Últimamente hemos visto como algunos personajes mapuche avencidados en Europa han entrado en conversaciones con el descendiente del rey de "Araucanía y Patagonia", levantando el tema en la prensa y en la opinión pública internacional, y aunque esta iniciativa es reciente, no deja de tener un pasado real y concreto
Santiago Warria, marzo de 2001Últimamente hemos visto como algunos personajes mapuche avencidados en Europa han entrado en conversaciones con el descendiente del rey de "Araucanía y Patagonia", levantando el tema en la prensa y en la opinión pública internacional, y aunque esta iniciativa es reciente, no deja de tener un pasado real y concreto, respecto de las estrategias mapuches y la forma de negociación y visión política. Efectivamente, esta es otra de las estrategias que se suman a las muchas que surgen desde este pueblo que atraviesa fundamentales decisiones y conforman un panorama que es importante revisar, sobre todo en este momento en que el mundo atraviesa por cambios tan trascendentales.
I.- Antecedentes
Políticamente nuestra cultura mapuche tuvo una orgánica horizontal en que lo fundamental eran los LOF o comunidades, sobre eso no había nada y lo que regulaba las relaciones entre lof, era lo que podríamos llamar un riguroso Protocolo, todas las fiestas y celebraciones, acontecimientos sociales, etc. Implicaban la reunión de mucha gente, largas ceremonias y parlamentos que se debían ajustar a normas y rituales sociales complejos. Todas las reuniones eran realizadas con mucha comida, bebida, juegos, competencias y conversaciones, en donde prácticamente nunca estaba ausente lo religioso. La gradación social que se daba fruto de todas estas fiestas y acontecimientos tenían que ver con el sentido comunitario y el Prestigio Social que se adquiría de diversas maneras dependiendo del aporte a la comunidad.
Luego de la llegada de los Españoles la cultura mapuche, amante de esta libertad y acostumbrada a que todo ordenamiento tenía que ver con el asentimiento libre, se desarrolló una "cultura de la resistencia" que originó profundas transformaciones, surgieron los tokis de guerra, se acentuó la poligamia para engendrar más guerreros, surgieron estructuras como los aillarewes (unión de varias comunidades), los futalmapus (grandes alianzas territoriales), etc. - todas estructuras transitorias y muchas fomentadas por los propios españoles para tener representantes con quienes parlamentar y así evitar las juntas en que los cacikes eran muchos y cada uno con su discurso terminaban por agotar a los representantes de la Corona. Prueba de esto es que después del fuerte cambio político que implicó el surgimiento de la República de Chile, solo sobrevive actualmente la FütaWilliMapu (Gran Alianza de las Tierras del Sur) y últimamente se ha rescatado la FütaMapuChilwe (Alianza de Isla Grande de Chiloé), donde precisamente hubo mayor influencia española. Pero los cambios en Europa que desataron la ola independentista en América cambiaron violentamente este panorama, surgen nuevas formas políticas y es entonces urgente, para el pueblo Mapuche, generar un camino viable dentro de esta vorágine. Es en este contexto que se desarrollan los hechos que abordaremos.
II.- Los hechos
"El cacique Mañin, antes de morir, pronosticó desde su lecho que pronto llegaría un rey a gobernar la Nación", el prestigio del Cacique y la fuerza de sus palabras, hicieron favorable la recepción de Orelie.
Fueron un nativo llamado López y Juan Bautista Rosales, quienes lo llevaron a las tierras donde había vivido Mañin, ahora de su hijo Kilapán. El día 28 de diciembre de 1861, Orelie los visitó, y los caciques, creyendo cumplida la profecía, lo aceptaron como monarca y se preparó su coronación.
Se reunieron en el claro de un bosque unos 100 caciques convocados para la ceremonia. Colocaron a Orelie al medio y a su alrededor galoparon decenas de jinetes dando grandes voces y gritos en honor del francés.
