os terrenos de comunidades mapuche en la región de Los Ríos se ven amenazados por las inundaciones provocadas por la Central Hidroeléctrica Pullinque, como parte del histórico perjuicio que ha significado para la población desde su construcción en los años 50, cuando ocuparon sus terrenos. Los mapuche exigen una indemnización por hectárea que permita suplir las ganancias que tenían gracias al cultivo y ganado.

Pérdidas en tierras y ganado son las principales consecuencias que han sufrido 70 familias mapuches en Panguipulli, debido a las inundaciones provocadas por el colapso de la laguna artificial que nutre a la Central Hidroeléctrica Pullinque S.A, generando la reacción de la comunidad que exige indemnizaciones a su filial italiana ENEL.

Casi la totalidad de esta población depende del sustento que les entrega la tierra que ha sido intervenida desde la construcción de la represa en 1950, cuando se inundaron 300 hectáreas de un sector donde bajaba normalmente el río, según Joel Huiriman, presidente de la comunidad Llongahue, quien además denuncia una amenaza mayor que consiste en la extensión de esta laguna.

La tierra literalmente va siendo absorbida por la laguna, lo que afectará a las comunidades futuras ya que en la actualidad el daño se sufre a nivel periódico, dependiendo de las condiciones del tiempo, según Huiriman. “Si el invierno es malo, el aumento es malo, día a día se achican los predios, los animales pierden alimento y mueren, así como cada año aumenta la laguna. Esto era un río, cuando se hace el tranque se forma una laguna. Ellos no compensaron nada y el Estado entregó esto sin preguntarle a nadie”, sostuvo.

Por todos estos daños los mapuches exigen a Enel que reconozca el daño a los sectores bajos que se inundan y se indemnice a todos aquellos rivereños que durante años han visto como, su único capital, lo absorbe el agua.

El Observatorio Ciudadano ha podido asesorar a las comunidades, sobre todo, en lo que se relaciona al Convenio 169 de la OIT que trata específicamente los derechos de los pueblos indígenas y tribales, invocándolo para que Enel se haga cargo de los daños.

Las familias afectadas buscan también participación en las utilidades que perciba la empresa por el aumento de nivel de inundación, de acuerdo a lo establecido en el Convenio 169 de la OIT, específicamente en su artículo 15, que establece que “Los derechos de los pueblos interesados a los recursos naturales existentes en sus tierras deberán protegerse especialmente. Estos derechos comprenden el derecho de esos pueblos a participar en la utilización, administración y conservación de dichos recursos”.

Los terrenos no se pueden recuperar, pero sí se debe recompensar a los mapuches por las pérdidas en sus ingresos que no sólo abarcan este año sino también los períodos anteriores, según José Araya Coordinador del Observatorio Ciudadano

“Nosotros estamos acompañando al proceso de la comunidad, revisando los antecedentes que permiten sostener que hay una reivindicación social específica. Lo primero que se hace es generar información técnica que permita sostener eso, revisar la documentación y generar información que permita decir que históricamente ese territorio ha pertenecido a comunidades indígenas”, indicó Araya.

La oferta de la empresa es de dos millones 300 mil pesos por hectárea, sin embargo, la petición es de 20 millones por hectárea más un porcentaje de utilidades.

Lorena Cruzat