El Día (La Plata)
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22 de junio de 2001
 

El retorno de un cacique Los restos del cacique ranquel Paghitruz Güor, conocido como Mariano Rosas, que se encontraban en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata tras ser donados en 1889, serán restituidos hoy a la comunidad ranquel de La Pampa, como lo venía demandando ese pueblo aborigen desde más de una décadas. Y su destinó final será la ciudad de Leuvucó, a 200 km. de Santa Rosa, donde será enterrado.
 
  
El Museo de La Plata restituye restos de un cacique ranquel
Se trata de un cráneo de Paghitruz Guor, conocido como Mariano Rosas. Llegó al museo a través de una donación en 1889. Serán entregados a miembros de una comunidad ranquel de La Pampa que reclamó su devolución.


En el relato que Lucio V. Mansilla hace de su visita a las tolderías en su libro "Una excursión a los indios ranqueles", Paghitruz Guor ocupa un lugar destacado. El es el cacique ranquel que preside el consejo encargado de estudiar el tratado de paz que trae Mansilla; es el que se convertiría en el último jefe de la confederación ranquelina y es el dueño del toldo más importante y mejor protegido de la comunidad, al que resulta difícil acceder.
A más de un siglo de aquellos acontecimientos, la historia del cacique no termina de escribirse. Un nuevo capítulo tendrá lugar hoy cuando 18 lonkos (jefes) de la comunidad ranquel de La Pampa entren al Museo de La Plata donde les será restituido el cráneo del mencionado cacique -que forma parte de las colecciones del Museo desde que fuera donado por Estanislao Zeballos en 1889- después de largas gestiones y reclamos.

El cacique Paghitruz Guor había nacido en 1825, a orillas de la laguna de Leuvucó y fue apresado por tropas de Juan Manuel de Rosas, quien lo adoptó y bautizó como Mariano Rosas. En 1858 asumió el cacicazgo de su comunidad y falleció afectado por la viruela en agosto de 1877 (ver aparte).
La restitución del cráneo del cacique ranquel -que se materializará hoy a las 10,30 en el Museo- llega después de gestiones que se extendieron durante más de una década y que estuvieron a cargo del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, la Secretaría de Cultura de La Pampa y la propia comunidad ranquel. Finalmente, la Ley 25.276, de agosto del 2.000 dispuso el traslado de los restos del cacique a Leuvucó, la región pampeana de la que era originario.
La restitución no es la primera en su tipo. En 1994, un reclamo similar determinó que la institución platense restituyera a una comunidad mapuche de Chubut los restos del cacique Inacayal, que había muerto en el Museo platense.
Estas restituciones reflejan una tendencia creciente en todo el mundo en los últimos años: sólo en Estados Unidos, los indígenas presentaron más de 20.000 pedidos de devolución de restos y otras piezas a museos de ese país. En Dinamarca sumaron miles las piezas devueltas por los museos a los esquimales de Groenlandia. Y el efecto de los reclamos se hicieron sentir de manera creciente, en los últimos años, en los museos del mundo.
"Esta clase de situaciones no genera preocupación en el Museo, pero apura la decisión de estudiar una política institucional para seguir en estos casos que cada vez son más frecuentes en todos los museos del mundo, para que los reclamos puedan resolverse entre las comunidades interesadas y la institución, evitando los largos trámites y gestiones que derivan de casos como los que se han registrado hasta ahora", dice Silvia Ametrano, directora del Museo.
En tanto, fuentes vinculadas al Museo que prefirieron mantener su nombre en reserva, consideraron posible que, en adelante, nuevos reclamos aborígenes apunten a las colecciones del museo platense.
Ametrano consignó que el cráneo del cacique ranquel no estaba en exhibición desde 1940 y que tampoco estaba siendo estudiado en este momento.
Relató que el cráneo del cacique "llegó al Museo en 1889, donado por Estanislao Zeballos, quien en 1879 había recibido los restos de manos del general Eduardo Racedo, que estaba al frente de la III División del Ejército Expedicionario al Desierto.
El propio Zeballos explicó en el libro 'La Dinastía de los Piedra', en 1884, que "el cráneo de Mariano Rosas, un gran general de tierra adentro, exhumado solemnemente por Levalle y Racedo, viene a formar parte de mi colección histórica'".
"Esa colección a la que hizo referencia después la donó al Museo de La Plata, recibiéndola su fundador, el perito Francisco Pascasio Moreno", detalló la directora.
Ametrano remarcó que "hay que contextualizar este hecho teniendo en cuenta el paradigma y metodologías que tenía la ciencia en aquel momento, cuando el origen del hombre era todo el tema a dilucidar para conocer su evolución. En ese momento, la exhumación tuvo un fin científico ya que se entendía que estudiando las constituciones biológicas de las distintas etnias se podía rastrear la evolución humana".
Los actos de restitución de los restos del cacique ranquel comenzarán hoy a las 10,30, con la entrega del cráneo a los lonkos ranqueles en el Museo de La Plata y proseguirán en la mañana del sábado con el entierro de esos restos en la localidad pampeana de Leuvucó, situada a 200 kilómetros de la ciudad de Santa Rosa, informó el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
En el acto que se llevará a cabo en La Plata y al que asistirán integrantes de la comunidad ranquel y autoridades municipales y de la provincia de Buenos Aires y La Pampa, hablarán los lonkos ranqueles y descendientes del célebre cacique que protagonizarán una ceremonia privada en el momento de recibir los restos que serán enterrados en Leuvucó.
Ametrano explicó que "los restos del cacique, como todos los restos de este museo, están acondicionados en una urna, y si bien se nos había informado que la comunidad traería una urna de caldén para el traslado, finalmente lo llevarán en nuestra urna, a la que envolverán con un poncho"

Los especialistas hablan de una tendencia creciente en los museos del mundo, donde crece el número de reclamos de restitución de restos y piezas por parte de comunidades aborígenes.
La restitución de los restos del cacique Inacayal a una comunidad mapuche de Chubut en 1994. Fue la primera que se hizo en el Museo de La Plata.