En la IX Región hay unas 49 quiebras que se mantienen vigentes, es decir, que se declararon y aún no se cierran, con recursos que no se han repartido, trámites judiciales pendientes, o recursos que aún no se venden.
Así lo aseveró el superintendente de Quiebras, Rodrigo Albornoz Pollman, quien estuvo de visita en la Región. La autoridad agregó que las quiebras declaradas en tribunales de la zona representan sólo a un 4% de todas las quiebras nacionales vigentes, que llegan a 1.400 quiebras vigentes en el país, es decir, que aún se están administrando.
Pero estos procesos provocan problemas colaterales. En los últimos 12 años se han visto afectados unos 1.500 trabajadores por quiebras en La Araucanía. "Estos no son sólo procesos de abogados y empresarios, sino de familias afectadas", precisó."He señalado que según nuestras proyecciones, hoy las cifras son muy formales pero no reales. Eso es porque no todos los que quiebran lo informan, la cultura social y empresarial de nuestro país no valora el fracaso. Y el fracaso forma parte de la vida", manifestó.
Cuenta que la información de empresas por quebrar no existe y debiese existir. "En el mundo existen sistemas de alerta temprana de quiebra de empresas. Las empresas en otros países del mundo pueden acceder a tratar su situación de insolvencia, donde se reestructuran y arreglan, o definitivamente quiebran", dice.
Agrega que en un futuro estos datos van a existir. "El Estatuto Pyme anunciado por la Presidenta crea un asesor de empresas en situación de insolvencia", comenta.
MAPUDUNGÚN
Albornoz llegó a La Araucanía para presentar una guía de quiebras que fue traducida en mapundungún y que pretende poner a disposición de todos los trabajadores indígenas que puedan enfrentar un problema como éste.
El año 2002, con la Dirección Nacional del Trabajo -contó- hicimos una guía con 36 preguntas y 36 respuestas, dirigida a trabajadores. "La guía explica qué significa la quiebra, qué derechos tienen los trabajadores en tal proceso y cómo pueden ejercer esos derechos".
Recordó que hubo una quiebra muy emblemática de Santiago que estaba vinculada a la industria panadera donde de los 500 trabajadores afectados un 50% era de origen mapuche.




