El despojo de sus tierras, en cualquier forma que se haga, implica para el pueblo pehuenche hacerlo de hecho desaparecer como pueblo (Etnocidio) y como personas (Genocidio), Julio, 1997

 

Carta Pastoral
IGLESIA DIOCESANA SOLIDARIA CON EL PUEBLO PEHUENCHE
A los fieles de la Diócesis y a personas de buena voluntad
Miguel Caviedes Medina, Obispo de Los Angeles


A los fieles de la Diócesis de Santa María de Los Angeles y personas de buena voluntad:

En este "Día de Oración con los Pueblos Indígenas" me dirijo a ustedes por medio de esta Carta Pastoral, para referirme a la situación actual que atañe al Pueblo Pehuenche, que vive en nuestra Diócesis. Quiero presentar la acción que, ante esta realidad, estimo que le cabe a la sociedad en general y al Estado en particular. De igual modo a la misión que le corresponde a la Iglesia Diocesana en relación a este pueblo.

También me dirijo al Pueblo Pehuenche, para manifestarle que el Señor, por medio de su Iglesia, lo quiere y acompaña en estos momentos de su vida.

  1. - DIA DE LA ORACION CON LOS PUEBLOS INDIGENAS

Desde hace varios años la Iglesia en Chile destina el último domingo del mes de agosto para orar, de un modo especial, por y con los pueblos indígenas de nuestra patria. En este año ese domingo cae el 25 de agosto.

Son llamados Pueblos Indígenas los descendientes de los grupos humanos que existían en Chile antes del descubrimiento de América por Cristobal Colón. Estos pueblos mantienen sus expresiones étnicas y culturales propias. Para ellos la tierra es la principal base de su ser y de su cultura.

En Chile existen actualmente estos pueblos indígenas: El pueblo mapuche al que se agregan los pueblos huilliche y pehuenche. Numéricamente es el más importante. Los pueblos aymara, atacameño, quechua y colla en el norte. Los pueblos kawashkar o alacalufe, yámana o yagán en el zona austral. El pueblo rapa nui o pascuense en la Isla de Pascua.

Los pueblos indígenas pertenecen en América, por lo general, a las minorías étnicas de un país. Su situación suele ser de extrema pobreza. las sociedades mayores suelen tener para con ellos actitudes de postergación, opresión y marginación, a veces también de menosprecio. "Los indígenas pueden ser considerados los más pobres entre los pobres", dice la Iglesia Latinoamericana (Puebla, 34)

En nuestra Diócesis de Santa María de Los Angeles existe el Pueblo Pehuenche. Por eso, en este "Día de la Oración con los Pueblos Indígenas", nuestro amor y nuestra oración han de ser por nuestros hermanos pehuenches y con nuestros hermanos pehuenches.

  1. - EL PUEBLO PEHUENCHE:SU IDENTIDAD Y SU CULTURA

Para poder entender al pueblo pehuenche, que vive en esta Diócesis de Los Angeles, es necesario detenerse un momento a reflexionar sobre su cultura y sus valores, también sobre algunos desvalores. Es lo que paso a explicar a continuación.

  1. 1. Su ubicación geográfica y su situación

El pueblo pehuenche está ubicado en los sectores cordilleranos de la comuna de Santa Bárbara, llegando a ser limítrofe con Argentina. En lo eclesial, está dentro de la parroquia de Santa Bárbara, perteneciente a la Diócesis de Los Angeles. Se estima que son aproximadamente unas 4.000 personas. Es un pueblo que está actualmente en una crecimiento demográfico notorio. Hay una emigración a las ciudades de Los Angeles, Chillán, Concepción, Santiago. En las ciudades los jóvenes y los adultos realizan trabajos de baja rentabilidad, como obreros panificadores, por ejemplo. Las jóvenes laboran principalmente como asesoras de hogar.

Su situación socioeconómica: El ingreso promedio mensual por familia es de $11.000. Su principal actividad económica es la ganadería, la agricultura, lo forestal y la artesanía.

