Los objetivos, según los documentos, eran vigilar una posible radicalización de los comuneros, establecer sus contactos con grupos extranjeros y conocer vías de financiamiento. Sin embargo, los despachos enviados a Washington -que datan entre 2008 y 2009- sostienen que los mapuches no son violentos y que existe "sobrerreacción" de las autoridades.

Vigilar una posible radicalización de las comunidades, conocer los eventuales vínculos con grupos extremistas extranjeros y seguir la pista del financiamiento externo que pudieran obtener los mapuches en la zona de conflicto fueron las tres razones por las que el gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet se contactó con el FBI para solicitar su ayuda en labores de "inteligencia".

Así lo indica una serie de cinco cables diplomáticos enviados desde la embajada de EE.UU. en Chile al Departamento de Estado en Washington y que fueron filtrados ayer por la organización WikiLeaks a través del diario español "El País".

Según los documentos, el primer contacto con este fin se realizó el 6 de febrero de 2008 y fue encabezado por el entonces ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, en momentos en que el conflicto en La Araucanía parecía recrudecer y se sucedían los disturbios protagonizados por las comunidades más radicalizadas que centraban sus ataques en predios privados y dependencias de Endesa.

La solicitud del jefe de gabinete de Bachelet -que pedía la colaboración del FBI para monitorear los movimientos de los líderes mapuches- contrastó con la visión expresada por el entonces titular de la Segpres, José Antonio Viera-Gallo, en una cita previa con el embajador Paul Simons.

De acuerdo a los cables, Viera-Gallo, se reunió el 31 de enero de 2008 con el diplomático, ocasión en la que señaló que muchas de las demandas indígenas "son legítimas", destacando incluso que la causa mapuche cuenta con el apoyo mayoritario de los jóvenes no indígenas y también de la Iglesia Católica.

Sólo un mes después, al momento de hacer su solicitud, Pérez Yoma fue sorprendido por la autoridad estadounidense. "El consejero legal le explica (a Pérez Yoma) que el FBI ya está coordinado con los Carabineros para ayudarles a localizar la llegada de posibles contactos (desde el exterior)", se asegura en el telegrama.

Ante ello, el ministro instó al embajador Simons a que en lo posible, se informe a su cartera sobre la naturaleza y alcance de los programas ofrecidos a Carabineros y la PDI para garantizar una "mejor coordinación".

Tras la cita de Pérez Yoma con Simons se sucedieron una serie de visitas de diplomáticos norteamericanos a la zona mapuche. Pero sus conclusiones -de acuerdo a los cables liberados- desestimaron los temores instalados en La Moneda. Varios despachos enviados a Washington -los que datan entre 2008 y 2009- señalan que los mapuches son un pueblo evidentemente "no violento", por lo que se trata de un conflicto de "bajo nivel", pero magnificado por la cobertura informativa que "muchas veces es muy superior a la que se da a crímenes mucho más graves cometidos por chilenos no indígenas".

En un cable enviado el 23 de octubre de 2009, la embajada además deja en claro que según sus indagaciones "no existe cooperación de organizaciones terroristas con los mapuches".

Simons incluso informa que el entonces subsecretario del Interior, Patricio Rosende, y el jefe de la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía Nacional, Jorge Chocair, desdramatizaron los esporádicos contactos de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) con las FARC y ETA.

Críticas a la Concertación

En los cables, también se destaca el fracaso de la política indígena implementada por la Concertación.

"Las comunidades mapuches están desorganizadas, son incoherentes y presentan demandas que van desde lo lógico a lo fantasioso", consigna el cable enviado el 10 de septiembre de 2009.

En la misma comunicación, se consigna que "los sucesivos Gobiernos de la Concertación han desarrollado una política indígena chapucera, a la que se concede poca importancia y que es incapaz de establecer y alcanzar objetivos realistas".

Eso sí, se reconoce que con la llegada de la democracia, la administración de Patricio Aylwin hizo un intento por reinvindicar las demandas indígenas, "situación que progresó muy poco en los siguientes 16 años".

Según Washington, el conflicto recrudeció en los últimos años debido a la decisión de los gobiernos de ampliar la matriz energética autorizando la construcción de hidroeléctricas que abarcaron parte importante de los territorios considerados "ancestrales" por los mapuches.

Pese a ello, el embajador Simons plantea que los ataques protagonizados por mapuches en ese período son "preocupantes e ilegales", aunque "esporádicos y claramente dirigidos contra propiedades y no contra personas".

El embajador, además, en uno de los últimos contactos, en octubre del año pasado, sostiene que esta visión es compartida por la entonces subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, y Viera-Gallo, para quien "el imperio de la ley está perfectamente asegurado".

''Los Gobiernos de la Concertación han desarrollado una política indígena chapucera, a la que se le concede poca importancia".

''Las comunidades mapuches están desorganizadas, son incoherentes y presentan demandas que van desde lo ilógico a lo fantasioso".

PAUL SIMONS (10/09/2009)
EMBAJADOR DE EE.UU. EN CHILE.

''Las relaciones entre las comunidades mapuches, sus vecinos no-indígenas y el Estado chileno, son complejas y polémicas, pero en su gran mayoría, no violentas".

CABLE ENVIADO EL 10-09-2009.

''La Presidenta Bachelet ha tardado en resolver los problemas indígenas. Anunció su política Re-Conocer ya avanzada más de la mitad de su gobierno".

CABLE ENVIADO EL 10-09-2009.

''El secretario general de la Presidencia, José Viera-Gallo, tiene razón cuando afirma que el imperio de la ley en la región está perfectamente asegurado".

INFORME DE OCTUBRE DE 2009.

''Viera-Gallo afirma que los mapuches tienen preocupaciones legítimas, y que hay sectores moderados y extremistas, que se sienten "maltratados por Chile".

