Nº 1021 - Santiago, 02 de febrero del 2001

Artículos

Movimiento Mapuche:
Comunidades viven Estado de Sitio

Bajo el clima generado por la profusión de titulares "en rojo" que diariamente presentan los conflictos entre las comunidades mapuches y las empresas forestales en la VIII y IX regiones reduciendolos a las notas policiales, cada vez se torna más difícil negar que en la zona se consolida un conflicto político de fondo que no ha logrado ser controlado por los sucesivos gobiernos de la Concertación. Por su parte, tampoco las comunidades y organizaciones mapuches parecen tener todas las respuestas, y parecieran haber optado por la lógica de "hacer camino al andar", dado que si bien plantean una sólida fundamentación acerca de sus demandas, no están en condiciones de predecir el alcance exacto de los acontecimientos. De lo que sí están convencidos, es de que el camino del diálogo con las autoridades parece agotado, y que sólo le queda la opción de construir un camino propio para cambiar las reglas del juego. Y lo están haciendo por razones de supervivencia, convencidos que de otra forma terminarán extinguidos como pueblo.

PREOCUPACION EN LA MONEDA

Aunque la prensa común regularmente menciona los conflictos como "brotes de violencia" y las autoridades de Gobierno han inisistido en que se trata de situaciones aisladas que permanecen bajo control, a cada paso surgen nuevas evidencias de que la generalización de los conflictos ha llegado a provocar un clima de preocupación en La Moneda, particularmente producto de las presiones surgidas desde que la derecha, tanto a través de sus parlamentarios como de los empresarios madereros de la zona, han comenzado a interpelar al Gobierno para que tome cartas en el asunto mediante el instrumento más directo: la represión. De lo contrario, dicen, actuarán por sus propios medios.

TRES HITOS

El itinerario del conflicto se podría resumir en torno a tres hitos de especial relevancia: la conformación el l8 de enero en La Moneda de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato para los Pueblos Indígenas; el llamado formulado por el presidente de los agricultores de Malleco Federico Rioseco a actuar directamente contra los mapuches involucrados en las recuperaciones de tierras; y la confirmación por parte del Gobierno de que recurrirá a la ley de Seguridad Interior del Estado frente a las "alteraciones del orden público" en las que las comunidades mapuches se han involucrado.
La nueva mesa de diálogo fue rechazada de plano por las organizaciones mapuches que se encuentran en conflicto, que la acusaron de constituir "una nueva maniobra distractiva para ganar tiempo sin abordar el problema de fondo, que e el de nuestra soberanía", además de estar conformada sin la participación de los representantes de de ninguna de las comunidades en conflicto.
Por su parte, tanto la ofensiva encabezada en la zona por el propio diputado RN Alberto Espina como el llamado de los empresarios maderero de la zona a organizar sus propio grupos armados recibieron una dura réplica de diversos sectores. El Presidente Lagos declaró "inaceptable" el planteamiento de estos sectores, a la vez que anunció la acción del Estado para garantizar "el respeto al estado de derecho", mientras que diversos dirigentes mapuches acusaron a la derecha de pretender instrumentalizar el conflicto para crear bandas armadas motivadas por us posiciones xenofóbicas y "querer tirarle bencina al conflicto".
Pero el agua ha seguido corriendo bajo los puentes, y más allá de las declaraciones, los dirigentes mapuches denuncian la existencia de un virtual  estado de sitio en las comunidades que procuran levantar la movilización en aras de la recuperación de sus tierras, mientras no se abre ningún espacio que les permita avanzar en su demanda de reconocimiento como pueblo soberano.

CAMPAÑA DEL TERROR

Para Antonia Huantecura, dirigente de  Meli Huixan Mapu, "se trata de una campaña del terror impulsada por las forestales desde que las comunidades se comenzaron a levantar, y que incluye el amedrentamiento a las familias completas. Las camionetas forestales tienen blindajes especiales, andan con perros adiestrados. Tampoco es nuevo esto de que nos apliquen la ley de Seguridad Interior del Estado, que ha sido aplicada contra otros hermanos, como Julio Huantecura, presidente de la Meli Huixán Mapu, y que lleva más de diez meses encarcelado".
Policías con tanqueta, allanamiento de las casas y registros policiales a quienes ingresan a la zona de conflictos, son parte del clima cotidiano que nos relata. "Eso nadie lo dice, no se habla del grado de represión que existe contra las familias y las comunidades completas. De una parte tenemos a los guardias forestales que andan armados, y por otra a las Fuerzas Especiales de Carabineros y los policías que ingresan de civil en las comunidades".

CAMINOS CERRADOS

La dirigente destaca que la visión que entregan los medios de comunicación es de que la violencia viene de los mapuches que están impulsando las recuperaciones. "Pero el proceso va de otra forma -agrega- porque las comunidades primero fueron por el diálogo para plantear la recuperación de nuestras tierras, pero nunca ha existido verdadera voluntad política para responder a esas demandas, y ahora la gente simplemente se desilusionó de ese diálogo, no ha encontrado más camino que plantear de hecho la recuperación de los territorios que ancestralmente son nuestros. Nosotros estamos reclamando un derecho que es histórico. Esos terrenos se enajenaron mediante todo tipo de artimañas, y siguen estando en manos de usurpadores".

