Jorge Calbucura, historiador y sociólogo enseña en Mid Sweden University de Östersund, in Suecia. Es el coordinador de la pagina web Ñuke Mapu (http://www.mapuche.info/) que aborda la temática mapuche, tema principal de su trabajo. Calbucura analiza en su blog las protestas estudiantiles de Chile, que están movilizando a miles de personas en contra del lucro en la educación y por la mejora de la educación pública.

El movimiento estudiantil chileno y su demanda de un sistema de educación democrático, pluralista y multicultural (o ¿intercultural?)

Uno de los ejes del proceso de globalización impulsado a partir de las últimas décadas del siglo pasado, fue convertir en un negocio todas las actividades de los comunes. Así todos recursos naturales, fueron transformados en producto comercial y articulo de consumo e inserto en un circuito de comercio global operados por corporaciones transnacionales. Luego de décadas de desmantelamiento del estado de bienestar social y reformas estructurales, el mundo funciona bajo la tutela del gran capital.
Es así que hoy las corporaciones transnacionales, invierten en entretención, comunicaciones, transporte, vivienda, salud o educación con el único objetivo de conseguir cuantiosas ganancias. En el Chile neoliberal todos los sectores de la economía, han sido penetrados por consorcios transnacionales; las telecomunicaciones, la banca, la salud, los medios de comunicación y la educación. Las universidades y los centros de educación superior se han convertido en instituciones de alta rentabilidad; en un gran negocio.
La penetración de las corporaciones transnacionales en el Chile neoliberal ha resultado en la conformación una economía de características de oligopolio (1). Se ha segmentado la oferta y fragmentado la demanda del mercado. Segmentación como norma de acceso de los recursos materiales e inmateriales reglamenta el accionar de la elite política chilena, la que se esfuerza para no perturbar el curso de los negocios. En esta lógica la política queda subordinada a la economía y nada o nadie pueden alterar este orden.
En este escenario a la largo de Chile los estudiantes secundarios y universitarios movilizados protestan y desafían el orden neoliberal.

Los dueños de Chile: cuatro grupos económicos
De acuerdo Michael Porter (El Mercurio 20110515); experto en estrategias competitivas de la Universidad de Harvard en el mercado chileno los grandes grupos de negocios juegan un rol desproporcionado. Dicha observación se fundamenta en constatar que cuatro familias chilenas poseen una riqueza equivalentes al 20 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Estas familias son sinónimos de los grupo económico que se reparten el mercado chileno; ellos son Luksic, Matte, Angelini y Paulmann. La alusión de Porter sobre el “rol desproporcionado” refiere el nivel de participación de los conglomerados familiares en la minería, la banca, energía y la industria forestal. En particular participación en la banca de los grupos económicos mencionados es corroborada por Paul Walder, (Le Monde Diplomatique, agosto 2011) que destaca que cuatro consorcios (Luksic, Matte, Angelini y Piñera) concentran el 47 por ciento de lo que se transa en la Bolsa de Comercio de Chile.

