Ñuke Mapu destaca: La visita, organizada por asociaciones como Tierra y Libertad de Francia y la Fundación Frantz Fanon, abarcó recorridos por cárceles, centros de memoria, universidades y comunidades mapuche.
La jurista, hija del influyente pensador anticolonial Frantz Fanon, llevó a cabo una misión de observación de derechos humanos, visitando cárceles, comunidades mapuche y universidades. "Los países lograron su independencia, pero los sistemas coloniales siguen intactos", señaló. Asimismo, advirtió: "Negar la existencia de otras culturas te convierte en un país racista".
El 26 de septiembre de 2023, Mireille Fanon Mendès France, activista y presidenta de la Fundación Internacional Frantz Fanon, rechazó públicamente una invitación del presidente Gabriel Boric para conmemorar el 50º aniversario del golpe de Estado de 1973. En una carta abierta, rindió homenaje a Salvador Allende por "romper con las lógicas coloniales y capitalistas", pero criticó la respuesta represiva de los gobiernos posteriores a las demandas sociales. Además, pidió la liberación de presos políticos mapuche y otros activistas, denunciando procesos judiciales injustos que violan convenios internacionales.
Hija del influyente pensador anticolonial Frantz Fanon, Mireille Fanon es una destacada defensora de la justicia social. Galardonada en 2009 con el Premio de Derechos Humanos del Consejo para la Justicia, la Igualdad y la Paz, recientemente visitó Chile como parte de una misión de observación de derechos humanos, en el marco del centenario del natalicio de su padre.
La visita, organizada por asociaciones como Tierra y Libertad de Francia y la Fundación Frantz Fanon, abarcó recorridos por cárceles, centros de memoria, universidades y comunidades mapuche.
Uno de los momentos más destacados fue el encuentro en el histórico asentamiento de Lautaro, donde Mireille Fanon se reunió con Rosario Railaf, hija de Rafael Railaf, fundador del Movimiento Campesino Revolucionario (MCR). quien fue perseguido, detenido y torturado tras el golpe de Estado de 1973. Hoy, Rosario lidera parte del territorio wenteche y ha presentado una demanda contra el Estado chileno por las violaciones a los derechos humanos sufridas por su familia.
Durante su estancia en el sur, Mireille Fanon llevó consigo un cuaderno en el que registró casos y situaciones observadas en el Wallmapu. De regreso en Santiago, en esta entrevista, hablar de su padre resulta inevitable, pero también aborda temas como la situación en Palestina, la lucha del pueblo mapuche y el racismo estructural que persiste.
Frantz Fanon, psiquiatra y revolucionario, nacido en 1925 en Martinica, se convirtió en una de las figuras más influyentes del pensamiento anticolonial.
El nombre de Frantz Fanon, filósofo, psiquiatra y revolucionario, sigue siendo un referente del pensamiento anticolonial. Nacido en 1925 en Martinica, entonces colonia francesa en el Caribe, Fanon -quien también fue estudiante de Aimé Césaire, ideólogo de la negritud-, se consolidó como una de las figuras más influyentes de su tiempo. Aunque su vida fue breve, falleció a los 36 años en 1961 a causa de la leucemia, su obra dejó una huella en movimientos de liberación como las Panteras Negras en Estados Unidos o en luchas por la autodeterminación en África, América Latina y el Caribe.
A través de sus textos, como "Piel negra, máscaras blancas" (1952), Fanon exploró la compleja dinámica de la identidad en una sociedad colonizada. El libro analiza cómo el racismo no solo afecta la posición social de los pueblos colonizados, sino que moldea su forma de entenderse a sí mismos. En uno de sus prólogos, Roberto Zurbano describe el texto como el resultado de "siete años de observación e investigación", en los cuales Fanon expuso las profundas consecuencias del colonialismo: "la baja autoestima, la invisibilidad, la devaluación constante, el hábito servil, el miedo a levantar la mirada y la imposibilidad de ser, en lo personal, un individuo pleno", de acuerdo a lo que recoge el medio Resumen.
En "Los condenados de la Tierra" (1961), su último libro, Fanon profundiza su crítica a la violencia estructural del colonialismo: "El hombre colonizado se libera en y por la violencia", escribió en vísperas de la independencia de Argelia.
Sin embargo, a pesar de su relevancia global, los textos de Fanon siguen ausentes del currículo académico oficial en Chile, su obra se encuentra relegada principalmente a círculos académicos especializados en estudios decoloniales, racismo y algunos movimientos sociales. Su pensamiento continúa vigente desde las protestas por la violencia racial en Estados Unidos o las denuncias de crímenes de lesa humanidad en Palestina y cobra renovada actualidad en distintos escenarios del mundo.
