lunes 19 de noviembre de 2001

Presidente de Coproch
Las tomas mapuches no afectan valor de tierra

SANTIAGO. La serie de tomas de fundos, caminos e incidentes protagonizados por comunidades mapuches en las regiones Octava, Novena y Décima, no han afectado el valor de la tierra ni el desarrollo turístico de esta macrozona. Los problemas están circunscritos geográficamente a muy pocas áreas.

Sectores como Villarrica y Pucón, por ejemplo, no se han visto afectados y las inversiones inmobiliarias siguen adelante.

Así lo señaló a EL SUR el presidente de la Asociación de Corredores de Propiedades de Chile, Coproch, Carlos Avilés Pascal, quien dijo que los corredores de Angol, Temuco o Valdivia no han expresado inquietud alguna al respecto.

‘‘Allí, dijo, donde se han producido las tomas o donde están latentes los conflictos hay poco interés por comprar. Pero hay que tener en cuenta que la mayor parte de los problemas se ha producido entre mapuches y grandes empresas forestales, no tanto con propietarios particulares, que también los hay’‘.

Explicó que ‘‘estos problemas no han afectado ni el precio de los terrenos ni el turismo en general en estas tres regiones. Sí hay algunas dificultades para vender o comprar allí donde hay conflicto y en las zonas aledañas a estos focos, especialmente en Malleco. Nadie va a querer comprar un fundo en litigio con los mapuches. Uno compra para vivir en paz, disfrutar del campo, de su producción y de su esfuerzo. No quiere comprar problemas ni litigios, ni pelear con los vecinos ni estar llamando a carabineros a cada momento. Esa es la verdad’‘.

Problema principal

Pablo Bauer, socio de la oficina Bauer y Claro Propiedades Agrícolas y Urbanas, dijo que el problema principal es que en las zonas de conflicto no se están transando terrenos.

‘‘Nadie quiere comprar un conflicto y el que vende no quiere vender a vil precio....A lo mejor esto se soluciona en cinco o seis años...’‘.

Explicó que éste no es un problemas generalizado, sino focalizado en algunos puntos conflictivos.

Lo mismo ocurre con el turismo, sector que tampoco se ha visto afectado. Recordó sí que el año pasado en el Lago Panguipulli algunos indígenas, garrote en mano, cobraban peaje a los automovilistas.

‘‘No es que pidieran una ayuda. No. Estaban muy pesados, amenazantes’‘, dijo. Pero esa fue una situación puntual.


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