El Día (La Plata) |
22 de junio de 2001
El Museo de La Plata restituye restos de un cacique ranquel |
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En el relato
que Lucio V. Mansilla hace de su visita a las tolderías en su libro
"Una excursión a los indios ranqueles", Paghitruz Guor ocupa un
lugar destacado. El es el cacique ranquel que preside el consejo encargado
de estudiar el tratado de paz que trae Mansilla; es el que se convertiría
en el último jefe de la confederación ranquelina y es el
dueño del toldo más importante y mejor protegido de la comunidad,
al que resulta difícil acceder.
A más
de un siglo de aquellos acontecimientos, la historia del cacique no termina
de escribirse. Un nuevo capítulo tendrá lugar hoy cuando
18 lonkos (jefes) de la comunidad ranquel de La Pampa entren al Museo de
La Plata donde les será restituido el cráneo del mencionado
cacique -que forma parte de las colecciones del Museo desde que fuera donado
por Estanislao Zeballos en 1889- después de largas gestiones y reclamos.
El cacique
Paghitruz Guor había nacido en 1825, a orillas de la laguna de Leuvucó
y fue apresado por tropas de Juan Manuel de Rosas, quien lo adoptó
y bautizó como Mariano Rosas. En 1858 asumió el cacicazgo
de su comunidad y falleció afectado por la viruela en agosto de
1877 (ver aparte).
La restitución
del cráneo del cacique ranquel -que se materializará hoy
a las 10,30 en el Museo- llega después de gestiones que se extendieron
durante más de una década y que estuvieron a cargo del Instituto
Nacional de Asuntos Indígenas, la Secretaría de Cultura de
La Pampa y la propia comunidad ranquel. Finalmente, la Ley 25.276, de agosto
del 2.000 dispuso el traslado de los restos del cacique a Leuvucó,
la región pampeana de la que era originario.
La restitución
no es la primera en su tipo. En 1994, un reclamo similar determinó
que la institución platense restituyera a una comunidad mapuche
de Chubut los restos del cacique Inacayal, que había muerto en el
Museo platense.
Estas restituciones
reflejan una tendencia creciente en todo el mundo en los últimos
años: sólo en Estados Unidos, los indígenas presentaron
más de 20.000 pedidos de devolución de restos y otras piezas
a museos de ese país. En Dinamarca sumaron miles las piezas devueltas
por los museos a los esquimales de Groenlandia. Y el efecto de los reclamos
se hicieron sentir de manera creciente, en los últimos años,
en los museos del mundo.
"Esta clase
de situaciones no genera preocupación en el Museo, pero apura la
decisión de estudiar una política institucional para seguir
en estos casos que cada vez son más frecuentes en todos los museos
del mundo, para que los reclamos puedan resolverse entre las comunidades
interesadas y la institución, evitando los largos trámites
y gestiones que derivan de casos como los que se han registrado hasta ahora",
dice Silvia Ametrano, directora del Museo.
En tanto,
fuentes vinculadas al Museo que prefirieron mantener su nombre en reserva,
consideraron posible que, en adelante, nuevos reclamos aborígenes
apunten a las colecciones del museo platense.
Ametrano consignó
que el cráneo del cacique ranquel no estaba en exhibición
desde 1940 y que tampoco estaba siendo estudiado en este momento.
Relató
que el cráneo del cacique "llegó al Museo en 1889, donado
por Estanislao Zeballos, quien en 1879 había recibido los restos
de manos del general Eduardo Racedo, que estaba al frente de la III División
del Ejército Expedicionario al Desierto.
El propio
Zeballos explicó en el libro 'La Dinastía de los Piedra',
en 1884, que "el cráneo de Mariano Rosas, un gran general de tierra
adentro, exhumado solemnemente por Levalle y Racedo, viene a formar parte
de mi colección histórica'".
"Esa colección
a la que hizo referencia después la donó al Museo de La Plata,
recibiéndola su fundador, el perito Francisco Pascasio Moreno",
detalló la directora.
Ametrano remarcó
que "hay que contextualizar este hecho teniendo en cuenta el paradigma
y metodologías que tenía la ciencia en aquel momento, cuando
el origen del hombre era todo el tema a dilucidar para conocer su evolución.
En ese momento, la exhumación tuvo un fin científico ya que
se entendía que estudiando las constituciones biológicas
de las distintas etnias se podía rastrear la evolución humana".
Los actos
de restitución de los restos del cacique ranquel comenzarán
hoy a las 10,30, con la entrega del cráneo a los lonkos ranqueles
en el Museo de La Plata y proseguirán en la mañana del sábado
con el entierro de esos restos en la localidad pampeana de Leuvucó,
situada a 200 kilómetros de la ciudad de Santa Rosa, informó
el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
En el acto
que se llevará a cabo en La Plata y al que asistirán integrantes
de la comunidad ranquel y autoridades municipales y de la provincia de
Buenos Aires y La Pampa, hablarán los lonkos ranqueles y descendientes
del célebre cacique que protagonizarán una ceremonia privada
en el momento de recibir los restos que serán enterrados en Leuvucó.
Ametrano explicó
que "los restos del cacique, como todos los restos de este museo, están
acondicionados en una urna, y si bien se nos había informado que
la comunidad traería una urna de caldén para el traslado,
finalmente lo llevarán en nuestra urna, a la que envolverán
con un poncho"
Los especialistas
hablan de una tendencia creciente en los museos del mundo, donde crece
el número de reclamos de restitución de restos y piezas por
parte de comunidades aborígenes.
La restitución
de los restos del cacique Inacayal a una comunidad mapuche de Chubut en
1994. Fue la primera que se hizo en el Museo de La Plata.