El candidato a la Corona pronunció un encendido discurso, que fue traducido por un lenguaraz, en el que les prometió que, por la fuerza impediría que Chile ocupase la línea sur del Bio Bio y que mantendría la independencia, lo que, naturalmente, fue escuchado con beneplácito y ruidosas manifestaciones de la Asamblea. Sacó a continuación, dos banderas tricolores, una la dio al cacique Leukón y la otra a Levin. En seguida fue proclamado rey de Araucanía en medio de estruendoso jolgorio y golpes de pies en el suelo que hacían retumbar la tierra. Después de vibrantes discursos pronunciados por los "ülmenes" que, como buenos mapuche, eran eximios oradores, los concurrentes se entregaron a la celebración. Asustados López y Rosales se esfumaron y dieron cuenta de lo ocurrido a las autoridades chilenas. El 7 de enero el Comandante de Nacimiento dio cuenta al Ministro de Guerra.
El coronado dio una vuelta por su territorio, donde era recibido a veces con entusiasmo y otras con recelo e indiferencia. Forjó su majestad su primer ministerio y designó ministro de Guerra a Kilapán (tres leones) que daría más que hacer al gobierno que el propio monarca, hijo de Mañin Wenu (Mañio celestial) y que fue uno de los últimos toquis defensores de la araucanía. Hizo el rey acuñar monedas con su efigie y, más tarde, publicó un libro, "Aurelio Antoine Primero, Rey de la Patagonia y la Araucanía, Advenimiento al trono y su Cautiverio en Chile" que hizo furor en Francia y Europa.
La jefatura de las fuerzas chilenas en la Frontera recibió instrucciones de detener al coronado francés. Se envió un grupo de comandos voluntarios al mando del teniente Lorenzo Villagra, con la misión específica de internarse en las profundidades de las selvas mapuche para ubicar al monarca. Algunos dan el nombre del Teniente Quintana como el jefe al mando de la patrulla.
No tardó la expedición en perderse en la espesura de los bosques avanzando sigilosamente entre ríos y quebradas hasta que un buen día a orillas del Malleco, en un lugar llamado "Los Perales" sorprendieron a Orelie sin que nadie lo defendiese y se lo llevaron prisionero sin muchos miramientos por su rango y condición. Fue sometido a proceso en los Ángeles y remitido posteriormente a Santiago junto a banderas, proclamas, documentos sobre la organización del Nuevo Reino y cartas enviadas desde Francia solicitando ocupar puestos en la "Nueva Francia".
Sostuvo Orelie Antoine que siendo Araucanía una nación independiente, reconocida por España y también por Chile y diferente a este Estado, bien podría elegir un rey. La captura de Orelie por el Estado chileno revistió características de verdadera operación de infiltración e "inteligencia", ante las denuncias de la prensa francesa, el estado francés intervino y rescató a Orelie que una vez en Francia intentó reunir recursos y apoyo para su causa de liberación, pero nuevamente debió soportar la ofensiva de prensa de la embajada chilena que apoyó un ataque sicológico y de desprestigio presentándolo como un loco aventurero. Aún así, logró el apoyo de un barco de guerra, "D´Entrecasteaux", que lo esperó en Lebu, éste no puede esperarlo mucho tiempo y regresa sin poder encontrarse con el Monarca. De todas maneras reina por dos años, declara la guerra a Chile en junio de 1870, regresa a Francia por más apoyo, su salud no resiste y muere a los 56 años en su pueblo natal de Tourtoirac, donde hasta hora se recuerda.
Consecuencias inmediatas:
Esta experiencia fue la voz de alerta para el Estado chileno, que aprovechando el retorno del ejército victorioso que luchó en las salitreras y aliado a fuerzas militares argentinas se apresuró a invadir el territorio mapuche y sentar soberanía sobre ellas. Esto ocurre pocos años después, en 1881, lo que en el lado argentino se conoce como la operación "Campaña del Desierto" y en Chile "Pacificación de la Araucanía".