La ganadería, consistente en ganado mayor y menor, es precaria debido a vientres de mala calidad, falta de forraje, mala comercialización de los animales. Hay demasiada carga animal en las "veranadas"

La agricultura también es frágil, por sus bajos rendimientos, suelos degradados. Por la altura no se cultivan las hortalizas.

En lo forestal, hay una explotación indiscriminada del bosque, lo que trae como resultado una erosión pronunciada. La reforestación tarda muchos años en dar sus resultados.

La artesanía es, de igual modo, precaria; sólo es de subsistencia y consiste sobre todo en la producción de artículos de lana: calcetines, gorros, fajas, chamantos, bolsos, etc. Hay mala calidad en su comercialización, la que se realiza muchas veces en territorio argentino. Es frecuente el sistema del trueque.

Su situación social: Hay un bajo nivel educacional debido al serio analfabetismo. Hay alumnos que demoran 12 años para llegar al sexto año básico. Algunas escuelas suelen carecer de métodos didácticos adecuados a la condición pehuenche de sus alumnos.

En cuanto a su calidad de vida: El pueblo pehuenche no tiene electricidad ni agua potable. Sus viviendas son pobres, aunque hay comunidades que han recibido en estos últimos tiempos el subsidio habitacional para viviendas modestas de madera. Hay hacinamiento hogareño en muchas familias. Hay indices de desnutrición, aunque no graves. Una base de su alimentación es el piñón o pehuen. De ahí también el nombre de este pueblo: "pehuenche" significa "hombre del pehuén".

A los jóvenes pehuenches les falta un nivel educacional y laboral, como competir con los jóvenes de la ciudad. Un grave mal que aflige al pueblo pehuenche es el alcoholismo. Este llega a veces también a los niños.

El poder se genera democráticamente, mediante la elección de sus "loncos". La tenencia de la tierra es generalmente comunitaria, si bien se da también, en casos, la tenencia individual.

El pueblo pehuenche es bilingüe: se habla el castellano y su lengua, el mapudungun. Conserva bien su lengua, la ama, no quiere perderla y se esfuerza por transmitirla a sus hijos. Su lengua es oral y no escrita.

A través de la radio se mantiene en contacto permanente con el resto de la sociedad. A pesar de que los caminos de acceso son malos, sin embargo, puede viajar para su diligencias y negocios a Santa Bárbara y a Los Angeles, por medio de micros que tiene recorridos diarios a esas ciudades.

Los pehuenches, hombres y mujeres, viajan a menudo a caballo a la localidad argentina de El Copahue, donde venden su artesanía y compran sus provisiones para el hogar.

Actualmente, ante la posibilidad de la construcción de una Central Hidroeléctrica en el Alto Bío Bío - se habla también de la construcción de otras más- algunos pehuenches se hallan ante el problema de la tenencia de sus tierras, pues dicha central inundaría parte de ellas.

Su situación religiosa: El pueblo pehuenche es profundamente religioso. Su vida está en íntima relación con Dios en las diversas manifestaciones de ella. Tiene un sustrato cristiano, fruto de la evangelización llevada a cabo, de un modo especial, por los misioneros en estos últimos siglos. Además de la Iglesia Católica, algunas iglesias pentecostales también actúan en sus comunidades.

Mantienen sus tradiciones religiosas, recibidas de sus antepasados, como por ejemplo el nguillatun, que es una rogativa de acción de gracias y petición.

Programas de Gobierno: El Gobierno está trabajando con el pueblo pehuenche, como en muchas otras partes del país, con el "Plan Nacional de Superación de la Pobreza". La primera etapa es mejorar sus condiciones de vida. Se están realizando talleres con la participación de las comunidades.

Después habrá proyectos productivos, a fin de que logren ingresos que sean no sólo de subsistencia y tengan capacidad de ahorro. Se espera que con estas acciones, y otras más, se pueda revertir la situación de extrema pobreza que viven los pehuenches.

Por todo lo dicho sobre la ubicación geográfica y situación del pueblo pehuenche se desprende que éste tiene su propia cultura, con grandes valores y también desvalores. De la cultura propiamente tal del pueblo pehuenche hablo más adelante.

  1. 2. Integración del Pueblo Pehuenche en la Nación chilena.

