El cuerpo es una constante, ello se evidencia, desde la creación del mundo mapuche, en que una estrella fue arrojada por el gran poder (Fütranewen) transformándose, luego en mujer desnuda: caminó ésta por el peladero del mundo, dando origen a las mariposas, flores y vegetación y acompañó al hombre que ya había sido arrojado del cielo de la tierra (huenumapu). Adviértase que el cuerpo es una constante cultural, que ha sido mal interpretada por los códices de lo occidental, que lo ve como representación del pecado-culpa y no como parte de una matriz cultural.