INFORME TRAS LA REUNIÓN ENTRE VIERA-GALLO Y SIMONS. ENERO DE 2008.

Las críticas de Paul Simons a Piñera y la prensa chilena

En un cable enviado el 9 de marzo de 2009 a Washington, el embajador Paul Simons lanza duras críticas a la actitud "sensacionalista" con la que el conflicto mapuche se aborda en Chile, y hace especial referencia al entonces candidato Sebastián Piñera.

"El candidato presidencial de la oposición, Sebastián Piñera, ha declarado que La Araucanía arde en llamas", advierte Simons, dejando en claro que se trata de una postura similar a la desmedida cobertura mediática, que a su juicio, se le entrega el problema.

Para Simons "los principales periódicos chilenos, que son generalmente conservadores, publican muy a menudo en primera página reportajes sobre este conflicto (en los que) la destrucción de propiedades, que supone la inmensa mayoría de las acciones ilegales de los mapuches, se presenta frecuentemente a todo color con descarados titulares y a veces una cobertura muy superior a la que se da a crímenes mucho más graves cometidos por chilenos no indígenas".

Asimismo, recalca que Piñera y el senador RN, Alberto Espina jugaron un rol relevante en la difusión de un informe de inteligencia colombiana, que daría cuenta de los nexos entre la guerrilla de ese país y los líderes mapuches.

"El candidato presidencial de la oposición, Sebastián Piñera, ha declarado que La Araucanía arde en llamas",

ADVIERTE SIMONS EN UN CABLE DE MARZO DE 2009.
Cables enviados a Estados Unidos incluyen impresiones sobre el perfil de los ex ministros Pérez Yoma y Viera-Gallo

No sólo los relatos de los distintos encuentros y conversaciones con los entonces ministros del Interior, Edmundo Pérez Yoma, y de la Secretaría General de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, contienen los cables enviados desde la Embajada de Estados Unidos a Washington.

En dos de ellos, el embajador Paul Simons se dio espacio para entregar antecedentes acerca del perfil de político de ambas autoridades.

En el caso del ex jefe de gabinete, lo describe como "un experimentado operador político, encargado de disciplinar y mantener el enfoque de la, a veces rebelde, administración de Bachelet".

Además, da cuenta de las versiones de prensa que "sugieren que utilizó su primera reunión de gabinete para recalcar su liderazgo".

Según Simons, Viera-Gallo también era un "operador político", designado en la Segpres gracias a su capacidad articuladora entre los distintos sectores políticos. Junto a ello, recalca su preocupación por la causa mapuche.

En una de sus visitas a La Moneda, y tras escuchar un breve diálogo entre Viera-Gallo y la entonces Presidenta, Simons informó que la relación entre ambos "se destaca por su formalidad, sin calidez aparente", lo que responde a que "no pertenece al círculo íntimo de Bachelet".

El cable del 31 de enero de 2008 incluso señala que Viera-Gallo le confidenció que dos de sus hijas vivían en Brooklyn y que mientras la mayor estaba casada, la más joven se había divorciado recientemente.
Ambos son descritos como "operadores políticos" y los mensajes incluso entregan detalles de su vida personal confidenciados al embajador durante sus reuniones.Ex autoridades niegan petición a embajador norteamericano

Apenas conocidos los cables, revelados en el marco de las filtraciones de documentos diplomáticos estadounidenses por la organización WikiLeaks, los ex ministros Edmundo Pérez Yoma y Francisco Vidal desestimaron su contenido.

"Yo no recuerdo haberle solicitado al gobierno norteamericano tal cosa, yo no le he solicitado informes de inteligencia y el resto son opiniones de ellos. Yo no he pedido nada, así que no me preocupa", sostuvo anoche, el ex titular de Interior, principal imputado de pedir ayuda a las autoridades norteamericanas para contener -mediante labores de inteligencia de ese país- el conflicto mapuche.

Su ex compañero de gabinete, en tanto, aseguró desconocer cualquier gestión solicitada a la Casa Blanca durante el gobierno de Michelle Bachelet referida al conflicto mapuche. "En absoluto, desconozco esa información y de haber ocurrido, era innecesario", sostuvo Vidal.

El ex vocero, en todo caso, afirmó que "de haber sido como señala el cable, fue un error".

Otras ex autoridades mencionadas en los cables, al ser consultadas por "El Mercurio", señalaron en privado que no recordaban haber sostenido conversaciones con el entonces embajador Paul Simons, y que creían haber sido citadas por sus opiniones públicas.

En La Moneda, en tanto, el actual ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, evitó profundizar en el tema. "Sinceramente no me parece responsable hacerme cargo de información, que se conoce a través de estos trascendidos, y no voy a emitir juicio alguno relativo al trabajo realizado por mi antecesor. Asumo y estoy convencido de que todos quiénes han ocupado en los últimos años el cargo de ministro del Interior lo han hecho siempre teniendo en vista lo que consideran mejor para el país, y no voy a caer en efectuar juicios o evaluar gestiones anteriores", puntualizó.
Bachelet llama a Sra. K

La ex Mandataria Michelle Bachelet señaló ayer en una entrevista en Canal 13 que había telefoneado a la Presidenta argentina Cristina Fernández para darle explicaciones, tras conocerse un cable en WikiLeaks en el que se señalaba que la había calificado de "inestable". "No pienso eso de la Presidenta Fernández", señaló Bachelet.

La ex Mandataria aprovechó la misma entrevista para referirse a otros temas, como el de la política carcelaria, cuestionando el hecho de que el Gobierno atribuyera a sus antecesores la responsabilidad por la tragedia ocurrida en el penal de San Miguel.

B. Covarrubias y N. Olivares