Los Obispos del Sur del país, donde existe el pueblo mapuche escribieron una carta llamada "Evangelización del Pueblo Mapuche" en 1979. El texto que transcribo a continuación se aplica también al pueblo pehuenche, dado que es parte integrante del pueblo mapuche. Dijieron los Obispos:

"La iglesia distingue claramente el concepto de Nación y de Pueblo. Dentro de una misma Nación pueden integrarse varios pueblos.
Suele darse la existencia de pueblos que constituyen una minoría dentro de la Nación. Es el caso de los mapuches en Chile.

Ellos son un pueblo porque tienen su origen histórico y una línea de continuidad. Pertenecen a una raza, tienen una cultura propia y poseen una lengua que los caracteriza.

La iglesia propicia la integración de las minorías étnicas en la Nación, pero conservando y respetando su idiosincracia como Pueblo. Integración no es lo mismo que absorción o asimilación (Nº 3)

  1. 3. La Cultura de un Pueblo


Antes de hablar de la cultura del pueblo pehuenche es bueno considerar lo que significa la cultura de un pueblo.

Para entender lo que es la cultura, lo mejor es recordar lo que al respecto dijo el Papa Juan Pablo II cuando estuvo en Chile: "La cultura de un pueblo - en palabras del documento de Puebla de Los Angeles- es el modo particular como los hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios, de modo que puedan llegar a un nivel de vida verdadera y plenamente humano.

La cultura es, por tanto, el "estilo de vida común", que caracteriza a un pueblo y que comprende la totalidad de su vida: el conjunto de valores que lo animan y de desvalores que lo debilitan; las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran; es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social. En una palabra, la cultura es, pues, la vida de un pueblo" (Juan Pablo II, Discurso al mundo de la Cultura y Constructores de la Sociedad, Universidad Católica de Chile, 3 de abril de 1987)

Por lo que el Papa aquí ha dicho, se ve que toda persona y todo pueblo tiene cultura, ya que ésta es el modo de vivir de una persona o de un pueblo. Puede suceder que a una persona o a un pueblo le falten la instrucción y la educación, pero eso no quiere decir que no tengan cultura.

Toda cultura es dinámica y perfectible. Es dinámica, puesto que va recibiendo influencias, sobre todo del mundo tegnológico actual y de otras culturas vecinas o foráneas. Es perfectible, puesto que puede irse perfeccionando sobre todo en la vivencia cada vez más profunda de sus propios valores, y en la luchas contras sus desvalores.

Esto que he dicho sobre la cultura en general, lo aplicaré ahora a la cultura del pueblo pehuenche.

  1. 4. Valores Culturales del Pueblo Pehuenche

El pueblo pehuenche, como integrante del pueblo mapuche, tiene sus mismos valores y desvalores, lo que constituyen su cultura. Destaco a continuación sus principales valores: Mantiene un sistema especial de relación con la tierra y con la vida. Tiene un fuerte sentido familiar, fraternal y comunitario. Posee una profunda y totalizadora vivencia religiosa. Conserva en mayor o menor grado su lengua propia. Mantiene ciertas pecualiaridades en sus formas de vida familiar, de vestir, de alimentación, de salud y de transmisión de la educación. Tiene un profundo sentido de la libertad. Muchos de estos valores son propios también de los pueblos indígenas de América.

Voy a detenerme, en forma más detallada, en tres de estos grandes valores. Su relación vital con la tierra, su sentido comunitario y su vivencia religiosa.

  1. 5. Relación vital del Pueblo Pehuenche con la tierra

Lo que manifiesto a continuación es propio del pueblo mapuche en general, del cual forma parte el pueblo pehuenche.

El mapuche es hijo de la tierra. Su mismo nombre lo indica: "mapuche" significa "hombre de la tierra". El pueblo mapuche mantiene con la tierra una relación mística, la considera como si fuera su madre: "la madre tierra". Experimenta que no es el mapuche el que posee la tierra, sino que es la tierra la que lo posee a él. Más aún, el mapuche es la tierra. Por tal motivo hay en el pueblo mapuche un amor entrañable a la tierra y un profundo respeto ecológico y sagrado hacia ella. "El mapuche que no tiene tierra, no es un mapuche", me dijo un Lonko Pehuenche.

