sábado 10 de febrero de 2001

Surge otro foco de tensión
Pehuenches ocuparon
tierras en Alto Biobío

Una reunión urgente con las autoridades regionales demandaron dirigentes pehuenches de la comunidad de Malla Malla, en Alto Biobío, para encontrar soluciones que permitan disminuir la fuerte tensión originada en los últimos días, entre colonos e indígenas, por la ampliación de las ocupaciones de tierras emprendidas por estos últimos en el fundo Queuco. Los primeros hace décadas habitan dichos terrenos.

El momento más álgido de las ocupaciones se produjo ayer, 24 horas después que unos 80 comuneros de Malla Malla ''recuperaran'' las Vegas de Queuco, ubicadas en la ribera sur del río del mismo nombre. Esta acción se enmarca en la política de ''recuperación de tierras'' que se inició el 12 de diciembre del año pasado, cuando ocuparon unas 25 hectáreas del área norte de este curso fluvial, distante unos 30 kilómetros al oriente de la localidad de Ralco.

Cerca de las siete de la mañana de ayer, unos 80 colonos a caballo llegaron hasta la zona de la toma y amenazaron con desalojar a las familias pehuenches, situación que estuvo a un paso de terminar en una batalla campal. Finalmente, se llegó a un acuerdo entre las partes para detener las acciones de violencia, pero supeditado a los resultados de un encuentro que se debería realizar el próximo miércoles con autoridades regionales, provinciales y de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).

Félix Tranamil, werkén de las comunidades pehuenches en conflicto, dijo que se formalizará la petición a través de una carta que se hará llegar a la gobernadora Myriam Quezada, al intendente Jaime Tohá y a la dirección nacional de la Conadi.

''Se trata de un último esfuerzo de nosotros para buscar soluciones con la autoridad'', señaló.

Al mediodía de ayer, el intendente (s) Patricio Huepe señaló que los pehuenches encabezados por el lonco Segundo Suárez Mariluán se comprometieron a permanecer pacíficamente en el sector ocupado, sin levantar ningún tipo de construcción a la espera de las reuniones que se gestionan y sin que la autoridad de gobierno solicite el desalojo a las fuerzas policiales.


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