Tiene seis años y sopla con maestría una especie de corno de caña en rogativas y bailes indígenas

Rupayán Ñanculef tiene apenas seis años y es el más precoz y talentoso trutrukatún o ejecutante de la típica trutruka mapuche.

El pequeño Rupayán nació rodeado de trutrukas, pifilkas, trompes, kultrunes y kaskawillas. A los tres años descubrió este instrumento indígena, hecho de caña y terminado en un cuerno que amplifica su lánguido sonido; y dice que desde entonces toca para ser el mejor, una especie de concertista en trutruka. Hoy domina tres ritmos con sus pausados resoplidos. Le faltan otros cuatro para completar los siete del repertorio "trutrukero" tradicional.

"Para ser trutrukatún hay que tener vocación, pero también mucha preparación. En la comunidad, a la gente le basta escuchar una vez para saber cuando alguien tiene ese talento", cuenta orgulloso el padre de Rupayán, el investigador mapuche Juan Ñanculef. Junto a sus padres y su hermano Lincoyán, el pequeño forma el grupo "Ñanco" y se luce con su ancestral trompeta en cuanta ceremonia lo invitan. "La gente cree que hay que soplar muy fuerte para tocarla. Al revés, hay que ir soltando el aire de a poco, con los labios muy apretados. Pero, lo más importante es conocer el ritmo, los tiempos, el momento justo para soplar", revela Ñanculef padre.

Recuerda que la música, el son y el compás de ese instrumento tienen una carga mística poderosa. Acompaña a la machi en su consagración en el nguillatún (rogativa), también en el machitún (sanación), en la instalación del rehue o altar totémico mapuche.

El niño trutrukero, junto con recuperar una tradición cada vez más perdida, ya es solicitado para tocar en rituales indígenas y, de seguro, dice su padre, cada vez más será considerado por comunidades como invitado privilegiado dentro de su protocolo sociocultural.

Así, agrega, sucedió con Nemesio Ñanco, hoy ya anciano de 76 años, a quien se recuerda como el más famoso de los ejecutantes de trutruka y cuyos resoplidos quedaron registrados en un casete del sello Alerce titulado simplemente "Mapuche".

PATRIMONIO VIVO

Entre otros, los compositores Carlos Isamitt, Gustavo Becerra, Rafael Díaz, Eduardo Cáceres y José Miguel Candela han incorporado elementos mapuches a sus creaciones sinfónicas, de cámara y electroacústicas.


"Trutruka 2.0"
La trutruka es un instrumento de viento -aerófono- creado con una larga caña de colihue o quila, variedades de bambú chileno. Ésta se divide a lo largo para extraer su pulpa, y ambas partes son unidas y rodeadas con tripas o lanas. Antiguamente, podían medir de dos a siete metros y sólo tenían una ligera curvatura para llevar la boquilla a los labios. En su extremo debía colocarse una varilla en forma de "Y" para afirmarla. Hoy miden hasta tres metros y se enrollan como un caracol o un corno para facilitar su traslado.

IVÁN FREDES Desde Temuco