Para el mapuche trabajar la tierra tiene un sentido profundamente humanizante, dado que, mediante dicho trabajo, no sólo se construye, mantiene y desarrolla la comunidad, sino que incluso se respetan los ritmos profundos de la vida y el equilibrio de la ecología, que la garantizan su sobrevivencia.

La tierra es el lugar de sus mitos, de su historia y de sus antepasados, de sus celebraciones y fiestas. Finalmente, es el lugar de su esperanza y de su identidad.

Como consecuencia de lo ya dicho, el despojo de sus tierras, en cualquier forma que se haga, implica para el pueblo pehuenche hacerlo de hecho desaparecer como pueblo (Etnocidio) y como personas (Genocidio)

  1. 6. Sentido comunitario del Pueblo Pehuenche

Las personas y las familias pehuenches tienen un profundo espíritu comunitario. La comunidad está en función de la realización plena de las personas y de las familias. Por medio de este espíritu comunitario los pehuenches se sienten formando un solo pueblo. Una manera importante de expresar este comunitarismo es por medio de la posesión comunitaria de sus tierras.

Cabe hacer notar que muchos mapuches, entre ellos también pehuenches, han llegado a la posesión individual de sus tierras, debido al decreto ley 2.568 modificatorio de la ley 17.729 de Indígenas, dictado por el gobierno militar. Pero su mentalidad, debido a su cultura, era y sigue siendo la posesión comunitaria de sus tierras.

El motor que dinamiza su vida comunitaria es la solidaridad fraterna, que integra a las personas y a las familias en la unidad de un pueblo, donde no sólo se sienten iguales, sino que también hermanos. Es hermoso ver cómo el pehuenche llama a otro pehuenche "peñi", palabra que significa "hermano"

  1. 7. Sentido religioso del Pueblo Pehuenche

Todas las experiencias que tiene el pehuenche en sus relaciones con la naturaleza y con su comunidad son, en su sentido profundo, vivencias religiosas. La tierra y el trabajo, que los pehuenches cultivan y desarrollan cada día, son una presencia y acción de Dios-a quien consideran su creador-, que celebran en infinidad de ritos y de fiestas. Así establecen una verdadera comunión entre la naturaleza, el trabajo y la generosidad de Dios.

Cualquier despojo que sufra el pueblo pehuenche de su tierra, se convierte prácticamente para él en una destrucción directa de la comunidad y de la presencia y acción de Dios en él.

He señalado también otros valores en el pueblo pehuenche que ahora, por la brevedad, omito de comentar.

  1. - LINEAS DE ACCION

Lo que hemos expresado sobre la situación actual del pueblo pehuenche, sobre su identidad, cultura y valores, da como resultado un marco de referencia. Esto significa que el ha de ser el punto de partida del cual se desprenden, en clara consecuencia, unas Líneas de Acción, que iluminen y guien el proceder de quienes tienen la responsabilidad de lograr una vida más plenamente humana para el pueblo pehuenche.

Con respeto y sinceridad señalo estas Líneas de Acción en una triple dimensión: En relación a la sociedad en general y al Estado en particular. En relación al mismo pueblo pehuenche. Más adelante, en relación a la iglesia Diocesana, no en lo técnico, puesto que no es de su competencia ni su campo de acción, sino en su misión moral, religiosa y espiritual.