- ¿De qué manera ha influido el legado de su padre, Frantz Fanon, en su perspectiva sobre la justicia social y en las estrategias que emplea en su trabajo?
Primero que todo, buenas tardes. Diría que no lo tomo como parte de la herencia de mi padre, lo considero como el legado de la figura de Frantz Fanon, que es algo diferente, porque Frantz Fanon influyó enormemente en muchas personas.
Desde muy joven participé en el activismo, y la cuestión del racismo surgió para mí al estar en un entorno predominantemente blanco. Me preguntaba ¿quién era realmente racista? A los 15 años leí "Piel negra, máscaras blancas". Debo decir que al principio no entendí mucho, pero después lo releí, ya que muchas personas resaltaban su importancia, mientras que yo trabajaba en temas legales. Muchos me hablaban de la obra de Fanon, como un compromiso y reflexión, e incluso también como un esfuerzo en el tratamiento de la salud mental. Al releerlo, descubrí nuevas perspectivas y reflexiones que me permitieron avanzar, profundizar e ir más allá.
"Los países pueden haberse liberado, pero no se han desprendido de los sistemas que los colonizaron"
Ese es el legado de Fanon. Posteriormente leí sus otros textos, y cuando trabajamos temas como la tierra, la autodeterminación o la soberanía política de los estados, los escritos de Fanon en "Sociología de una revolución" (1959) y "Los condenados de la tierra" (1961) resultan claves. En particular, el capítulo tres aborda cómo algunos países colonizados continúan imitando el modelo del colonizador. Los países pueden haberse liberado, pero no se han desprendido de los sistemas que los colonizaron.
Esta reproducción del modelo colonial es problemática para los pueblos. La estructura permanece, y para el pueblo argelino, que invirtió tanta energía y fuerza en la liberación de su país, encontrarse con una élite que reproduce el modelo que los colonizó representa una traición. Varios países africanos comprenden que sus pueblos siguen siendo los sacrificados.
En cuanto a la justicia para los pueblos, todo el trabajo sigue pendiente... y uno puede reflexionar sobre lo que él propuso después de su experiencia tanto como psiquiatra, activista y como escritor. En un primer momento con su obra "Piel negra, máscaras blancas" (1952), y luego, tras participar activamente en la lucha de liberación del pueblo argelino, hasta ser su representante y embajador en diferentes países de África. Lo que es particular, y se sigue interrogando hasta hoy, es precisamente su capacidad por ser un pensador en acción.. Eso diría que es algo bastante raro; esa reflexión que produjo y de la cual nunca se separó, que le fue dada por su profesión de psiquiatra, pero que también lo orientó en su compromiso y en la manera en que pensaba el mundo.
Esa estructura colonial post-independentista la vemos también en África. Los africanos, incluso con diferentes tendencias dicen: “hay una manera tan plural de verse como panafricanos que la palabra ‘pan’ pierde su sentido”. Hasta el punto de hacer que el panafricanismo se parezca a una forma de liberalismo, lo cual es bastante grave; o, por otro lado, una visión romanticista del panafricanismo. No obstante, Fanon tenía una perspectiva bastante precisa del panafricanismo, entre otras cosas, de trabajar por la emergencia de una unidad africana, lo que aún no se ha logrado hasta la fecha. Sigue pendiente y es parte de ese legado.
Tenemos a los antiguos colonizados en un modelo de gobernanza europeo, o en todo caso occidental, que responde, además, a los deseos de los occidentales: 'Copien nuestro modelo, que es mejor, y así seguimos imponiéndoles una forma colonial de poder'. “Y ustedes transmiten nuestro conocimiento porque los hará mucho más democráticos”. Esta es una forma colonial del conocimiento, sin nunca cuestionar la cultura de esos Estados, de las reflexiones que puedan haber tenido sobre qué es el derecho, la filosofía, o que su cultura ha pasado por el molde del colonialismo; eso es también lo que Fanon nos insta a hacer.
- Usted ha mencionado la existencia de un paradigma que se remonta a 1492, ¿cuáles son las manifestaciones contemporáneas, y cómo impactan?
La colonización es algo que sigue con sus manifestaciones contemporáneas. Nos han enseñado que las 'grandes exploraciones' fueron un periodo floreciente, etc., porque fue el inicio del capitalismo, y el capitalismo está fundamentalmente basado en la deshumanización de parte de la humanidad. No podemos luchar contra el capitalismo sin luchar contra el racismo.
