Santiago de Chile, Domingo 11 de Marzo de 2001
BAJO LA LLUVIA, LAFKENCHES LLEGARON A CONCEPCION.-

CONCEPCION:
Culminó Marcha Lafkenche

Especial significado le dieron los manifestantes a su paso por el río Biobío, otrora frontera de sus dominios y del reino de Chile.
  Pilar Espinosa

CONCEPCION (Pilar Espinosa).- Bajo una intensa y persistente lluvia, cansados, pero contentos de cumplir con el mandato de sus mayores, ingresaron ayer a Concepción 70 jóvenes lafkenches que durante seis días recorrieron a pie los 220 kilómetros que separan a Tirúa de Concepción.

En la última jornada fueron acompañados por loncos e integrantes de las comunidades que llegaron en buses desde la provincia de Arauco hasta San Pedro de la Paz para iniciar juntos el cruce del Biobío, la histórica frontera que por años separó a mapuches y españoles. Esta vez lo hicieron a través del moderno puente Llacolén, tardando una hora en llegar a la plaza de Concepción.

Exactamente al mediodía y bajo un verdadero diluvio, participaron en una rogativa junto al canelo que plantaron en octubre de 1999, al culminar la manifestación indígena más masiva realizada en la ciudad y también liderada por los lafkenches.

En el lugar, Juan Segundo Huenupil, el lonco de Comillahue, en su lengua agradeció la lluvia, pidió por el joven desaparecido Jorge Matute y advirtió que seguirán luchando por recuperar sus territorios ancestrales, reconocimiento constitucional y derecho a determinar sus propias opciones de desarrollo.

Desde allí, bajo un despliegue policial que facilitó la marcha, se trasladaron hasta el local del Sindicato Petrox donde se produjo el encuentro con los representantes de más de medio centenar de organizaciones civiles que acudieron a la convocatoria de los lafkenches, dando vida a una animada Cumbre Social que contó con la participación de cerca de medio millar de personas.

Adolfo Millabur, alcalde de Tirúa, dijo que este encuentro constituye una señal para el país respecto a que la lucha del pueblo indígena seguirá hasta lograr respuesta a sus demandas.

Estas, contenidas en una carpeta con 28 páginas, son las mismas y hasta conservan los mismos tópicos de la misiva entregada en mayo de 1999, en Tirúa, al entonces ministro de Planificación y Cooperación, Germán Quintana. "Nuestra apuesta es a entendernos y a decirnos las cosas por su nombre", dijo Millabur.

Para el lonco Juan Huenupil, todo se resume en una palabra: tierras. "Queremos que nos devuelvan nuestras tierras, que reconozcan nuestros derechos ancestrales a ellas y a mandarnos".

Hasta Concepción y para entregar el saludo y respaldo solidario de los casi cinco millones de indígenas quichuas de Ecuador, llegó Estuardo Remache, quien dijo que la lucha de todos los pueblos originarios es la misma y "no por molestar sino por subsistir".

El encuentro concluyó con un fuerte ¡Marrichiweu! (diez veces venceremos) y el compromiso de reunirse nuevamente para abordar tareas concretas.


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