Estas son las Líneas de Acción

  1. 1.El pueblo pehuenche tiene el derecho y el deber de mantener, promover y perfeccionar su cultura, viviendo sus valores y subsanando sus desvalores. Ha de transmitir su cultura a las generaciones futuras.
  2. 2.La sociedad chilena en general y el Estado en particular tiene el deber de respetar, con hechos y palabras, la cultura del pueblo pehuenche. Para realizar esto es necesario que haya conocimiento de esta cultura.
  3. 3.La sociedad en general y el Estado en particular tienen el deber de propiciar la promoción humana integral del pueblo pehuenche, que permita su pleno desarrollo en los campos social, económico, político, tecnológico, científico, etc. Así este pueblo logrará su participación plena y su total integración en la vida nacional.
  4. 4.El pueblo pehuenche tiene el derecho y el deber de ser gestor de su propia promoción humana y desarrollo. El se esforzará por pasar de condiciones menos humanas a condiciones más humanas.
  5. 5.Toda promoción y desarrollo del pueblo pehuenche ha de reafirmar su identidad, manifestada en su cultura. En sentido contrario, han de ser descartados toda promoción, desarrollo y progreso que vayan en detrimento de su identidad como pueblo.
  6. 6.El progreso socioeconómico y tecnológico, que muchas veces es necesario y que va en beneficio de la sociedad en general, pero que se gesta en los territorios ancestrales del pueblo pehuenche - como por ejemplo, centrales hidroeléctricas, gaseoducto, promoción masiva del turismo, etc- ha de respetar, para que sea verdadero la identidad cultural de dicho pueblo. En sentido contrario ha de ser deshechado el progreso socioeconómico y tecnológico que no salvaguarda la identidad cultural del pueblo pehuenche, manifestada en sus valores.
  7. 7.Dado que la tierra es un elemento vital e imprescindible en la cultura del pueblo pehuenche, hasta tal punto que no puede vivir sin ella, todo progreso que se lleve a cabo en el territorio pehuenche ha de ser tomado en cuenta la mantención del medioambiente, con todo lo que estos significa. En sentido contrario, se ha de dejar a un lado todo el desarrollo que atente contra el medioambiente de dicho territorio.

La Iglesia Diocesana, desde su misión, pide con respeto a las autoridades correspondientes considerar estas líneas, al estudiar los proyectos de obras de progreso socioeconómico y tecnológico en el Alto Bío Bío, cuando se gestan en el territorio recibido por el pueblo pehuenche de sus antepasados.
La Iglesia Diocesana pide ésto, ya que estas Líneas de Acción surgen de la dignidad de la persona humana y de los derechos de las minorías étnicas de una nación.

Para la Iglesia Diocesana estas líneas logran más fuerza todavía, puesto que tiene un sólido asidero en la Doctrina Social de la Iglesia, en relación a las minorías étnicas y a los pueblos indígenas.

Al respecto es importante mencionar la encíclica "Pacem in terris" del Papa Juan Pablo II, en su título: "El problema de las minorías étnicas" (nums. 94-97). De igual modo es significativo el magisterio del Papa Juan Pablo II sobre los pueblos indígenas, presentado en sus diversas peregrinaciones por América.

Es significativo también lo manifestado por las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, que siempre se han referido a los pueblos indígenas: sus culturas, deberes y derechos. Esas Conferencias son: Río de Janeiro, Brasil 1955; Medellín, Colombia, 1968; Pueblo, México, 1979, Santo Domingo, República Dominicana, 1992.

  1. - LA NUEVA LEY INDIGENA

La Ley Indígena. promulgada en 1993, tiene un gran valor. En ella el Estado reconoce a las etnias indígenas que existen en Chile. Los textos que cito a continuación van en buena consonancia con las "Líneas de Acción" que se acaban de señalar

Dice esta ley: "El Estado valora su existencia por ser parte esencial de las raíces de la Nación chilena, así como su integridad y desarrollo, de acuerdo a sus costumbres y valores".

Y añade: "Es deber de la sociedad en general y del Estado en particular, a través de sus instituciones, respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, sus familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación" (art. 1)

Continúa la ley: "El Estado reconoce el derecho de los indígenas a mantener sus propias manifestaciones culturales, en todo lo que no se oponga a la moral, buenas costumbres y al orden público.

El Estado tiene el deber de promover las culturas indígenas, las que forman parte del patrimoniode la Nación chilena" (Art. 7)

Para hacer realidad estos principios generales y muchas disposiciones, la Ley Indígena crea la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena). La dota de los instrumentos adecuados para que esta Corporación cumpla su importante misión.

Sin duda que la Nación chilena y las etnias indígenas del país, han sido fortalecidas con esta Ley Indígena. Quiera Dios que ella sea, en su aplicación, no sólo letra, sino también espíritu.