Estas invasiones responden a un contexto internacional, como dice Bengoa, el capitalismo naciente de Europa necesitaba tierras y recursos. "Fue el período en que comenzaron las grandes migraciones modernas transoceánicas. La sobrepoblación europea, campesina principalmente, presionó por tierras nuevas en cualquier parte del planeta. Se desarrolló una ideología migracionista, tanto en Europa como en los paises receptores, de marcado tinte racista: se pensaba que la migración traería el desarrollo y la industria, en una palabra, el progreso"
Para los mapuche de este lado de la cordillera significó la mayor hecatombe. Sus gentes y sus instituciones sociales arrasadas, todo posible ordenamiento autónomo se vió truncado y el territorio disminuido de 10 millones de hectáreas a medio millón. Comienza la vida como chilenos, La vida en las reducciones y el gran desafío de un pueblo que debe rearticularse para volver a sus cauces naturales.
III.- Breve análisis
Por muchos años el devenir político del Pueblo mapuche fue visto como "atrasado" o "primitivo" frente a las complejas estructuras administrativas existentes en otros pueblos y sociedades americanas a la llegada de los europeos, y a los jefes o kacikes se les atribuía muy poca capacidad o habilidad en este sentido, pero ya hemos visto que los jefes mapuche fueron visionarios y hábiles políticos. Además este mundo globalizado ha ido cambiando la valoración de las formas políticas y hoy sobre las estructuras piramidales que terminan en una cabeza única se privilegian las estructuras horizontales o de "Red" en que todos tienen voz en las decisiones y pueden asumir como cabezas en algún momento, desde esta perspectiva el pueblo mapuche se visualiza hoy como progresista e incluso, como fuente de inspiración.
Este caso hecha por tierra, además, el prejuicio de una cultura reactiva, que después de la larga resistencia se acostumbró a "contener el dique", como hemos visto también sabe adaptarse a los escenarios y cumplir sus metas.
El ensayo de una monarquía mapuche fue el primer intento significativo por darse una estructura política que pudiera proyectarse dentro de la orquestación de repúblicas que se dieron después del debilitamiento de las naciones imperialistas europeas. Fue la monarquía ese primer intento de estructurar políticamente estos territorios, porque en tantos años de guerra se aprende a conocer muy bien al enemigo y a respetarlo, quizás hasta admirarlo y de las emergentes repúblicas que solo generaban incertidumbre, los mapuche no confiaban en lo que podía resultar de la codicia de unos pocos: los hijos bastardos de los españoles que después de enriquecerse se apoderaron del poder político con el pretexto de fidelidad al Rey.
Independiente si Orelie Antoine era quien debía cumplir la profecía, o si era honesto en sus intenciones de defender al pueblo mapuche (probablemente lo fue) se revela por parte de los mapuche suficiente visión para elegir a un representante de Francia, nación poderosa en el mismo continente de donde venían los colonizadores españoles, por lo que era bastante probable obtener un reconocimiento internacional de nación soberana, lo que estaba implícito en el reconocimiento de Orelie Antoine como Rey. Además conocían a Orelie ("Tenía gran ascendiente entre los mapuche con los cuales había comerciado largo tiempo") y sabían que era capaz de generar el aparato administrativo que necesitaban (basado en el modelo monárquico que era el que conocían mas de cerca). A nivel interno, todos sus ministros fueron mapuche y lo más probable es que la Corona hubiese recaído posteriormente en algún mapuche nativo o un extranjero mapuchizado desde la cuna, Había entonces, mucho que ganar.