TERRITORIOS ANCESTRALES

-Pero se han devuelto tierras
"Sí, pero que no corresponden a nuestras tierras ancestrales, ahí no están enterrados nuestros muertos, ahí no es donde tenemos nuestras raíces. Nosotros no podemos desligarnos de nuestros antepasados para irnos a otro territorio.
Esta no es una cuestión de hectáreas de tierra, porque según eso nos daría lo mismo vivir en cualquier lado. Nosotros hablamos del territorio ancestral al que pertenece nuestro pueblo. Es nuestra forma de vida la que estamos reivindicando".
Habla de los presos políticos mapuches, "porque ellos están presos por su forma de pensar y por la conciencia de pueblo que tienen. Ellos están siendo castigados por abrazar esta causa de defender nuestro derecho a existir como pueblo y como nación. Hay loncos que han estado detenidos, pero lo quieren presentar como simple violentistas".

Domingo Marileo: Las razones del pueblo mapuche

Como secretario general de Admapu, Domingo Marileo plantea la urgencia de abordar el conflicto desde sus causas históricas, de fondo, y apunta directo hacia la falta de voluntad política del Gobierno para poner en práctica sus compromisos en materia del reconocimiento del pueblo mapuche respetando su identidad.
El dirigente conversó con El Siglo en momentos adquirían niveles de particular dramatismo, procurando romper el cerco comunicacional que en los últimos días ha intensificándola reproducción de visiones parciales y tendientes a demonizar las acciones impulsadas por las comunidades de la zona.

-Se ha dicho de todo sobre los conflictos en torno a las demandas del pueblo mapuche ¿Cuál es el problema de fondo?
"Los conflictos nacen de una demanda real de las comunidades, y que tiene  relación con dos puntos: la tenencia de la tierra, y el territorio. Desde la dictadura se ha venido dando el levantamiento del pueblo mapuche por estas demandas".

-¿Cuál es la diferencia entre "tierras" y "territorio"?
"Nuestra pelea no es sólo por un pedazo de tierra más, sino por la autonomía y el territorio mapuche en su conjunto. Por eso decimos que no hay voluntad política de parte de este gobierno ni de los dos anteriores para abordar el problema de fondo, y a las comunidades no les queda más alternativa que impulsar una lucha más fuerte por sus demandas históricas".

-¿En qué consiste, en términos prácticos, la autonomía que ustedes reclaman? ¿Estamos hablando de cortar Chile del Bío Bío al sur, qué ocurrirá con los no mapuches que viven en esa zona?
"Lo primero, es que el Gobierno se disponga a resolver el área de desarrollo, de donde tiene su hábitat el pueblo mapuche, donde circula, donde se comunica. Esas son grandes extensiones territoriales.
Eso es lo real: cómo el Gobierno y el Estado protegen el derecho de las comunidades frente a la invasión y el hostigamiento de las forestales. La sequía provocada por la tala de bosque nativo para plantar especies exóticas es desesperante, y las comunidades ahora tienen que recibir agua en camiones enviados por las municipalidades. Ni siquiera agua nos queda, hasta el agua nos llevan. Eso es desesperante.
Si hubiera una voluntad política del Gobierno para que las forestales comiencen a retirarse, irían quedando grandes espacios territoriales que son parte de la vida, del aire y el hábitat de los mapuches. Pero ha ocurrido todo lo contrario, y no son sólo las empresas transnacionales, sino la propia Conaf, que es del Estado, que nos están perjudicando y promueven la plantación de pino y eucaliptus".

-¿Qué estado de ánimo existe en lo mapuches que viven en eta zona?
"Hay preocupación. Y todo esto viene acompañado de la cesantía y de un muy mal programa de Indap, que en vez de ayudar a las comunidades, las somete a grandes deudas que después no pueden pagar. Se hizo una legislación para resolver el tema, y se inició un diálogo que no ha servido de nada. Hasta las carpetas de esos diálogos se han perdido".

-Recientemente se lanzó una nueva iniciativa de diálogo entre representantes del Gobierno, los mapuches y empresarios. ¿Qué evaluación tienen de esa iniciativa?
"Lo han vulnerado todo. Lo básico de esos diálogos era la salida de las forestales de la zona y que se entregara apoyo directo a las comunidades, pero todo ha caminado al revés. El Gobierno ha empezado a crear grupos de pequeños empresarios para dividir a los mapuches como pueblo, afectando directamente el espíritu comunitario que es propio de nuestra cultura.
Ahora montaron un nuevo monstruo de diálogo. En el fondo, es una forma de ganar tiempo lanzando constantes nuevas esperanzas, pero ya no hay nada más que hacer ahí. El diálogo que se está montando es una nueva farsa, mientras que la deuda histórica tiene que materializarse en términos concretos".

