TESTIGO.- La centenaria patagua, ubicada en los faldeos del cerro Ñielol, se mantiene erguida y vigilante, como símbolo de la indómita raza mapuche. |
TEMUCO:
El mito de
una patagua centenaria
Arturo Zúñiga
Arturo Zúñiga
En los faldeos del cerro Ñielol, que hoy custodia la Corporación Nacional Forestal (Conaf), aún permanece erguida una patagua más que centenaria. Dicen que bajo su sombra, en 1881, se reunieron los caciques de la zona para acordar el ataque al fuerte de Temuco. Pero nadie los vio ni la historia registra este encuentro. Sólo una placa de bronce consignaba el hecho. ¿Pero, qué hecho?
Para colmo, la placa se la robaron. Seguramente para fundirla y venderla al kilo.
¿De dónde salió, entonces, el cuento de la patagua histórica? Cuentan que de la frondosa imaginación de un periodista. Puede ser.
La placa rezaba lo siguiente:
"Al pie de esta patagua celebraron un parlamento los caciques de Temuco, el 10 de noviembre de 1881, para atacar el fortín creado para proteger la naciente ciudad. Fueron rechazados, prometiendo vivir luego en paz e incorporarse a la ciudadanía como buenos chilenos".
La inscripción fue colocada con toda pompa el 25 de noviembre de 1946 por la Sociedad Amigos del Árbol, con asistencia del entonces ministro de Tierras y Colonización, Roberto Contreras, y las más altas autoridades de la provincia y la ciudad. Fue un día de fiesta en el cerro.
Como recuerdo de aquella supuesta reunión de sus antepasados, los mapuches de hoy realizan allí, cada 24 de junio, el We Xripantú o ceremonia del año nuevo. En el lugar se levantan también cuatro inmensas estatuas de madera, símbolos de la familia y de los puntos cardinales, según la cosmovisión mapuche.
Luis Picasso Vallebuona, ilustre temuquense fundador de la citada sociedad, y Guillermo Feuerhake, actual presidente, están convencidos de que esa patagua esa histórica.
Algunos historiadores posteriores no creen esa teoría, aunque suponen que la reunión se efectuó en una zona cercana a lo que es hoy la estación de trenes. Pero, la Sociedad cree que hay que mantener el mito.
Nadie firmó nada
Versiones oficiosas y populares que han circulado durante años en Temuco dicen que allí se firmó la pacificación de la Araucanía entre el coronel Gregorio Urrutia y los caciques de la zona, liderados entonces por Venancio Coñoepán.
Pero, según los historiadores Ricardo Ferrando ("Así Nació la Frontera") y Eduardo Pino ("Historia de Temuco: Biografía de la Capital de la Frontera"), la situación fue diferente, ya que jamás se firmó pacificación alguna, pues los mapuches nunca fueron sometidos del todo.
Pino desecha la idea de un parlamento al pie de la patagua, ya que en la época ese sector del Ñielol era una montaña virgen de difícil acceso.
Ante estas versiones, quizás cobre mayor fuerza la convocatoria de los caciques solos (sin chilenos) para acordar atacar Temuco. A este respecto tampoco hay acuerdo, porque mientras la placa decía que el 10 de noviembre se habían reunido los caciques, Ferrando acota que el ataque fue el 9, cuando el cacique Millapán con 500 indígenas se dejó caer sobre el fuerte. Allí murieron casi todos los jefes. Pino agrega que el 5 de noviembre el fuerte amaneció rodeado por 1.800 indígenas comandados por el lonco Marinao. La reunión habría sido, entonces, el 8 ó 9, para decidir el último gran ataque indígena en La Frontera.
Y les fue mal.
La ciudad recién nacida que pensaban destruir siguió creciendo a los pies del Ñielol, de cara a la famosa "patagua histórica...".
¿Un invento?
No está realmente clara la historia de la patagua y su placa recordatoria. Aparte de la supuesta convocatoria de los caciques, hay una versión que desde hace muchos años recorre ciertos círculos temuquenses, en el sentido de que fue un periodista el que habría convencido a Luis Picasso de que había que crear algo especial para motivar a la gente a visitar el Ñielol.
Según colegas más antiguos, el periodista de marras habría sido ni más ni menos que Alfredo Pacheco Barrera, el recordado, respetado y querido "Cabezón Pacheco", ex Premio Nacional de Periodismo y ex director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Concepción. Al parecer, en ese tiempo se desempeñaba como jefe de informaciones de "El Diario Austral" de Temuco.
La historia, en todo caso, ya tiene 55 años de vida.
Monumento natural cerro Ñielol
www.gochile.cl/spa/Guide/Chile
NationalParks/CerroNiel/CerroNielol-1.asp
Alfredo Pacheco: creador de la leyenda
www.udec.cl/periodismo/pacheco.htm