El mandatario dijo que la representación del Ejecutivo estará en manos de los secretarios de Estados Larroulet y Kast, quienes se sumarán a los representantes de las iglesias católica y evangélica, las organizaciones civiles de La Araucanía y el Biobío, además de representantes de las comunidades del pueblo mapuche.
El Presidente Sebastián Piñera sorprendió a todos durante la ceremonia de izamiento de la gran bandera del Bicentenario, anunciando la instalación de una mesa de diálogo que intentará solucionar el conflicto mapuche y poner fin a la huelga de hambre que 34 comuneros realizan desde hace más de dos meses.Durante su alocución, el Mandatario reconoció que el Estado chileno tiene una deuda con el pueblo mapuche por lo que anunció una serie de medidas que buscarán mejorar la situación de ellos. Entre estas se encuentra la mesa de diálogo que tanto la oposición como las propias comunidades solicitaban desde hace tiempo para terminar con la huelga de hambre que ya lleva 67 días.
“Todos los chilenos estamos conscientes de que tenemos una deuda con nuestros pueblos originarios y, particularmente, con el pueblo mapuche (…) y por eso, para empezar a cubrir esta deuda que tenemos, nuestro gobierno ha desarrollado el plan Araucanía”, dijo.
Según la opinión de Piñera, esta es la iniciativa más potente y ambiciosa de su gobierno, debido a que se busca mejorar la calidad de vida y oportunidades del desarrollo del pueblo mapuche además de generar un reencuentro con ellos.
“A penas terminen las fiestas del Bicentenario, la próxima semana en el cerro Ñielol, que es un símbolo de La Araucanía, se constituirá una mesa de diálogo, integrada por el gobierno de Chile, representada por los ministros de la Presidencia y Mideplan, integrada por las iglesias católica y evangélica, las organizaciones civiles de La Araucanía y el Biobío y por los representantes de las comunidades del pueblo mapuche”, señaló el jefe de Estado.
Son instancias diferentes
El ministro de Mideplan, Felipe Kast, aseguró que “ésta es una mesa que continúa el proceso que se ha llevado a cabo en los últimos meses con más de 500 comunidades, va a un tema más amplio”.
De esta forma, el secretario separó aguas con el trabajo que desarrolla el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, para facilitar el diálogo con los comuneros en huelga.
“El gobierno ha tomado medidas para revertir la situación de ayuno de los comuneros y tiene que ver con el proceso que está llevando monseñor Ezzati, las tareas del ministerio del Interior, el envío al congreso de la modificación a la ley antiterrorista. Esta es una mesa paralela que trata de recoger las opiniones y necesidades de miles de chilenos que tal vez no tienen las mismas opiniones que los comuneros mapuche”, agregó.
Por su parte, el otro representante del Ejecutivo en la instancia anunciada por el Mandatario, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, dejó en claro que la mesa es para profundizar el plan Araucanía para el reencuentro con el pueblo mapuche.
Sin embargo, recalcó que este es un paso más dentro del programa del Gobierno y no tiene relación con el extenso ayuno que mantienen los comuneros mapuches.
“Esto no es parte de una reacción a una huelga de hambre, sino que es parte de un programa que el gobierno siempre ha tenido”, precisó.
En tal sentido, Larroulet aseguró que se sentarán a conversar con dirigentes de las comunidades, pero no de quienes representan a los comuneros en huelga. “Ahí hay otro proceso de diálogo que se está realizando a través del obispo Ezzati para un propósito determinado que es muy específico”, explicó.
Reacciones, críticas y algo más
A pesar que el Gobierno, a través del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, había dicho que el Ejecutivo no sostendría un diálogo con los mapuches hasta que no depusieran su actitud de no ingerir alimentos, lo cierto es que ahora tendrá la oportunidad de responder a las críticas y presiones que se habían originado sobre el tema.
En tanto, el senador DC, Eduardo Frei, lanzó un torpedo a Hinzpeter al señalar que las iglesias no sólo están para rezar, sino que también para mediar y en ese sentido destacó la labor de monseñor Ricardo Ezzati, quien estará a cargo de ser el facilitador de la mesa de diálogo.
Por su parte, la vocera de Gobierno, Ena von Baer, dijo que al Gobierno no le han doblado la mano, sino que se ha mantenido el plan de trabajo que se ha trazado en este sentido.
En ese sentido, la ministra precisó que el “Presidente ha dado un paso más anunciando una mesa de diálogo para poder cubrir todos los temas pendientes respecto al tema mapuche. Por lo tanto, el llamado es a deponer la huelga de hambre porque esta no es la manera, la vida siempre va primero”.
Además, recordó que el Gobierno ha dado claras señales para solucionar este conflicto, como es el caso de “la reforma a la ley Antiterrorista y a la justicia militar. Adicionalmente, hemos dado señales muy concretas de apertura al diálogo”.
Mañalich visita a mapuches en huelga de hambre
Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, visitó a los mapuches que mantiene una huelga de hambre, afirmando que ellos se encuentran en una condición de “extremado riesgo”.
Mandatado expresamente por Piñera, el secretario de Estado llegó a Temuco donde se reunió con el equipo del ministerio a su cargo en la zona.
Mañalich precisó que la preocupación en este momento deriva de lo prolongado de la huelga que mantienen los comuneros, lo cual provoca su debilitación que los hace altamente vulnerables a cualquier enfermedad, especialmente complicaciones infecciosas.
Asimismo, aclaró que no se está alimentando a los huelguistas, ni tampoco se tiene la intención de hacerlo, respetando así su compromiso con ellos. También destacó que se ha logrado establecer un sistema de visitas médicas a todos los comuneros los tres que recuperaron recientemente la libertad.
El ministro visitó a los comuneros Felipe Huenchullán y Fernando Millacheo, internados en el hospital de la comuna.