Proyecto de Documentación Ñuke Mapu
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CULTURA
05 de Marzo de 1999 
 
Investigadores César Loncón y Ariel Antillanca:
 

Mapuches acusan "racismo" de la literatura chilena 

Con el auspicio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, se realizó el estudio Entre el Mito y la Realidad, que pasa revista a la imagen del indígena en la narrativa nacional. La conclusión es que incluso debajo de los textos en que lo describen como un guerrero valiente, está el prejuicio del bárbaro ajeno a la cultura.
 

Rodolfo Arenas R.
 

Los autores del estudio, el licenciado en Educación y egresado de Filosofía, Ariel Antillanca y el profesor de Historia y Geografía, César Loncón.

 (Foto: Marcelo Hernández)

 "Pueblos sin historia"
-¿Qué hace que estos prejuicios pervivan?. -Se mantienen, porque representan un elemento de la dominación de un pueblo sobre otro (que se sigue manifestando, fuera de la literatura, por ejemplo, en cómo los medios de comunicación achacan a "infiltrados " las últimas acciones de resistencia mapuche, como si no fuéramos capaces de tomar nuestras propias decisiones). El prejuicio racista nace de conceptos filosóficos, como el concepto hegeliano de los "pueblos sin historia", que son el correlato ideológico de la dominación social. Se identifica la cultura occidental con el ser y por lo tanto el mapuche, el otro, la naturaleza, es el no-ser. El grupo dominante crea sus símbolos,sus imágenes, formas de pensar que se arraigan y que perduran en el tiempo porque pasan a ser consideradas reales sin mayor análisis. Incluso aparece gente que actúa según esos cánones acaso sin darse cuenta: por ejemplo, ciertos partidos políticos y la Iglesia se han preocupado de dar apoyo a los mapuches y, con eso, han creado nuevas formas de dependencia.

 -¿La respuesta mapuche a este prejuicio pasa por un trabajo de desmitificación?. -La solución pasa necesariamente por el mismo pueblo mapuche. Es él quien tiene que preocuparse por incidir en los distintos ámbitos de la sociedad chilena y plantear nuevas imágenes.

 

"La Naturaleza, por lo visto, no había querido esterilizar esa unión,unión desigual, absurda en su origen, como lo habría sido la de dos seres de distinta especie; no la había reprobado siquiera marcándola en su producto con el sello de la infamia por medio de cualidades físicas sobrenaturales y monstruosas...", Alberto del Solar comenta el nacimiento de un hijo entre una mujer blanca y un indígena en la novela Huincahual (1888).

 "Los araucanos comen con entusiasmo y beben sin control; la chicha hierve en los cachos y hierve en los vientres y hierve en el cerebro...",Fernando Alegría describe una festividad en Lautaro, Joven Libertador de Arauco (1943).

 "A la víctima la atan de pies y manos a un árbol. Con conchas marinas y piedras muy afiladas, a modo de cuchillo, le cortan los miembros uno a uno y ante sus propios ojos sancochan la carne y se la comen con entusiasmo. Cuando la víctima se acerca a la muerte, le abren el pecho y le extraen el corazón. Lo pasan de mano en mano y cada uno le da un mordisco", Raúl Banapres describe el supuesto canibalismo de los mapuches en su novela Tegua (1997).

 Con citas como éstas, Ariel Antillanca y César Loncón construyen Entre el Mito y la Realidad, un texto que busca recoger la visión que se entrega del pueblo mapuche en la literatura chilena. El ensayo, realizado con aportes del Consejo Nacional del Libro y la Lectura y el auspicio de la asociación Xawun Ruka, abarca las obras narrativas desde el siglo XIX y hasta prácticamente nuestros días.

 "Esta investigación -relatan sus autores- partió de constatar la imagen distorsionada que hay de lo mapuche en discurso público chileno, en donde el mito del pueblo invencible se une con la noción de una cultura bárbara. Comenzamos a buscar elementos racistas en la literatura,específicamente en la narrativa, y no tuvimos que escarbar mucho, estaban ahí. Aparentemente había un discurso valorando al pueblo mapuche, pero la óptica racista subyacente era evidente".
 

-¿Detectaron racismo en la literatura chilena?. 
-Sí, en lo que respecta a lo mapuche, la literatura chilena es racista. Siempre el personaje mapuche aparece desmedrado, se le considera bárbaro, ajeno a la razón, la machi es una bruja siniestra, la vestimenta es estrambótica. En Huincahual, por ejemplo, se rechaza violentamente la posibilidad de integración. En muchos textos aparece una fuerte creación de estereotipos, como el alcoholismo. También existe una imagen de la mujer mapuche como una cosa, un objeto sexual, en que la violación es la extensión de la conquista bélica. Y, por el contrario, no hay ninguna mujer blanca que se una a un mapuche, salvo que a través del rapto.
 

-¿Estos rasgos de segregación se encuentran también en los libros en que se encomia la resistencia al español?. 
-Cuando Chile decidió reafirmarse negando lo español, se alabó la resistencia mapuche. El bautizo del club deportivo Colo Colo coincide con un auge indigenista. Pero se rescata un espíritu idealizado, pero no el cuerpo real. El pueblo mapuche tampoco es una raza nacida para las guerras, sólo fue un grupo que defendió su tierra, como haría cualquier otro. Muchos autores entregan calificativos positivos del mapuche, la valentía, por ejemplo, pero rápidamente agregan uno peyorativo,supersticioso. También se da otro tipo de racismo, el de lo lastimero (encontramos textos en que se habla de los "pobres mapuchitos"), como una cierta filantropía paternalista.
 

-Sorprende que el estudio concluye en que esas características sigan apareciendo en obras recientes, en que uno esperaría una visión más informada.
 

-Es por la formación, el estereotipo heredado. Lautaro Yankas, por ejemplo, crea textos con cierta objetividad, pero también participa de la noción de que la cultura occidental es la única correcta. Jacqueline Balcells y Ana María Güiraldes, en Quidora, demuestran ser incapaces de entender una religión que no sea la propia, en un texto que se usa en la biblioteca de aula, es decir, se considera como aporte educativo. Raúl Banapres, en un libro que incluso fue prologado por un investigador del Museo Precolombino, plantea que los mapuches eran antropófagos, una hipótesis a lo menos discutible y de la que no existe ninguna mención en la tradición mapuche.

 


 
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