Los conflictos que experimentan los pueblos indígenas difieren de las tendencias de otros conflictos. La promoción y respeto de los derechos y el acceso a la justicia de los pueblos indígenas en tiempos de conflicto y postconflicto son indispensables para construir la paz, la reconciliación y la reconstrucción de la armonía en las sociedades postconflicto. La militarización, la supresión de las garantías constitucionales, los derechos territoriales y los derechos colectivos que se han impuesto en el territorio mapuche determinan la necesidad de identificar estrategias para asegurar la paz.
Quiero dejar testimonio en el momento previo, decirle a usted, de la manera más directa y transparente posible, que el acuerdo al que han arribado las fuerzas políticas agrupadas bajo la denominación de Chile Vamos respecto a la paridad y los escaños reservados e independientes es MALO. Y como es malo, mi temor es que las fuerzas políticas restantes agrupadas bajo la denominación Ex Concertación, Democracia Cristiana, Socialistas, Radicales, Frente Amplio, Progresistas, Ex Frente Amplio, Regionalistas Verdes, Comunistas, etc. terminen aceptando esta mala propuesta.
Los despertares, el de los feminismos y el de los pueblos que rechazan un modelo de producción a gran escala. Y a ellos también podría sumarse, ya como modo de expresión política también nueva, la revuelta chilena, apasionante y dramática, sin referentes salvo la ya mítica "primera línea", que por principio es anónima, pero con mártires y una identidad cultural plural que va de Víctor Jara a Las Tesis que globalizaron el himno Un violador en tu camino, y ancla en la histórica lucha mapuche en defensa de los recursos naturales.
El autor analiza la posibilidad de abrirse a una transición a la democracia en las naciones originarias, permitiría desmantelar el colonialismo institucionalizado del Estado nacional en relación al problema de la domesticación de los derechos, para las naciones originarias.
En el Chile de hoy la denominación de esclavo se cambió por la de trabajador, y en lugar de proporcionar alojamiento y comida como lo hacían los dueños de esclavos en 1800, ahora ofrecen un estipendio de 500 dólares por mes (unos 300 mil pesos) a los trabajadores para que paguen su habitación y se alimenten El mundo desarrollado está loco de amor con el milagro de Chile, como lo denominó hace algunos años Milton Friedman. Clasificada como una economía de altos ingresos por el Banco Mundial, los galardones están por todos lados. El país cuenta con la más fuerte calificación de bonos soberanos en Sudamérica y es un modelo a seguir para el neoliberalismo.