan Pu Mapuche . (1987). Santiago, Chile: Nütram III, n 3.
* Discurso del Presidente de la República con motivo del acto de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas . (1990). Santiago, Chile: Nütram VI, N 2.
* El pueblo mapuche a los partidos políticos a la sociedad chilena y al futuro gobierno democrático para exigir la presente demanda . (1989). Santiago, Chile: Nütram edición especial.
* La Nación. (1992, Octubre 15). Documento de la Comisión Especial de Pueblos Indígenas. Santiago, Chile: Autor ..
* Nuestra Organización Mapuche "Arauco" Región del Bío bío . (1987). Santiago, Chile: Nütram III, n 3.
* Propuesta de la Asociación Nacional Mapuche "Nehuen Mapu" . (1989). Santiago, Chile: Nütram edición especial.
* Propuesta de la Comisión 500 años de Resistencia . (1989). Santiago, Chile: Nütram edición especial.
* Propuesta Demócrata Cristiana frente a la situación Mapuche . (s/f). Santiago, Chile: Nütram edición especial.
* Proyecto y propuesta de los derechos fundamentales de la nación mapuche en las elecciones de presidente, senadores y diputados . (1993). Temuco, Chile: Aukiñ Wallmapu Ngulam.
* Resoluciones del IV Congreso Nacional, de la Asociación Gremial de Pequeños Agricultores y Artesanos AD MAPU. (1986). Santiago, Chile: Nütram II, n 2.
* Resoluciones y demandas de la tercera asamblea "Choiñ Folil Che ". (1989). Santiago, Chile: Nütram V, n 3.
* Segundo acuerdo de los pueblos Indígenas de Chile, Niagara 27 y 28 de enero de 1990 . (1990). Santiago, Chile: Nütram VI, N 1.