Educación: una industria de 5 mil millones de dólares
De acuerdo con los antecedentes de la OECD (2010) los aranceles universitarios chilenos, son los más caros del mundo. En Chile el costo promedio de una carrera universitaria es de 3.140 dólares al año. El arancel mas caro del mundo se paga en Estados Unidos, alrededor de 5 mil dólares al año y Chile se emplaza en segundo lugar. Entre los países industrializados los aranceles más bajos (menos de mil dólares al año), se pagan en Austria, Bélgica, España, Francia, Turquía, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Noruega, Polonia y Suecia. En este ranking no se incluye a los países que imparten educación universitaria gratuita como Argentina, Cuba, etc.
Otro indicador interesante es que Chile detenta uno de los mayores niveles de privatización de la enseñanza superior, tanto a nivel de matrícula como de fuentes de financiamiento en el mundo. El 75 por ciento de los alumnos chilenos estudian en una institución privada y el 85 por ciento de los aranceles universitarios son financiados por las familias de los estudiantes.
De acuerdo con los postulados del mercado, tiene que existir una correlación entre precio y calidad. Considerando que los aranceles de la educación superior chilena son el segundo más caro del mundo; la expectativa es que el sistema educacional chileno evacue una la calidad acorde con el nivel de precio. No es así; en el ranking de las 100 mejores universidades del mundo el plantel universitario chileno mejor calificado es la Universidad Católica de Chile que tan solo se ubica en el puesto 239. De esto se puede deducir que el experimento de 30 años de administración privada de la educación es un fracaso y que la educación en tanto actividad comercial es una estafa. Lo único que el sistema educacional chileno garantiza es que el que tiene más dinero tendrá una mejor preparación que el de menos recursos. Hay que agregar que otros estudios estiman el sistema educativo chileno como uno de los más excluyentes y desiguales del mundo.
Estos tres antecedentes, de amplio conocimiento no han merecido la atención de la elite política chilena (de izquierda y derecha) y los administradores de la educación privada se niegan a asumir esta evidencia.
De acuerdo con los datos del Servicio de Información de la Educación Superior del Ministerio de Educación de Chile (diciembre, 2010), 58 centros de estudios que imparten educación superior obtuvieron ingresos por más de cinco mil millones de dólares al año. Paradojalmente, en este caso también se observa la concentración del mercado en unas cuantas empresas o universidades. Cuatro universidades controlan el 40 por ciento del mercado; ellas son la Universidad Católica de Chile, (813 millones de dólares al año, con una participación de mercado de 16 por ciento), la Universidad de Chile (ocho millones de dólares), Universidad de Concepción (338 millones de dólares) y la Universidad Andrés Bello (30 millones de dólares).
Las universidades privadas y los centros de educación superior se han convertido en instituciones de alta rentabilidad y así han ingresado al sector grandes corporaciones internacionales. Entre ellos se destaca Laureate International Universities, propietarios de la Universidad de Las Américas y de la Universidad Andrés Bello. Desde 2008 es propietario el consorcio estadounidense Apollo de la Universidad UNIACC y el fondo de inversión norteamericano Linzor es propietario de la Universidad Santo Tomás. Todos estos centros de educación superior generan ganancias por más de cien millones de dólares anuales.
Un antecedente complementario para entender cómo operan estas instituciones de alta rentabilidad es el trabajo de María Olivia Mönckeberg (El negocio de la universidades en Chile). Según Mönckeberg estas corporaciones que operan al amparo de la legislación que favorece las actividades comerciales “sin fines de lucro” son favorecidas por una serie de subsidios que beneficiaban a las universidades tradicionales que desempeñaban un rol público. Por ejemplo no pagan Impuesto al valor agregado (IVA) y gozan de una serie de beneficios tributarios.

Chile y la necesidad de cambio del sistema educacional
En 2006, durante el anterior gobierno de la socialista Michele Bachelet una ola de protestas encabezada por los estudiantes secundarios puso en jaque al gobierno de la coalición de partidos políticos de centro izquierda. Entonces se prometieron reformas al sistema educacional chileno; promesas que no se cumplieron.
En 2011 una nueva ofensiva de los estudiantes demanda al presidente de Chile, el neoliberal Sebastián Piñera reformas al sistema educacional. El movimiento estudiantil en esta oportunidad agrupa estudiantes de secundaria, universitarios y profesores. Desde hace dos meses realizan marchas de protesta, ocupaciones de centros educacionales, asambleas, huelgas de hambre y movilizaciones en las principales ciudades del país. La demanda de los estudiantes es que el Estado asuma una mayor participación en la educación, aporte más recursos e introduzca cambios estructurales en la Constitución política y en el sistema educativo construido durante la dictadura de Pinochet. Demandan que el Estado debe garantizar constitucionalmente la calidad de la enseñanza; igual para todos e igualdad de acceso. En términos más concretos se exige el fin del sistema municipalizado de la educación básica y media. Se demanda que los gobiernos de las ciudades administren los aportes del Estado y garanticen el acceso a establecimientos gratuitos y que por ley se prohíba que las universidades impartir educación con fines de lucro. A dos meses de protestas el movimiento estudiantil ha conquistado el apoyo mayoritario de la población. El 80%, respalda las reivindicaciones estudiantiles.
El 9 de agosto 2011, unas cien mil personas marcharon por las calles del centro de Santiago, en esta jornada de protesta, sindicatos y gremios acompañaron a los estudiantes y profesores. En dicha oportunidad la dirigenta de los estudiantes universitarios Camila Vallejo expreso a los periodistas; “Hay una confrontación clara entre dos paradigmas educacionales, uno que defiende la lógica neoliberal y de mercado como ente regulador de la educación y por otro lado un modelo que reafirma el compromiso del Estado para asegurar una educación pública, de calidad, gratuita, democrática, pluralista y multicultural.” (La nación 20110809)
A diferencia de la derecha; la izquierda (los dirigentes de la actual movilización de estudiantes son en su mayoría miembros de partidos de izquierda y centro izquierda) no distingue la diferencia entre multicultural e intercultural. La utilización de estos conceptos generalmente alude el grado de derechos que se reconoce para los pueblos indígenas. El concepto “multicultural” no otorga ni garantiza derechos sociales, políticos y culturales a los pueblos indígenas.
Vale la pena destacar que en este caso la declaración de la dirigenta Vallejo, va precedida de un incidente que a lo mejor nos ayuda a entender este -voluntario o involuntario- impasse verbal.
El 22 de mayo de 2011 un grupo de estudiantes universitarios de origen mapuche agrupados en la Federación Mapuche de Estudiantes (FEMAE) solicitaron su ingreso a la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH). La propuesta programática de los estudiantes mapuche destaca una demanda de democratización de la educación chilena, así como resguardar los derechos educativos y lingüísticos del pueblo mapuche. La primera reacción de la cúpula estudiantil de la CONFECH apelando al hecho que se trataba de una reinvidicación de un grupo étnico minoritario y no representativo del conglomerado estudiantil fue negar el ingreso de la FEMAE. Dicha decisión derivo en una discusión interna en la Confederación de Estudiantes de Chile la que luego de exigir la renuncia de uno de sus dirigentes determinó integrar a la Federación Mapuche de Estudiantes. Es en este contexto donde surge la demanda por una educación “multicultural” en la citada declaración de la dirigenta Vallejo.

