Representantes del gobierno advierten que no tiene por objetivo resolver la huelga de hambre, sino que se trata de una "mesa paralela". Instancia se instalará la próxima semana en el Cerro Ñielol
Cuando se mantiene por más de dos meses la huelga de hambre de 34 comuneros mapuche, el gobierno anunció la instalación de una mesa de diálogo la próxima semana, después de los festejos del Bicentenario, pero no con el objetivo de lograr una solución para los huelguistas.Durante el acto de izamiento de la bandera gigante, que flamea desde este mediodía frente a La Moneda, el Presidente Sebastián Piñera dijo que “se constituirá una mesa de diálogo integrada por el gobierno, representado por los ministros de la Presidencia y de Mideplan, las iglesias católica y evangélica, las organizaciones civiles de las regiones de la Araucanía y del Biobío, y los representantes de las comunidades del pueblo mapuche”.
La instancia se instalará en el Cerro Ñielol, donde se encuentra “La Patagua del Armisticio” que recuerda el parlamento entre chilenos y mapuches para acordar la paz. Piñera dijo que se eligió este sitio por ser un “símbolo para la Araucanía”.
Claro que a la hora de precisar los objetivos de la mesa, no se menciona la huelga de hambre. El Mandatario habla de “enriquecer el plan Araucanía y lograr el reencuentro histórico”, señalando que el grupo entregará “sus aportes y contribuciones antes que termine el Bicentenario”, un plazo muy extenso para responder a las necesidades coyunturales en las cárceles del sur.
Instancias distintas
El titular de Mideplan, Felipe Kast, manifestó que “ésta es una mesa que continúa el proceso que se ha llevado a cabo en los últimos meses con más de 500 comunidades, va a un tema más amplio”, separando aguas con el trabajo que desarrolla el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, para facilitar el diálogo con los comuneros en huelga.
“El gobierno ha tomado medidas para revertir la situación de ayuno de los comuneros y tiene que ver con el proceso que está llevando monseñor Ezzati, las tareas del ministerio del Interior, el envío al congreso de la modificación a la ley antiterrorista. Esta es una mesa paralela que trata de recoger las opiniones y necesidades de miles de chilenos que tal vez no tienen las mismas opiniones que los comuneros mapuche”, advirtió.
También el otro representante del gobierno en la anunciada instancia, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, hizo la diferencia. “Esta mesa de diálogo es para que podamos profundizar el plan Araucanía para el reencuentro con el pueblo mapuche”, indicó, recalcando que se trata de un paso más dentro del programa de gobierno y que no tiene relación con el extenso ayuno que mantienen los presos mapuche.
Dijo que “esto no es parte de una reacción a una huelga de hambre, sino que es parte de un programa que el gobierno siempre ha tenido”, precisando que se van a sentar a conversar con dirigentes de las comunidades, pero no de quienes representan a los comuneros en huelga. “Ahí hay otro proceso de diálogo que se está realizando a través del obispo Ezzati para un propósito determinado que es muy específico”, sentenció