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El dirigente mapuche y ex vocero de la Coordinadora Arauco Malleco Víctor Ancalaf | ![]() |
6 de Octubre del 2001
Ex vocero de la Coordinadora Arauco Malleco dice que 'confía'
en autoridades
Gobierno se anota un punto en desactivación del conflicto mapuche
por Pablo Solís |
Cinco comunidades mapuche de la comuna de Collipulli,
en la Novena Región, han visto coronados tres años de resistencia
de mano de la Coordinadora Arauco Malleco con la promesa del gobierno de
Ricardo Lagos de dar solución a su demanda, la que por ahora asciende
a cinco mil hectáreas de disputadas tierras.
Como todas las cosas, el hecho tiene más de una interpretación.
Puede ser visto como un logro de las comunidades, o como un tropiezo en
la estrategia de esa organización -la más radicalizada
en el conflicto- en su tarea de movilizar a las organizaciones para presionar
al Estado a reincorporar las tierras que reclaman los indígenas.
Junto con constituir un posible éxito para el actual gobierno,
la negociación con las comunidades -que incluso ha puesto en duda
su continuidad de éstas dentro de la Coordinadora- puede ser vista
como una transgresión a los principios de no favorecer a las entidades
que usan la fuerza para promover y conseguir sus demandas.
Más allá de las múltiples lecturas, Víctor
Ancalaf, ex vocero de la Coordinadora Arauco Malleco, organización
que lidera el proceso de recuperación u ocupación
ilegal de predios, dice que el hecho se debe interpretar como que algunos
grupos mapuche "por primera vez estamos confiando un poco en el gobierno".
"Esperamos que la confianza que depositamos en que nos iban a comprar
los predios que pedimos sea así. Pero tampoco tenemos seguridad
plena de ello. Tenemos harta desconfianza, pero igual nos atrevimos a dar
el paso y si estas conversaciones no rinden fruto retomaremos las movilizaciones",
sostiene Ancalaf, quien fue en un tiempo el principal vocero de la Coordinadora
y ahora coordina el diálogo en Collipulli, junto a los lonkos
de las comunidades.
Los términos de la conversación
Choín Lafkenche, Ailla Varela, Catrio Ñankul, Caillín,
Paillacoi y Lonkomawida son las comunidades que ayudaron en su momento
a la acumulación de fuerzas de la Coordinadora y que se enfrentaron
con Carabineros al ocupar predios en conflicto. Hoy el gobierno se habría
comprometido a entregarles tierras.
"Las comunidades en conflicto de Collipulli estamos planteando en primera
instancia mil hectáreas por cada comunidad. El gobierno verá
en qué año los va a comprar", dijo Ancalaf a El Mostrador.cl
al informar de las condiciones sobre las cuales fue posible el diálogo.
Las cifras, aunque exactas son un esbozo. "La demanda de tierra, es
más grande. El territorio mapuche aquí en Collipulli es grande
y no pasa por cinco mil hectáreas: estamos hablando de mínimo
de 50 mil hectáreas para la comuna", añadió el dirigente,
precisando que la última palabra la tienen los lonkos de las cinco
comunidades, quienes encabezan las conversaciones con el gobierno.
Las negociaciones tienen nombre y apellido. El fundo Ginebra, el fundo
Rucañanco, predios de particulares, los fundos Granadero, San Ramón,
y Santo Domingo Norte, más predios de la forestal Simpson y otras
parcelas de la forestal Mininco, están puestos sobre la mesa de
conversaciones.
"Una de las primeras condiciones fue que ellos (el gobierno) accedieron
a entrar a conversar y a ver la posibilidad de comprar los predios que
nosotros estamos peleando", añadió el ex vocero de la Coordinadora.
La vía legal y pacífica
Las actuales conversaciones benefician a un total de cinco comunidades.
De acuerdo a un estudio realizado por el investigador José Bengoa
sobre la base del Censo de 1992, existían ese año en la comuna
de Collipulli 16 comunidades con 2 mil 883 habitantes indígenas.
"El resto de las comunidades, al parecer, han querido seguir tocando
la canción del gobierno, y si ellos quieren seguir gestionando
a través de la vía legal o pacífica, que lo sigan
haciendo", dijo Ancalaf sobre la situación del resto de las comunidades
de Collipulli que en su momento no adscribieron al llamado de movilización
que hizo la Coordinadora.
"En ningún caso ha sido suerte", respondió enfático
el dirigente al describir la forma en que llegaron a conversar con el gobierno.
"Llevamos tres años peleando, con infinidad de gente detenida, procesada,
apaleada. Es un espacio que nos ganamos. Hoy el lonko de Caillín
está procesado, lo mismo que el de Ailla Varela, gente de la Choin
Lafkenche, de Rucañanco, de Lonkomawida. Hay condenas: eso para
nosotros es un costo, no suerte".
Consultado sobre si hubo alguna promesa del gobierno que allanara el
camino al diálogo, Ancalaf dijo que más que eso, ellos ven
"acuerdos". "Si estos no se cumplen llegamos al punto inicial. No tenemos
nada que perder, el gobierno es el que perdería en imagen y politicamente",
enfatizó.
En cuanto a los plazos, sostuvo que estos "son reservados de las comunidades.
Y si no se cumplen nosotros lo daremos a conocer".
También afirmó que el compromiso del gobierno une a la
entrega de tierras la provisión de ayuda en el ámbito productivo.
La gestión con los dueños de las tierras también corre
por parte de las autoridades gubernamentales.
"Aquí veremos la voluntad de Lagos: si da soluciones concretas
significa que él está por el desarrollo del país",
concluyó Ancalaf.
El Mostrador.cl solicitó sin éxito conocer la postura
de las autoridades de Mideplán sobre las conversaciones con las
comunidades de Collipulli.