También es de mucho valor, en relación a la salvaguarda del entorno donde se desenvuelve la sociedad chilena en general y los pueblos indígenas en particular, la reciente Ley del Medio Ambiente. Es de desear a esta ley su plena aplicación.

  1. - LA IGLESIA DIOCESANA, PROMOTORA DE UNA EVANGELIZACION LIBERADORA DEL PUEBLO PEHUENCHE

A la Iglesia Diocesana de Santa María de Los Angeles le corresponde, como misión que Cristo le ha encomendado, comunicar al pueblo pehuenche la evangelización liberadora.

Una primera manera de realizar esta evangelización es ayudando a llevar a la práctica, a partir de su misión, las "Líneas de Acción" más arriba señaladas. La Iglesia Diocesana también ha de aportar para que la sociedad en general tenga conciencia del respeto al pueblo pehuenche en su identidad y cultura. También ofrece su ayuda para que este pueblo logre su promoción y desarrollo integral. Realizar toda esta acción es parte también de la misión evangelizadora que le corresponde a la iglesia.

Junto con esta acción liberadora, la Iglesia Diocesana, fiel al mandato misionero que Cristo le encomendó, ha de comunicar al pueblo pehuenche el Mensaje Salvador de Jesucristo.

La Iglesia Diocesana asumirá su misión evangelizadora haciendo presente a Jesús en medio de las comunidades pehuenches. Hará ésto a través de una evangelización integral que, respetando la identidad del pueblo pehuenche, colabore con él para que alcance su plenitud de vida conforme al proyecto de Dios. Hará que la cultura del pueblo pehuenche sea impregnada y perfeccionada con los valores del Evangelio.

La Iglesia Diocesana se esforzará para que del mismo pueblo pehuenche vayan surgiendo agentes pastorales, que vayan creando y dinamizando sus comunidades cristianas: animadores de comunidades cristianas, catequistas, promotores de acción social, etc.

El hecho mismo de que la Iglesia Latinoamericana ha hecho una "opción preferencial por los pobres", dará más empuje a la misión de la Iglesia con el pueblo pehuenche. Ella ha dicho también que "los indígenas pueden ser considerados lo más pobres entre los pobres". Pero hay que recordar que los pobres son los predilectos del Señor. El dijo "He sido enviado a evangelizar a los pobres" (Lc 4,18)

  1. - BREVE HISTORIA DE LA EVANGELIZACION DEL PUEBLO PEHUENCHE

Al referirme a la evangelización del pueblo pehuenche, tengo que insertarla en el conjunto de la evangelización del pueblo mapuche, del cual es integrante junto con el pueblo huilliche.

La iglesia se preocupó, desde los inicios de la primera evangelización en el siglo XVI, por evangelizar al pueblo mapuche. Esto ha sido más intenso desde el siglo pasado. Sobresalieron en esta tarea los misioneros franciscanos y capuchinos; de igual modo los Obispos de estas jurisdicciones, junto a los sacerdotes, religiosas y muchos laicos, sobre todo catequistas.

En este sentido es de justicia destacar dos cartas escritas por los Obispos donde existe el pueblo mapuche. Ellas son "Evangelización del Pueblo Mapuche" de mayo de 1979 y "Al pueblo mapuche ante la nueva Legislación" de julio de 1991. En ellas los Obispos han abordado situaciones que afectaban al pueblo mapuche en esos momentos y han ofrecido la respuesta nacida del Evangelio. Ambas cartas fueron suscritas por los Obispos de Los Angeles de esos años.

Yendo a lo nuestro en estos momentos, nuestra iglesia Diocesana tiene la preocupación por la acción promotora y evangelizadora del pueblo pehuenche, a través de la acción abnegada realizada en la Parroquia de Santa Bárbara, por la meritoria acción educativa y misionera de las religiosas del Niño Jesús. La "Fundación Juan XXIII" del Obispado de Los Angeles atiende las escuelas de Pitril, Cauñicú, Malla Malla, Butalelbum, las que llevan educación humana y cristiana a muchos niños pehuenches.

