Centrales Ralco y Nueva Renca
los megaproyectos de la discordia.
Las decisiones que en estos días debe tomar Conama pertenecen a
esa categoría que genera tantos aplausos como pifias.
Por Patricia Bravo
La Tercera en Internet; 08 de Junio de 1997
Entre la semana que recién termina y la que comienza la Comisión
Nacional del Medio Ambiente (Conama) debe adoptar importantes resoluciones
sobre el futuro de la central hidroeléctrica Ralco y la termoeléctrica
Nueva Renca, proyecto de Eléctrica Santiago (Essa), filial de Chilgener.
En el primer caso, debe entregar una respuesta definitiva al Estudio de
Impacto Ambiental (EIA) de Ralco, luego de evaluar el segundo addendum
entregado por Endesa. En el segundo, es el comité ejecutivo de Conama
(consejo de ministros) el que debe contestar a la apelación de Nueva
Renca para que se le autorice elevar las emisiones de óxido de nitrógeno
de 900 a 1.240 toneladas al año.
Ambos megaproyectos han dado origen a encarnizadas y prolongadas batallas,
aún no zanjadas del todo. Aquí reunimos las razones de quienes
los avalan y de aquellos que los objetan.
Central Hidroeléctrica Ralco
Este segundo proyecto de Endesa en el Alto Biobío está destinado
a ser la central más grande del país en el 2.002. Con una
inversión total de 715 millones de dólares, contempla una
producción media anual de 3.380 millones de kilowats hora y la construcción
de un embalse con 570 megawatts de potencia instalada. Este tranque inundará
638 hectáreas de las 17.562 que pertenecen a las comunidades pehuenches
de Quepuca Ralco y Ralco Lepoy.
Por qué SI
- El desarrollo del país requiere de nuevas y más modernas
centrales hidroeléctricas, capaces de responder a la demanda creciente
de energía limpia y de bajo costo.
- La población indígena resultará beneficiada. Setenta
de las 76 familias pehuenches, cuyas tierras serían cubiertas por
el agua, están dispuestas a trasladarse a los territorios alternativos
que Endesa les ofrece en permuta, porque ello significa mejorar sus condiciones
de vida (más y mejores escuelas, becas escolares, recuperación
y valorización de lugares sagrados en los nuevos terrenos, creación
de centros de artesanía, etcétera.) - Los impactos ambientales
que genera la construcción de la central en el Alto Biobío
son mitigables. Endesa propone un plan de mitigación por 150 mil
dólares en un lapso de cinco años.
- Este proyecto es más conveniente para Chile, en términos
económicos, que las dos termoeléctricas de ciclo combinado
propuestas como alternativa por el Grupo de Acción del Biobío
(GABB), pues el costo se elevaría en 230 millones de dólares.
Endesa incluye en ese cálculo el transporte de gas natural y una
vida útil de 50 años para una hidroeléctrica y de
25 en una termoeléctrica.
- La energía es más barata. Un kilowatt hora en Ralco tendría
un costo medio de 1,85 dólar, mientas que en una central de ciclo
combinado costaría 2,79 dólares.
- Todo es legal. Endesa afirma que la Ley Eléctrica tiene preeminencia
sobre la Ley Indígena y permite expropiar tierras (pagándolas
al valor del mercado) para desarrollar un proyecto hidroeléctrico.
Por qué NO
- La hidroeléctrica significará la muerte cultural de las
comunidades Quepuca Ralco y Ralco Lepoy. Se inundarán sus tierras
(incluyendo cementerios), se dividirán y perderán su identidad
al ser erradicadas a fundos distantes, como El Barco y Santa Laura, que
no poseen lugares de invernada o están demasiado próximos
a la ciudad. - - La mayoría a favor del traslado es resultado de
la manipulación ejercida por la Fundación Pehuén,
creada por Endesa hace cinco años.
- La inundación en la cuenca del Alto Biobío alterará
profundamente un ecosistema único. Los 150 mil dólares que
ofrece la empresa para mitigar los daños son insuficientes.
- No es conveniente económicamente para el país. De acuerdo
con un estudio de EMG consultores, solicitado por el GABB, reemplazar Ralco
por dos centrales termoeléctricas de ciclo combinado permitiría
ahorrar 47,6 millones de dólares. Eso, estimando en 50 años
la vida útil de una hidroeléctrica y en 20 la de una termoeléctrica.
Es tal (SIC)- y funcionará el 92 por ciento del año y no
el 30 como la anterior.
-Mejora la seguridad (no depende del agua) y la calidad del servicio eléctrico
en la Región Metropolitana.
-Según la empresa, el nivel de ozono que genera será cinco
veces inferior al de la antigua central. Conama reconoció que disminuye
el anhídrido sulfuroso, pero aumenta el resto de los contaminantes.
Por qué NO
-Causará daños irreversibles a la ecología y a la
salud. En relación con la antigua central, duplicará las
emisiones de monóxido de carbono y aumentará las de hidrocarburos
y de partículas en suspensión. Lo peor:
Nueva Renca producirá 2,7 toneladas diarias de nox (equivalentes
a las emisiones anuales de 100.000 autos), que se transforma en ozono con
la luz solar. El ozono daña las vías respiratorias, puede
producir edemas pulmonares e, incluso, malformaciones.
-Es contradictorio que la central se instale en Santiago, ciudad declarada
zona saturada de ozono el 12 de junio de 1996, en medio de comunas densamente
pobladas (Cerro Navia, Quinta Normal y Renca) y a 200 metros del Hospital
Félix Bulnes.
-La autorización para aumentar las emisiones y la compensación
de éstas serían ilegales, según recursos de protección
presentados por alcaldes, parlamentarios y grupos ecologistas que solicitan
la anulación del fallo de Conama.
Derechos reservados Consorcio Periodístico de Chile COPESA S.A.