Señor Director:
Hemos conocido en estos días la condena para Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, José Huenuche y Jonathan Huilical, sentenciados por robo con intimidación y homicidio frustrado y lesiones, en el controvertido caso por "atentado a la autoridad", que se llevó a cabo por varios meses en el Tribunal de Cañete. Los cuatro mapuches han recibido condenas de entre 20 y 25 años, y se encuentran nuevamente en huelga de hambre.

Como Pastoral Mapuche de la Iglesia Católica de Santiago no puede dejar de preocuparnos el modo de proceder de los organismos del Estado chileno en este caso. Los cuatro condenados ya habían sido absueltos por el mismo caso en la justicia militar. El proceso civil se realizó hasta el final con Ley Antiterrorista y sólo en los alegados de cierre el Gobierno pidió la recalificación como delitos comunes. Sin pretender justificar un delito grave, una condena tan elevada como la que se ha impuesto nos parece totalmente desproporcionada a la causa, especialmente si se tiene en consideración que los móviles no han sido los de delincuentes que buscan enriquecerse, sino los de personas empeñadas en defender lo que estiman ser sus legítimos derechos.

Queda la justificada duda de si acaso no se estará realizando una "condena ejemplificadora", lograda a través de un proceso bastante cuestionable, con la ilusión de que encarcelando a los miembros de la Coordinadora Arauco Malleco se logrará la paz en el mal llamado "conflicto mapuche". Tal modo de proceder nos parece que sólo puede engendrar mayor radicalización y seguir cerrando las puertas al diálogo que el actual gobierno pretende abrir con las organizaciones mapuches, diálogo en el cual la Iglesia se ha comprometido en virtud de nuestra misión evangelizadora y de nuestra historia con el pueblo mapuche.

P. Luis Manuel Rodríguez Tupper svd
Encargado Pastoral Mapuche Santiago