La "Fundación para el Desarrollo del Bío Bío" (FUNDEB), también del Obispado de Los Angeles, desde hace varios años realiza proyectos de asistencia ténica y promocional con las comunidades pehuenches de Trapa Trapa, Butalelbum, Pitril, Malla Malla, Cauñicú y Ralco Lepoy.

La Iglesia Diocesana, finalmente, pide perdón al pueblo pehuenche por no haber sabido servirlo, en ocasiones, como se lo hubiera merecido y quizás también como él lo esperaba. Le falta a la iglesia todavía mucho por hacer y sobre todo ser con este pueblo. Por eso, la Iglesia Diocesana se compromete, en la medida de sus posibilidades y de sus recursos, a redoblar su esfuerzo evangelizador y liberador y con el pueblo pehuenche.

  1. - EL PAPA JUAN PABLO II HABLO AL PUEBLO MAPUCHE EN TEMUCO

Me ha parecido importante, en estos momentos, traer a la memoria las hermosas palabras dichas en Temuco por el Papa Juan Pablo II al pueblo mapuche, del cual forma parte el pueblo pehuenche.

Dijo el Papa: "Por eso el Papa, hoy desde Temuco, alienta a los mapuches a que conserven con sano orgullo la cultura de su pueblo: las tradiciones y costumbres, el idioma, y los valores propios. Al defender vuestra identidad no sólo ejercéis un derecho, sino que cumplís también con un deber: el deber de transmitir vuestra cultura a las generaciones venideras, enriqueciendo de este modo a toda la nación chilena, con vuestros valores bien conocidos: el amor a la tierra, el indómito amor a la libertad, la unidad de vuestras familias."

Y añadió "iluminados siempre por la fé en Cristo, veréis en los demás, por encima de cualquier diferencia de raza o cultura, a hermanos vuestros y los sabréis comprender y querer. La fé agrandará vuestro corazón para que quepan en él todos los hombres, especialmente quienes forman parte con vosotros de la nación chilena".

El Papa invita a todos los chilenos a amar a los hermanos mapuches, llevándolos a "respetar su idiosincracia y a unirse con ellos en la construcción de una futuro en el que todos sean parte activa y responsable, como corresponde a la dignidad humana y cristiana" (Juan Pablo II, Discurso a los campesinos y a los indígenas, Temuco, 5 de abril de 1997)

Es el Pastor Universal que, con hermosas palabras, manifestó el amor por sus hijos, los mapuches.

  1. - DIA DE LA ORACION CON EL PUEBLO PEHUENCHE

En este último domingo del mes de agosto, destinado por la iglesia en Chile a la "Oración con los Pueblos Indígenas" del país, nuestra Iglesia Diocesana llama a sus hijos a orar por y con el pueblo pehuenche.

Pidamos al Señor para que este pueblo fortalezca cada vez más su identidad, viviendo lo más plenamente posible los hermosos valores con que Dios los ha dotado, tratando también de sanar sus desvalores. Oremos para que el pueblo pehuenche pueda contribuir con sus valores al enriquecimiento moral y espiritual de Chile.

Roguemos para que el pueblo pehuenche sepa acoger con un corazón noble al Señor Jesucristo como su Salvador. El le dé la plena capacidad para lograr su total promoción y su auténtico desarrollo en esta tierra, para llegar así a la plenitud de la vida en la Gloria del Cielo. El Señor lo lleve siempre con la abundancia de sus gracias y bendiciones.

Pidamos también al Señor para que la Nación chilena, de la cual el pueblo pehuenche es parte integrante, sepa valorarlo, amarlo y respetarlo. Y así, todos juntos, contribuyamos a construir una nación cada vez más justa, fraterna y solidaria.

Pidamos también al Señor Jesús para que nuestra Iglesia Diocesana, motivada por el amor de Cristo, su Maestro, se esfuerce por hacer realidad cada vez más, desde su misión, lo manifestado en esta Carta Pastoral.

Para todos los diocesanos, y en este día de un modo especial para el pueblo pehuenche, nuestro "peñi", mi bendición de Pastor.

Los Angeles, 25 de agosto de 1996

"Día de la Oración con los Pueblos Indígenas"