Tras las gestiones del ministro Cristián Larroulet y su subsecretario Claudio Alvarado con los últimos 10 huelguistas, anoche se llegó a una salida al conflicto.
Tras las negociaciones directas del ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, y su subsecretario Claudio Alvarado, con los 10 comuneros mapuches recluidos en Angol que aún se mantenían en huelga de hambre, el gobierno logró anoche desactivar el conflicto y sumarlos al acuerdo que la semana pasada habían suscrito con mapuches de Concepción, Lebu y Temuco.En una larga jornada -que incluyó la visita del Presidente Sebastián Piñera a Purén y el anuncio de poner discusión inmediata a la tramitación en el Congreso del proyecto de ley que reconoce constitucionalmente a los pueblos originarios-, las primeras señales llegaron tras el encuentro de los secretarios de Estado con los 6 huelguistas que están en el hospital de Victoria.
En el centro hospitalario se habría redactado un borrador de acuerdo que después los ministros llevaron para su aprobación a los cuatro huelguistas que se encuentran en la cárcel de Angol.
Pasadas las 11 horas, Alvarado leyó un documento titulado "Declaración de Angol". "Los representantes de los comuneros mapuches en huelga de hambre, junto al ministro Cristián Larroulet y al subsecretario Claudio Alvarado señalan que las gestiones realizadas para poner fin a la huelga de hambre han culminado con éxito", dice el texto.
Alvarado dijo que la decisión será informada el lunes a la comunidad mapuche, pero que "en la práctica la huelga ya se bajó". Así, se puso fin a 89 días de huelga.
El despliegue del gobierno en el sur coincidió con el malestar de los comuneros que habían depuesto su ayuno la semana pasada. ¿La razón? La demora del Ejecutivo en recalificar las querellas por delitos terroristas, según el acuerdo suscrito el viernes último, donde se fijó un plazo de cinco días hábiles para realizar dicha gestión.
A primera hora, el dirigente Eric Millán no descartó que los comuneros retomaran la huelga ante un eventual incumplimiento del gobierno. "Estamos a la espera. Los hermanos están evaluando cómo pueden movilizarse", afirmó.
Al respecto se pronunció el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, quien ayer se reunió con el arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati, y la vocera de los comuneros que ya depusieron el ayuno, Natividad Llanquileo, en la residencia del sacerdote.
"Hoy (ayer) cumpliremos con lo prometido, no sólo porque se vence el plazo, sino porque es una promesa que hicimos como gobierno", afirmó Hinzpeter.
En el Ejecutivo se precisó que durante la tarde de ayer se recalificarían las dos últimas querellas amparadas en la ley antiterrorista que el Ejecutivo mantiene contra distintos comuneros.
Asimismo, se había indicado que la recalificación de las demandas -ahora se interpondrían invocando delitos comunes- también beneficiará a los comuneros de Angol, aun si éstos decidían continuar con su ayuno.
Con todo, en La Moneda hubo siempre optimismo frente a las tratativas. "Podemos tener buenas noticias en cualquier instante", se decía en privado ya al mediodía.
En el gobierno destacaban a esa hora el gesto del Mandatario con los pueblos originarios al comprometerse a acelerar la tramitación del reconocimiento constitucional con la máxima urgencia disponible.
La iniciativa -que establece el carácter multicultural de la nación chilena- es una antigua aspiración de todas las comunidades autóctonas y ha tenido reiterados fracasos legislativos. "Hace unas semanas planteamos, de una vez por todas, el reconocimiento constitucional a nuestros pueblos originarios y creo que ha demorado mucho tiempo", manifestó Piñera.
Liberan a huelguista de hambre
Waikilaf Cadin Calfunao, uno de los 10 comuneros mapuches detenidos en Angol y que continúan en huelga de hambre, recuperó ayer parcialmente su libertad.
Esto, luego de que el juzgado de garantía de Temuco acogiera la solicitud de su defensa de revisar la prisión preventiva que pesa en su contra. El tribunal le conmutó la medida cautelar por la de arresto domiciliario nocturno y firma mensual mientras dure la investigación judicial.
Cadin tiene 28 años, es hijo de la lonko Juana Calfunao -que se entrevistó con el ministro Rodrigo Hinzpeter la semana pasada- y lleva 80 días en ayuno. Actualmente, está internado en el hospital de Victoria y a diferencia del resto de los comuneros, no ha sido imputado por la ley antiterrorista.
El comunero estaba detenido desde mayo por una infracción a la ley de control de armas y explosivos, luego que fueran encontradas especies para la elaboración de bombas en su domicilio.
Durante la audiencia de ayer, los abogados del gobierno no se opusieron a la medida solicitada por la defensa de Cadin. No así la fiscalía, que argumentó que la libertad del comunero era un peligro.
por L. Ferraro, M. Donoso y F. Palomera