IV.- Los cauces del río
Después de la ocupación militar y civil que Chile hiciera del territorio mapuche todo cambió bruscamente, por lo que se buscaron distintos caminos para recuperar la armonía perdida, y aunque podemos encontrar una amplia diversidad de propuestas, podemos resumirlas en sus principales vertientes:
La Vía institucional chilena:
Obviamente el estado chileno dejaba un solo camino: integración y sometimiento a la Nación en las más desfavorables condiciones. Y aunque esta senda aparezca como la más indeseable, es la que ha prevalecido mas fuerte, (en tanto el estado chileno tenga fuerza) y ha tenido sus altos y sus bajos, quizás el mejor momento lo alcanzó después del desastre nacional que significó la dictadura militar para Chile. Sólo en ese momento en que la estructura democrática institucional volvía a levantarse como criatura apaleada fue cuando más promesas hizo a sus pueblos indígenas, pero estas no han ido muy lejos ya que el gobierno chileno, como mejor heredero del sentido burocrático de La Corona española y su temor a que la realidad se plasme en los papeles, difícilmente suscribirá el Convenio 169 de la OIT o le dará el rango constitucional que se merece la Ley Indígena para sobreponerla a los códigos de aguas, de explotación minera, forestal o pesquera, y preferirá los tratados de libre comercio con países que poco o nada aportan a la protección de los pueblos indígenas.
Pueblo Nación:
Este es el anhelo de relacionarse con los recientes estados nacionales, formados al alero de la Revolución Francesa, de igual a igual. Esto tiene una fuerte base jurídica que es el reconocimento de autonomía que la Corona realiza al pueblo mapuche gracias a los vínculos que desarrollaron algunos kacikes con aventureros ingleses y holandeses, (y por supuesto, a las miles de víctimas de la guerra) ya que sabían que representaban a imperios europeos enemigos de España. Quienes defienden esta propuesta saltan el incidente de la corta e incipiente monarquía e intentan restablecer la historia propia a partir del Parlamento de Quilín de 1641 que reconoce autonomía del Bio Bio al sur y permite la presencia de embajadores mapuche en Santiago. Al gobierno de Chile, como heredero de la Corona española, le corresponde reconocer estos tratados bajo el derecho internacional. Bajo esta tesis de reconocer el tratado de Quilín también debería reconocer el posterior tratado en donde un parlamento mapuche proclama en noviembre de 1960 como Monarca a Oriele Antoine.
Monarquía
Phillipe Boyre, poeta, Decano de la Facultad de Comunicaciones de Paris, y descendiente de Carlomagno, ha logrado que su título de "Príncipe de la Araucanía" tenga reconocimiento en la monarquía europea y los tribunales franceses, y si los acercamientos al heredero no han tenido alta intensidad, si han tenido cierta regularidad y cada cierto tiempo aparecen delegaciones mapuche visitando al monarca, por otra parte, este mantiene serenamente su reinado, incluso imprime sus propias monedas y quizás espera que sus propios "subditos" decidan fortalecer esta vía, que como hemos visto, nada tiene de vanal.
Participación real en la estructura chilena de gobierno
El censo de 1992 arrojó un diez por ciento de la población chilena como indígena, a partir de ello se evidenció que nada en la estructura de gobierno Chileno refleja ese 10%, ni las Cámaras, ni los Ministerios, ni los gobiernos locales, ni los municipios ni nada, por lo que han surgido propuestas diversas en este sentido, como la formación de un parlamento indígena dentro de la estructura gubernamental, incluso algunos militantes oportunistas, reclaman este 10% dentro de las cúpulas de sus partidos políticos.