A modo de conclusión
Entre los investigadores de los movimientos sociales el caso chileno es conocido como ejemplo de cómo el neoliberalismo desmovilizo y desarticulo un movimiento social progresista. Hoy la movilización de los estudiantes chilenos marca un hito en la agenda del movimiento social chileno. La demanda los estudiantes de reforma del sistema educacional confronta dos nociones, la una desde la perspectiva de la lógica neoliberal y de mercado y la otra que demanda el restablecimiento del contrato social entre el Estado y la sociedad civil; que garantice derechos a los comunes y que estos se fundamenten sobre la base de los principios; democracia, pluralismo e intercultural.
Los estudiantes demandan un sistema educacional donde el Estado garantiza el acceso gratuito a la educación y prohíbe el lucro en la educación superior. La demanda es por institucionalizar un derecho consagrado por la comunidad internacional como derecho humano y no menos controvertido es el hecho que esta demanda es (tan sólo) apoyada por el 80% población de Chile. Estos dos antecedentes nos permiten percibir que el proceso de recuperación de movimiento social chileno no esta exento de complicaciones; y que enfrenta el desafió de sobreponerse a enormes obstáculos.
Tres décadas de neoliberalismo han brutalmente tergiversado la noción de conceptos tan elementales como soberanía, democracia y derechos humanos. Tres décadas de neoliberalismo, demandan la urgente necesidad introducir un modelo educacional democrático, pluralista e intercultural. Es un buen comienzo del fin neoliberal.

Notas
1. Economía de características de oligopolio refiere a los siguientes ejemplos; la telefonía móvil esta en manos de tres empresas, Movistar, ENTEl PCS, con más del 99 por ciento del mercado. Los supermercados, son monopolizados por otras tres empresas, D&S, Cencosud y Unimarc, con el 85 por ciento del mercado. Las farmacias, tres empresas, Ahumada, Cruz Verde y Salco Brand, con más del 90 por ciento del mercado. En la distribución de combustible, Copec tiene el 67 por ciento del mercado; otras dos empresas el resto. LA producción y comercialización de vinos, tres grandes viñas tienen el 78 por ciento del mercado. La producción y comercialización de cervezas, es monopolizada por la empresa CCU con el 90 por ciento del mercado. El tráfico aéreo esta en manos de Línea Aérea Nacional (LAN) con el 82 por ciento del mercado (en propiedad del Presidente de Chile; Sebastián Piñera). El procesamiento y distribución del agua potable se concentra en tres empresas con el 83 por ciento del mercado. Paul Walder, (Le Monde Diplomatique; 2011 agosto)

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Publicado: 110821 “¨El dorado”
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