"La izquierda también es responsable de no haber tomado esta cuestión en serio, de luchar contra el capitalismo sin luchar contra el racismo".
Los países occidentales que promueven la modernidad eurocentrada son racistas, porque esta modernidad está basada en el racismo y el elitismo intelectual, que niega la existencia de otras culturas. A partir del momento en que niegas la existencia de otras culturas, eres un país racista. Y desafortunadamente, la izquierda también es responsable de no haber tomado esta cuestión en serio, de luchar contra el capitalismo sin luchar contra el racismo.
La situación en Palestina no solo es física, sino también simbólica e intelectual. Los medios dicen que los palestinos son monstruos, pero todo pueblo colonizado tiene el derecho de defenderse. Entonces, cuando los medios nos dicen que los palestinos son monstruos, están legitimando la violencia. Y esto no es un conflicto simétrico: por un lado está un Estado bien armado y, por otro, un pueblo.
Es decir, hay una desproporción en la reacción de Israel, lo que se acerca a un genocidio. Lo que intentan es deslegitimar y desestructurar el derecho internacional para que sea completamente ineficaz e inutilizable.
- En ese sentido ¿cómo evalúa el papel de los medios de comunicación en la representación y visibilización de los pueblos oprimidos en la actualidad?
Si comenzamos desde el 7 de octubre, hemos escuchado que los palestinos son considerados 'monstruos', mientras que deberíamos recordar que todos los pueblos colonizados tienen derecho a defenderse; incluso hay una declaración que así lo establece. Luchar contra el sistema de colonización implica resistirse al colonizador. Por lo tanto, cuando los medios insisten en presentar a los palestinos como 'monstruos' que deberían ser erradicados, apoyan una narrativa que justifica su eliminación bajo el falso pretexto de la autodefensa.
Esta situación presenta una clara desigualdad: de un lado, un Estado; del otro, un pueblo. No estamos en la misma dimensión. Se trata de un pueblo ocupado; es como si un ejército invadiera su propio territorio. Mientras tanto, el ejército israelí está fuertemente armado, y los palestinos no cuentan con los mismos recursos. Los protagonistas no deben ser tratados al mismo nivel. La desproporcionalidad en la respuesta es evidente, y, según el derecho internacional, Israel solo debería defenderse si es atacado por otro Estado. Los estatutos son muy claros en este sentido.
"No solo están asesinando físicamente al pueblo palestino, sino también destruyendo sus derechos intelectuales y simbólicos".
Además, Israel no tiene derecho a responder de la forma en que lo hace, usando medios desproporcionados e irrealistas. Actualmente, los palestinos solo tienen acceso a armas limitadas, mientras que incluso los países árabes han comenzado a normalizar sus relaciones con Israel. Para entender la magnitud de esta disparidad, basta con ver cuánto dinero ha enviado Estados Unidos para la asistencia militar israelí: miles de millones de dólares en suministros y entregas adicionales de equipo militar, algo que deja clara la desventaja palestina.
Israel, un Estado que ocupa el territorio de un pueblo cuya existencia como nación ha sido históricamente negada, responde con ataques masivos que han dejado entre 40.000 y 42.000 muertos palestinos. Esta reacción no es solo desproporcionada, sino que está dirigida a eliminar físicamente a la sociedad palestina. Desde la primera intifada y la segunda, esta eliminación se ha intensificado, y cada acto de resistencia palestina es usado como justificación para demonizarlos y presentarlos como 'terroristas' ante los ojos de Occidente. Aquí prevalece la ley de la venganza, pero en una proporción insostenible de 1.000 israelíes contra más de 40.000 palestinos.
El hecho de que Israel pueda responder de manera tan brutal y desproporcionada amenaza con desestructurar el derecho internacional, haciéndolo ineficaz. La promesa de los políticos, incluidos líderes como Trump, es imponer una forma de derecho internacional que quedaría en coma prolongado, en el que solo valdría la ley de la selva y la supremacía del más fuerte. Esto crea una complicidad en la deshumanización y la injusticia, ya que aquellos que ostentan el poder militar se imponen y dominan. Así, los pueblos que reclaman justicia quedan cada vez más oprimidos.
Este escenario debería preocuparnos profundamente, ya que tendrá consecuencias para los estados que se autodenominan 'democráticos', pero que en realidad violan derechos fundamentales. Nos enfrentamos a una 'democracia autoritaria', y debemos estar atentos a lo que sucede en Palestina. No solo están asesinando físicamente al pueblo palestino, sino también destruyendo sus derechos intelectuales y simbólicos. Es algo mucho más profundo la tragedia de Palestina.
