NEUQUEN (AN).- Mientras
en Centenario y Vista Alegre una mayoría de directores se resiste
a dejar de lado una norma discriminatoria, en la escuela 195 de Neuquén
la abanderada de la primaria portó la bandera mapuche durante los
actos escolares de 2.000. La insignia enarbolada por los pueblos originarios
estuvo presente en las actividades escolares junto al pabellón nacional,
lo que fue calificado por la directora, Zunilda Chávez, como un
gesto de respeto a la diversidad cultural.
El acto de fin de curso
fue especial este fin de año, como la mayoría de las actividades
escolares oficiales de la primaria 195. Fueron entregadas dos banderas:
la argentina para el alumno de sexto que continuará con la tradición
de portar el pabellón nacional, y la mapuche que el año pasado
trajo a la escuela la alumna que resultó tener el mejor promedio,
y que el año próximo llevará una niña de tercer
grado.
“Todo comenzó el
año pasado cuando se hablaba a fines de 1.999 de la famosa resolución
del Consejo Provincial de Educación que discriminaba a los extranjeros
para que llevaran la bandera”, recordó la directora. Explicó
que tras el revuelo provincial y con la aprobación de las autoridades
educativas, en una reunión con las maestras se decidió otorgar
el pabellón nacional a quien le correspondiera por sus notas y merecimientos,
sin distinción de origen.
El emblema recayó
sobre Ailiñ Carimán, una niña que hizo toda su primaria
en esa escuela con notas sobresalientes. Es de origen chilena y ascendencia
mapuche.
Pero la alumna le dijo a
las maestras que no podría llevar el pabellón nacional, sino
que prefería portar la bandera mapuche. La situación derivó
en una reunión con los padres de Ailiñ en la cual la dirección
y los maestros llegaron a una solución salomónica: el primer
escolta sería el abanderado que portaría el pabellón
nacional en todos los actos, y Ailiñ llevaría la bandera
del pueblo mapuche.
“Me hacían preguntas
de por qué no llevaba la bandera argentina. Yo les dije que si mi
bandera no era representada, no podía llevarla”, dijo Ailiñ.
Después vinieron los interrogatorios de sus compañeros sobre
qué significaban los colores y los dibujos de la extraña
insignia multicolor que estaba junto al pabellón argentino en los
actos escolares. Ailiñ comenzó desenvuelta la descripción
sobre los telares de las mujeres representadas en la bandera, de la zona
que corresponde al cielo, del verde de la naturaleza y de la franja roja
“que representa la sangre roja de nuestros antepasados”; de la luna, las
estrellas y “los astros”, del cultrum que representa a la tierra y las
patas del choique y los cuatro puntos cardinales.
La directora explicó
que a la escuela van muchos chicos de origen mapuche, algunos de los cuales
-como Ailiñ- integran un grupo de familias empeñados en recuperar
y mantener su identidad, aunque “siempre lo profesan fuera de la escuela,
no habíamos tenido el caso de que lo expresaran también adentro
de la escuela”.
La escuela 195 está
ubicada en Cordón Colón, un barrio carenciado que nació
al calor de la toma de tierras fiscales y en el que golpea la desocupación.
Chávez aseguró
que la decisión escolar de aceptar el paso de la bandera mapuche
como parte de la diversidad escolar dentro del establecimiento “tiene que
ver con la convivencia con la comunidad: aquí se tiene relación
con la comisión vecinal y las problemáticas del barrio, con
el centro de salud, con los problemas de desocupación. Este gesto
sólo fue un aspecto más en toda esta convivencia”, aseguró.
“Los chicos deben gozar
de todos sus derechos donde estén”
NEUQUEN (AN).- Los padres
de Ailiñ, la abanderada mapuche en la escuela 195, integran el equipo
de educación Mapuche que busca “mantener nuestra identidad y lenguaje
dentro de la ciudad”, explicó Fresia Mellico.
La mujer dijo que su hija,
además de la escolarización tradicional, asiste a clases
de idioma mapuche y participa de actividades culturales comunitarias, que
corresponden al traspaso del legado ancestral de su pueblo; como del recibimiento
del año nuevo en junio, explicó.
Por ello cuando en la escuela
le ofrecieron que portara la bandera argentina, esta formación “paralela”
se conjugó con la escolarización tradicional.
“Fue muy importante la apertura
de la escuela: nosotros intentamos inculcarles a nuestros hijos el reencuentro
con sus raíces, el respeto por la diversidad y la naturaleza en
la que estamos insertos, pero la figura docente en la escuela tiene mucho
poder y por eso la apertura personal que encontramos en la escuela fue
muy importante”, reconoció Fresia.
Para que se llevara a cabo
este proceso influyó que la maestra de séptimo grado, Margarita
Ñanco, integra también la comunidad mapuche y que muchos
maestros coincidieran con la postura abierta que ostenta la dirección
escolar. “Creo que se vivió la verdadera integración que
debe haber, son actitudes que voltean fronteras y que no es común
lamentablemente en otras escuelas”, opinó el maestro Héctor
Castillo.
La titular del establecimiento,
Zunilda Chávez, destacó que “todos los actos se han centrado
en la realidad de nuestra escuela.
La docente no recuerda si
fueron sus propias palabras o si las rescató de otro escrito, pero
cuando habló en el acto de entrega de diplomas y de bandera en el
que se institucionalizó la existencia de una abanderada mapuche,
recordó que “todos somos iguales ante la ley y los chicos no tienen
otra posibilidad que la de acompañar a sus mayores en el lugar donde
estén, y es en ese lugar donde deben gozar de todos sus derechos”.
foto:Ailín, con
la bandera mapuche, durante el acto de fin de curso.