Revitalización de las grandes alianzas indígenas
Otra corriente, desde hace pocos años, intenta revitalizar las grandes alianzas indígenas con quienes tienen intereses comunes, esto es, otros pueblos y comunidades indígenas, cuyas fronteras tampoco están rígidamente delimitadas, es decir, muchas personas y grupos ecologistas comparten anhelos de defensa de la tierra y la naturaleza, por ejemplo, grupos que en su búsqueda mística van asumiendo espiritualidad indígena. Una breve cristalización de esto fue la experiencia del PTI después de los amplios parlamentos que precedieron a la ley indígena y las negociaciones con el gobierno de la Concertación. Este partido tuvo una orientación indianista, muy atractiva para estudiantes y mestizos con anhelos de revitalización de sus propias raíces, a la caida de este recogen el guante organizaciones de orientación indianista, en principio culturalistas, que han tenido un rápido crecimiento y han demostrado gran potencial. Otra aplicación de esta vía son las Coordinadoras de comunidades en conflicto (Arauco Malleco, Lafkenche, etc.) que han sido capaces de formar redes solidarias con otros pueblos indígenas del mundo y ONG´s afines, y también los intentos por revitalizar las grandes alianzas emulando a la FütaWilliMapu, es así que se habla de la FütaMapuChilwe, FütaWilliPicunMapu gracias a interesantes Trawun (Reunion) en los últimos tiempos
Este camino, si bien incipiente por ahora, tiene un potencial enorme, no solo por la realidad de alto mestizaje de nuestro país (en el sentido más cultural que biológico), puede llegar a encontrarse con las grandes demandas de interculturalidad continental, ya que si éstas que han partido por el lado académico cultural, forjan un marco político podrían ser bastante coincidentes, o baste recordar la mayor revolución americana que estuvo a punto de cambiar la historia de este Continente: el levantamiento de Tupac Amaru en 1780 que fue capaz de aglutinar a muchos pueblos indígenas (registros de esto se encuentran incluso en el pueblo Williche) y que incluyó a esclavos, negros y mestizos.
V.- Corolario
Nuestro pueblo acarrea la gran virtud de haber podido conservar autonomía hasta avanzado el siglo 20, hasta la ocupación militar y política de nuestro territorio realizada por el ejército y la república de Chile. Esta es la gran diferencia con otros pueblos de América, virtud que ha derivado en una gran "carga" por muchas razones que podríamos aglutinar en las siguientes:
La cercanía espacial: El pueblo opresor y el oprimido comparten el mismo territorio.
La cercanía temporal: la pérdida de libertad es una hecatombe inimaginable para un grupo humano en que todo lo que se cree, es desvalorizado y cae por los suelos, después de eso reconstruir todo en un nuevo contexto, muy diferente, requiere mucha energía, esfuerzo y tiempo, tiempo que el pueblo mapuche aun no ha tenido, quizás podríamos imaginar parte de esta situación evocando el momento en que chile, "despegado" de la metrópoli ensayó todas las constituciones que tuvo a mano, y aún así... Los pueblos andinos, por comparar con alguien, han tenido 400 años para recuperarse de su hecatombe cultural y aún les queda largo camino.
La Cercanía biológica: A pesar que la TV y los medios oficiales quieren imponer una imagen rubia y anglosajona del chileno, lo cierto es que comparten los mismos rasgos con sus pueblos indígenas, prueba de que el mestizaje biológico no fue tan intenso ya que los españoles que llegaron fueron en realidad pocos.
El territorio chileno es largo y angosto, ya no quedan sitios libres de la influencia urbana, lo que, en el contexto de desvalorización y discriminación social que aún se conserva en Chile, significa transculturización de nuestra gente y desmedro, de la cultura tradicional mapuche.
Si sumamos a esto los profundos cambios en el globo, como el avance de las telecomunicaciones, el desarrollo de internet, la organización del mundo en grandes bloques de países, la ingeniería genética y los derechos de propiedad intelectual, etc. Que han ido replanteando el lugar y la función de los estados nacionales. Frente a estas corrientes de "globalización" mayor sentido adquieren los grupos diferenciados con identidad cultural propia, pero de qué manera estos pueblos se insertan con sus culturas, tradiciones, danzas, música, valores y visiones propias de mundo, en el contexto político internacional, es algo que aún no está resuelto. Esto significa nuevos desafíos que alcanzan a todas las sociedades indígenas y no indígenas, y, por supuesto, al Pueblo Mapuche.
Esto conforma un entorno vertiginoso para el pueblo mapuche, por lo que lo más probable es que el camino que nos saque de esta brumosa situación sea una mezcla de las opciones descritas o una síntesis creadora de nuevas vías. Hay mucho por definir aún y quizás lo único claro es la necesidad de que un importante grupo humano vuelva asumir el timón de su destino para lo que se necesita el esfuerzo, la energía, la reflexión, la paciencia y el trabajo de mucha gente.
Fei Müten, Peukallal
Coordinadora Indianista CONACIN