HOMILÍA DE VIERNES
SANTO:
Arzobispo
Llamó a Rechazar La Prepotencia y la Injusticia
Monseñor Francisco Javier
Errázuriz encabezó Vía Crucis con el cual se recordó
la pasión de Jesucristo. Mapuches irrumpieron en la Catedral.
Un
llamado a desterrar de nuestra sociedad la prepotencia, la mentira, la
injusticia y la violencia formuló ayer el Arzobispo de Santiago,
monseñor Francisco Javier Errázuriz, quien al encabezar la
Liturgia de la Pasión manifestó que todos los cristianos
deben tomar conciencia de sus propias actitudes antes de indignarse con
quienes crucificaron a Jesucristo.
El prelado hizo ver a los feligreses
que lo acompañaron en la Catedral Metropolitana la responsabilidad
de cada ser humano cuando se causa sufrimiento a otro calumniando al inocente,
infligiendo heridas al adversario o haciendo "limpiezas" étnicas,
políticas o aun religiosas.
Asimismo, postuló dar paso a
un "nuevo espíritu", guiados por la sabiduría y amor de Jesús,
con el fin de dar forma a la convivencia que los chilenos requieren en
el milenio que se inicia.
Durante el Viernes Santo, la Iglesia
Católica recordó en todos los templos la pasión y
muerte de Cristo, siendo el Vía Crucis uno de los ejercicios de
piedad más importantes.
Ayer fue el único día
en el cual no se celebró la santa eucaristía y mediante el
silencio y el recogimiento interior los católicos buscaron valorar
más profundamente el sacrificio de Jesús por la salvación
del mundo.
Hoy en la noche se celebrará
la Vigilia Pascual, mientras que mañana domingo tendrá lugar
la Eucaristía de Pascua de Resurrec-ción. En Santiago, el
Nuncio Apostólico, monseñor Piero Biggio, será quien
oficie la misa del mediodía en la Catedral en compañía
del arzobispo Errázuriz. En la oportunidad se despedirá oficialmente
al representante de la Santa Sede, quien pone fin a su misión en
Chile.
La normalidad del acto litúrgico
celebrado ayer se vio interrumpida por la presencia de un grupo de dirigentes
mapuches que irrumpió en el templo mayor reclamando a la Iglesia
Católica su actuación durante el desarrollo del conflicto
indígena, criticando que no haya ido en la defensa de ese pueblo.
MENSAJE CONTRA LA
VIOLENCIA Y LA MENTIRA
Recordando la dolorosa pasión
de Jesuscristo, el Arzobispo de Santiago afirmó que éste,
desde la cruz, quiere enseñarnos a amar para que sea nuestra la
paz verdadera. "El quiere decirnos que el amor vence a la muerte, a los
abusos de poder, a la tortura y a la infidelidad", dijo.
Asimismo, indicó que no tiene
sentido indignarse contra quienes hicieron sufrir y maltrataron a Jesús,
si no tomamos conciencia de la ingratitud y del mal del cual nosotros mismos
somos capaces.
"Los hechos no ocurrieron sólo
hace dos mil años. Ocurren también en nuestros días.
Porque el Señor nos dijo que todo lo que hacemos a uno de nuestros
hermanos pequeños, a El lo hacemos. Por eso si no nos acercamos
al hambriento para darle de comer, ni al sediento, al desnudo, al enfermo,
al encarcelado, al cesante, al angustiado, al ignorante, para aliviar su
sufrimiento, es al mismo Señor a quien desconocemos o rechazamos,
despreciamos o marginamos", afirmó.
El arzobispo insistió en que
con estas actitudes no le estaríamos prestando el servicio, el gesto
de apoyo y de gratitud que con urgencia nos pide.
"Peor aún es la responsabilidad
humana cuando se causa sufrimiento, calumniando al inocente, infligiendo
heridas al adversario, dando muerte al indefenso, haciendo "limpiezas"
étnicas, políticas o aún religiosas", dijo.
El prelado pidió así
a los fieles que la muerte de Jesuscristo "grabe en nuestro ánimo
el más profundo rechazo a la mentira, a la injusticia, a la prepotencia
y a la violencia".
"El poder, la autoridad y las fuerzas
que Dios nos da no las usemos para destruir, sino para construir en el
espíritu de Jesús, conforme su verdad, su sabiduría
y su infinito amor. Este es el "nuevo espíritu" que necesitamos
para dar la forma a nuestra convivencia en el próximo milenio",
remarcó.
MAPUCHES RECLAMARON
OMISION DE LA IGLESIA
Cerca de las 15.40 horas, cuando se
desarrollaba la homilía, inesperadamente cerca de una decena de
integrantes de la Coordinadora Mapuche de la Región Metropolitana
irrumpió en el templo, alterando por algunos momentos el normal
desarrollo del acto.
En la ocasión, el dirigente
José Paillal leyó una declaración reclamando el papel
asumido tanto por el Estado chileno como por la Iglesia respecto a la realidad
del pueblo mapuche.
En el texto, la organización
decía que "sabemos que el día de hoy es de mucho significado
para los que se dicen cristianos y expresamos mucho respeto por ellos.
Sin embargo, estos cristianos hoy están jugando un triste papel
con respecto a nuestro pueblo".
Añadieron que la situación
actual de los mapuches - los atropellos hacia ellos y la apropiación
ilegal de sus territorios por parte del Estado chileno- no es otra cosa
que "la legitimación de un robo".
Junto con esto, manifestaron que en
los intentos de negar a los mapuches tiene en gran medida responsabilidad
la "Iglesia Cristiana", que "con su silencio se hace cómplice de
los atropellos" hacia dicho pueblo.
"Nos preguntamos, aun teniendo nuestra
propia religión, si acaso Cristo fue cobarde para decir la verdad,
pues el Estado chileno no puede negar que es verdad que nuestras tierras
las quitaron por la fuerza y con engaños, y que éstas nos
deben ser devueltas al igual que nuestros derechos", indicaron.
En este contexto, hicieron especial
hincapié en que una de sus machis fue golpeada por carabineros durante
incidentes en Temulemu, en circunstancias que es una autoridad religiosa
dentro de los mapuches.
"Un gran porcentaje de este país
se declara cristiano, desde Eduardo Frei hacia abajo. Entonces la Iglesia
tiene un peso moral y no puede seguir siendo neutra, no puede seguir siendo
cobarde ni callando una verdad que conoce desde antes de la conformación
del Estado chileno", decía la declaración.
Esta intervención intentó
ser controlada en un momento por algunas personas que estaban a cargo de
la organización de la homilía, pero finalmente los manifestantes
salieron de la Catedral y fueron increpados por algunos de los asistentes
al acto. |