El Mandatario explicó que durante el diálogo con los huelguistas se buscó proteger el valor de la vida y el Estado de Derecho imperante en Chile.

En la reapertura del Museo de Colchagua, en Santa Cruz, el Presidente Sebastián Piñera expresó ayer su "inmensa satisfacción" tras la determinación de la mayoría de los comuneros mapuches de abandonar la huelga de hambre.

En esa lógica, remarcó que el Gobierno "actuó con mucha energía, con mucha decisión, pero también con mucha coherencia" para cumplir un doble objetivo. "Queríamos salvaguardar simultáneamente dos valores muy preciados por los chilenos: el valor de la vida y el valor del Estado de Derecho", dijo el Mandatario.

Piñera aseveró que también se buscó proteger "a las víctimas del terrorismo, el orden público y la seguridad ciudadana", recordando que varios puntos de acuerdo eran parte de su programa.

El cardenal Francisco Javier Errázuriz también se mostró "feliz" con la noticia, y realizó "una mención particular a las autoridades de gobierno, a los representantes de los mapuches y, especialmente, a monseñor Ricardo Ezzati y monseñor Manuel Camilo Vial".

Por su parte, el titular de Mideplan, Felipe Kast, consideró que el fin del ayuno revela que se "logró construir un clima de confianza entre el pueblo mapuche y el Gobierno".