A casi cien años de su muerte un movimiento ciudadano pretende que la figura del ex presidente Julio Argentino Roca sea borrada de estatuas y billetes por considerarlo autor de la matanza de miles de indígenas de los pueblos Mapuche y Tehuelche.

La figura del hombre considerado como uno de los mayores próceres de Argentina entró a debate en toda la nación y las opiniones están divididas.

El ex presidente argentino Julio Argentino Roca es considerado como el artífice de que su país alcanzara el estatus de potencia económica mundial a inicios del siglo XX, pero también tiene un historial controvertido en su legajo que lo sindica como un genocida.

Según la historia oficial Argentino Roca es un héroe nacional y reconocido como el “conquistador del desierto” por que alcanzó importantes triunfos durante varias campañas militares, obteniendo el control de amplios territorios de la Patagonia y la región pampeana.

Sin embargo, el movimiento anti-Roca sostiene que la historia fue escrita por sus amigos y seguidores y lo que en realidad sucedió es que el prócer fue responsable de un genocidio contra las comunidades indígenas mapuche y tehuelche de la Argentina.

Los detractores de Roca dicen que sometió a sus prisioneros a la esclavitud, robó tierras que entregó a sus aliados y fue responsable de una corrupción a gran escala, algo que los historiadores oficiales niegan.

Una iniciativa pretende sustituir un monumento a Roca en Buenos Aires por una escultura de bronce de una mujer indígena para lo cual se busca recolectar toneladas de llaves de casas viejas para fundirlas.

El proyecto cuenta con el apoyo de numerosos escritores, académicos, actores y artistas argentinos como el del periodista e historiador Osvaldo Bayer, quien dijo que siente vergüenza cada vez que pasa junto a una estatua de Roca.

Julio Argentino Roca
Julio Argentino Roca fue un político y militar argentino, presidente en dos oportunidades. Nació en San Miguel de Tucumán el 17 de julio de 1843 y murió en Buenos Aires, el 19 de octubre de 1914.

Argentino Roca, dirigió los destinos de su país en dos períodos de gobierno: a fines del siglo XIX (1880-1886) y a comienzos del siglo XX (1898-1904).

Manejó los hilos de la política argentina durante más de 30 años mediante el Partido Autonomista Nacional, tejiendo complejos sistemas de alianzas con distintas fuerzas, lo que le valió el mote de “el Zorro”.

Participó en la guerra entre Buenos Aires y la Confederación Argentina, producida entre 1859 y 1861, además en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay (entre 1865 y 1870), en la que murieron su padre y dos de sus hermanos.

Al finalizar la Revolución de 1874 alcanzó el grado de general, tras vencer al general rebelde José Miguel Arredondo en la batalla de Santa Rosa.

A la muerte de Adolfo Alsina, su principal rival (y en ocasiones aliado) en el camino hacia la sucesión presidencial de Nicolás Avellaneda en 1877, Roca lo sucedió en el ministerio de Guerra.

Presentó un proyecto al Congreso de la Nación el 14 de agosto de 1878 cuyo objetivo consistía en una guerra ofensiva contra los indígenas que habitaban la Patagonia, con el objeto de ampliar el territorio bajo soberanía efectiva de la nación.

El 12 de octubre de 1880 fue elegido presidente, cargo que desempeñó hasta el 12 de octubre de 1886. De esta manera comienza el periodo que se denominará “la Generación del ’80″.

Su gobierno llevó una gran prosperidad a la nación, alimentada por una masiva inmigración europea, la construcción de ferrocarriles y el desarrollo de las exportaciones agrícolas, y sentó las bases del moderno Estado argentino.

Sin embargo, la especulación financiera, y la corrupción campearon durante su gobierno, sostenido mediante el fraude electoral aprovechando que el voto no era ni secreto ni obligatorio y, el patronazgo estatal que facultaba al presidente el control del presupuesto nacional.

Además, se hacía uso de las denominadas intervenciones federales, un mecanismo autorizado por la constitución nacional, mediante el cual el presidente podía intervenir en una provincia si se estaba “dudando del sistema federal” o por otras causas que resultaban bastante nebulosas.