"Vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. Hemos escuchado que nos quieren desalojar, pero aquí vamos a estar siempre luchando. Estamos más firmes que nunca", afirma Jacqueline Jara Riffo, una de las ocho comerciantes ambulantes en huelga de hambre en calle Bulnes de Temuco.

De esa forma responde a los fuertes rumores de desalojo por parte de Fuerzas Especiales de Carabineros al grupo de mujeres que hoy cumple 4 días desde el inicio de la drástica medida.

Dicen que aún están en buenas condiciones físicas, aunque ya han comenzado los dolores de cabeza y el debilitamiento. "Sabemos que es una lucha justa y vamos a continuar aquí", dicen las manifestantes.

Los rumores de un desalojo se hicieron fuertes en la madrugada del domingo. A la 1 de la mañana se esperaba la llegada del personal policial. Los comerciantes estuvieron alertas, pero nada ocurrió.

HUELGA

A las 7 de la tarde del jueves las ocho mujeres - tres de ellas vestidas a la usanza mapuche - iniciaron la huelga de hambre líquida instaladas bajo una carpa en calle Bulnes frente a la cafetería Central.

Con la acción buscan mostrar protestar contra el decreto alcaldicio que las obligó a abandonar el sector céntrico de Temuco y reubicarse para seguir trabajando en el comercio ambulante.

"Somos todas jefas de hogar que con nuestro esfuerzos podíamos educar a nuestros hijos y mantener a nuestras familias y ahora no lo podemos hacer por culpa de ese decreto", afirma Alicia Arias Vidal.

La comerciante ambulante asevera que las autoridades no tienen ninguna volunta de dialogar y las han acusado de ser un movimiento con intereses políticos.

"Yo no pertenezco a ningún partido político, yo pertenezco a mis hijas y a mis compañeros", agrega.

APOYOS

Desde el inicio de la drástica movilización, el grupo de mujeres ha recibido diversas muestras de apoyo de distintos sectores sociales.

Dirigentes de organizaciones relacionadas con Derechos Humanos y Exonerados Políticos, universitarios y algunos docentes las han visitado preocupados por su estado de salud.

"Han venido varias personas cristianas a hablarnos y pedir por nosotras. Han venido dirigentes de juntas de vecinos de Temuco y varios de nuestros clientes. Nos hemos sentido muy apoyadas", sentencia Aicia Arias Vidal.


sergio valenzuela