-Ustedes plantean un apoyo diferente del Gobierno, hacia el desarrollo de la agricultura que es propia de los mapuches...
"Exactamente. El Gobierno Popular entregó maquinaria, capacitación, créditos buenos, apoyo en recursos para el desarrollo de las comunidades como tales. Hoy no es así. Nuestras tierras son cultivables, y con un buen apoyo técnico y crediticio, las comunidades podrían desarrollarse sin destruir su entorno ni destruirse ellas mimas, como está ocurriendo ahora con estas políticas que se están aplicando".

-¿Una solución podría pasar por reponer los títulos de merced?
"El título de merced fue válido a fines del siglo XIX o comienzos del XX, cuando las familias mapuches no eran tan grandes producto de la matanza que hubo en la guerra. Pero ahora esas tierras están reducidas, muchos de  esos títulos han sido usurpados y la población ha ido creciendo. Ahora se han dado los títulos de dominio, y que en la práctica han traído una gran cantidad de hermanos allegados sin tierras a las comunidades. Es ahí donde viene la explosión de las comunidades".

-En Lleu Lleu, hay una comunidad que reclama la propiedad de tierras que ahora tienen otros dueños.
"Esos conflictos son producto de que el Gobierno no ha resuelto de otra manera las cosas".

-¿Y qué es lo que se tendría que hacer, expropiar para entregar esas tierras a las comunidades?
"Exactamente. Así como se dice que somos un país jaguar, ¿Por qué no podemos hacerlo? Después se quejan de las explosiones que hay.
Tratan de crear un clima de terror, en confabulación con las forestales, porque les permite tapar lo que los mapuches están reclamando legítimamente".

-También se dice que este es un conflicto artificial, instigado por fondos proveniente del extranjero...
"Nunca los mapuches hemos buscado la violencia. Nos han impuesto la violencia desde el Estado a través de la historia. Otra cosa es el apoyo de organizaciones sociales de otros países hacia las comunidades mapuches, porque la solidaridad de los pueblos es un derecho, una responsabilidad moral de todos los que aman la justicia.
La derecha es la que ha vivido eternamente del apoyo internacional, y lo ha hecho en grande. ¿No fueron ellos los que recibieron grandes fondos desde Estados Unidos para derrocar el Gobierno de salvador Allende? Ellos son los que irrumpieron a sangre y fuego para imponer un sistema de vida profundamente injusto ¿Por qué ahí no se alarmaron? Ahora mismo tenemos la llegada de los capitales transnacionales !Ese sí que es apoyo!
Al que habría que aplicarle la ley antiterrorista es a las grandes transnacionales, que están destruyendo a un pueblo completo".

AUNQUE  TRAIGAN GUAPOS, VOY A MORIR EN MIS TIERRAS

Así se expresa la esposa de un cacique de Ralko Lepoy, ante los atropellos de Endesa España en contra del pueblo Pehuenche.
Endesa sigue construyendo la represa en Ralko, es más, el día 11 de diciembre del  2000, la compañía española desvió el curso del Río Bio Bio, en el sector de Palmucho, a 32 kilómetros hacia arriba de la Central Pangue. Las detonaciones de estos trabajos se escucharon  en las inmediaciones durante todo el día.
Es ilegal el desvío del río, así como también lo es seguir los trabajos durante las 24 horas del día, puesto que la empresa debe suspender la construcción hasta completar 100 permutas de parte de los comuneros pehuenches; cifra que aún no alcanzan, a pesar de los esfuerzos realizados por los inversionistas extranjeros.
Pero los abusos de Endesa España no terminan allí. Fuentes cercanas confirmaron que un grupo, perteneciente a la empresa, profanó un cementerio perteneciente a los antepasados de los pehuenches que hoy luchan por no ser arrojados de sus tierras. En dicho cementerio, que se encuentra camino a Ralko Lepoy, robaron cofres que contenían joyas de plata pertenecientes a los pehuenches sepultados en ese camposanto que,  como era tradición para su pueblo, enterraban las pertenencias junto a los restos que allí descansan.
El grupo de voluntarios que descubrió el aberrante hecho, logró sacar fotos del cementerio profanado; del Bio Bio seco; y del cartel con que la empresa anuncia  con el mayor desenfado la realización de una represa que está siendo construida ilegalmente, sin importarle que, en marzo, cuando tienen previsto llenarla, habrán anegado las tierras de un pueblo que no quiere ser expulsado de su origen, y que lucha por permanecer en él. La prueba de esta afirmación se desprende de las palabras de una mujer mapuche, esposa de un cacique:  ¡Error!No se encuentra el origen de la referencia. Al preguntarle si permutaría sus tierras, la mujer contestó muy resueltamente: ¡Error!No se encuentra el origen de la referencia.. ¡Error!No se encuentra el origen de la referencia. ¡Error!No se encuentra el origen de la referencia..
La construcción de la represa no es un problema simple, hay pruebas contundentes como para demostrar que la inundación de esas tierras significa la muerte del pueblo Pehuenche. El Gobierno sabe que las tierras que se le ofrecen a cambio no son viables puesto que se cubren de varios metros de nieve durante el invierno, sin posibilidades de  sobrevivir. 


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