Iván Fredes
TEMUCO (Iván Fredes).- Seis supuestos ataúdes envueltos en plásticos negros, llevados en andas como si se tratara de un funeral, que escondían cada uno diez neumáticos, fue una de las tácticas empleadas por los mapuches para levantar barricadas, quemarlos y obstaculizar el tránsito en el área central de esta ciudad durante los violentos disturbios del miércoles último.
Los supuestos ataúdes, que tenían la inscripción "muerte a las forestales" y "muerte a la reforma penal", lograron sorprender a la policía antimotines, la cual sólo logró desbaratar uno de esos "bultos" cuando intentaban realizar una nueva barricada en los alrededores de la Intendencia.
De acuerdo a un informe de inteligencia, la iniciativa de los indígenas logró en un primer momento bloquear siete intersecciones, cuatro de ellas en la avenida Caupolicán, que corresponde a la Ruta 5 Sur, en su trazado por el centro urbano de esta ciudad.
La manifestación, convocada por la agrupación Consejo de Todas Las Tierras, comenzó a ocho cuadras de la Intendencia. En su ingreso al centro fue dejando a grupos de choque o células integradas por veinte mapuches cada una. Estas, en forma coordinada y simultánea, distrajeron a la policía, mientras el mayor número se concentró frente al edificio del gobierno regional.
Con siete puntos bloqueados, más las acciones desarrolladas en la sede del gobierno regional, los mapuches desataron el caos en un radio de ocho cuadras, especialmente en la plaza Aníbal Pinto, sus alrededores y al norte de ella.
Las acciones duraron cuatro horas y terminaron con 17 Carabineros y un transeúnte heridos y 127 detenidos.
Los indígenas protestaban por la supuesta represión y discriminación ejercida por el Estado en su contra.
El gobernador de Cautín, Isaac Vergara, interpuso ayer una denuncia por daños aún no avaluados ante la Fiscalía de Temuco.
De los 127 detenidos, sólo seis
permanecen en prisión preventiva. El resto fue dejado en libertad
luego de comprobarse sus identidades y domicilios.