- Tras su visita a presos mapuche en el contexto de su misión de derechos humanos, ¿qué reflexiones le dejó la situación del pueblo mapuche en Chile?
Aún no he logrado organizar mis pensamientos y la información que obtuve en mi visita al sur, pero sí puedo decir que en el caso de los mapuche, tiene algo que ver con lo que Fanon dice de la cultura: la imposición de la cultura del blanco o del colonizador a una cultura que proviene de un legado ancestral, que tiene un vínculo con la tierra, con la espiritualidad. Sin embargo, en nuestros estados coloniales, tal como están actualmente, el vínculo con la tierra no existe, y en este caso, se centra en lo productivo a través de la técnica agrícola del monocultivo.
La víctima de la ocupación de su tierra se convierte en criminal, entonces hay una criminalización de los mapuche que son transformados en terroristas, y eso debería ser cuestionado en nombre de la ley. Entonces, me hizo reflexionar que la colonización y el sistema capitalista liberal han hecho perder esa importancia del arraigo, que se manifiesta a través de la pertenencia a la tierra, por ejemplo.
Y así, en términos generales, hay una negación del derecho manifiesta, un doble estándar en la justicia. También hay contradicciones entre las cortes, hay una justicia sesgada. Hay muchísimos casos de detención arbitraria, incluso personas que han sido juzgadas y condenadas, en la mayoría de las veces no hay testigos, no hay pruebas, o las pruebas son fabricadas o arregladas, o con testigos protegidos.
"Es una observación abrumadora contra el Estado de Chile sobre lo que está haciendo con el pueblo mapuche, me parecen los palestinos de acá. Esto lo digo porque veo muchas similitudes en el proceso de colonización".
Bueno, yo diría que es una observación abrumadora contra el Estado de Chile en lo que está haciendo con el pueblo mapuche, me parecen los palestinos de acá. Esto lo digo porque veo muchas similitudes en el proceso de colonización. No digo que haya un genocidio ocurriendo ahora mismo, pero con la creación del Estado, hay una voluntad de hacer que este pueblo se integre a la nación chilena de manera forzada.
La Corona Española no pudo vencerlos y tuvieron que llegar a tratados con el Pueblo Mapuche, pero desde la creación del Estado de Chile, que es una creación colonial, los territorios fueron adquiridos por los colonos mediante la sangre, el crimen y el robo. Estos son crímenes y nunca se han pagado. por eso es muy importante volver a esta época, porque de lo contrario no se entiende por qué hay este tipo de criminalización contra el pueblo.
- Finalmente, ¿cómo ve las relaciones de racismo en Francia?
Es importante manifestarse contra el racismo en Francia, hay mucho que decir sobre la afrofonía o, más bien, sobre la negrofobia. El término ‘racista’ se ha convertido en un concepto un tanto genérico, pero sí existe racismo contra los inmigrantes y también diferentes leyes que buscan endurecer aún más la situación de los migrantes. Estamos en un país racista. La forma en que se trata a Martinica, Guadalupe y Reunión es racista; de hecho, hay racismo en todos los niveles en Francia.
No debemos engañarnos, no debemos escuchar pasivamente, en los países occidentales que se presentan como parte de lo que llamamos 'euromodernidad', el racismo es evidente. Este pensamiento de la modernidad está basado en el racismo y en un elitismo intelectual, que utiliza un marco de referencia blanco que niega la existencia de otras culturas. Desde el momento en que niegas la existencia de otras culturas, de otros enfoques filosóficos, de otras formas de pensar el mundo y de hacer justicia, te conviertes en un país racista. Lamentablemente, no puedo decir que esto sea desconocido; de hecho, la izquierda es también completamente responsable de no haber tomado en serio este tema.
Como mencioné anteriormente, no se puede combatir el capitalismo sin luchar contra el racismo y, viceversa, no se está haciendo el trabajo adecuado. Esto nos lleva a situaciones como la nuestra, y en el futuro estaremos con la extrema derecha en el poder. Si retrocedemos un poco, encontramos que François Mitterrand, a quien todos adoran, también fue responsable en parte. Hollande y el partido socialista, el partido comunista también son responsables. Creo que en este momento estamos obligados a considerar la historia; no podemos luchar contra las dominaciones, contra el paradigma de los opresores, sin cuestionar todo. Debemos remontarnos históricamente a los orígenes de esta opresión que vivimos hoy y que experimenta el pueblo.